Bogotá. Ocho cuerpos sin vida hallados por campesinos en la en la región de Cúcuta, al norte de Colombia revelan la lucha entre organizaciones criminales y grupos residuales guerrillero por el control del narcotráfico.
Hasta el momento no se conoce la identidad de las ocho personas asesinadas, quienes, al parecer, no son de la zona. El coronel de la Policía Ramiro Castrillón explicó que «todo indica que los cuerpos fueron traídos desde algún sector venezolano».
«Desde el día de ayer hay reportes de enfrentamientos entre miembros del ELN que se encuentran en territorio venezolano con grupos de ‘Los Rastrojos», indicó Castrillón.
El Ejército se desplegó en la zona «como apoyo a los procesos que adelantan las autoridades judiciales, quienes serán las encargadas de determinar las circunstancias de tiempo, modo y lugar como ocurrieron los hechos, así como las identidades de las víctimas».
Ningún grupo criminal ha reclamado la autoría. En el de Norte de Santander tienen presencia los grupos criminales ‘Los Rastrojos’, ‘Los Pelusos’ y las guerrillas de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La firma en 2016 del acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC ha provocado, paradójicamente, una nueva ola de violencia en Colombia debido, sobre todo, a la pugna entre grupos rivales para apoderarse del territorio y los negocios de la extinta guerrilla, entre ellos el narcotráfico.
De acuerdo con Naciones Unidas, desde la firma del acuerdo de paz han sido asesinados al menos 303 líderes sociales y defensores de los Derechos Humanos, 86 de ellos solo en 2019, y 173 ex guerrilleros de las FARC, de los cuales 77 murieron el año pasado.
Fuente: Europapress
