sábado 20 abril 2024

Mercosur, Argentina suspende su participación y se aísla en la región?

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El presidente Alberto Fernández, a través de un “non paper”, comunicó a sus socios Brasil, Paraguay y Uruguay, que no participará de las negociaciones de libre comercio con Corea del Sur, Canadá, y Singapur. Tampoco lo hará en otras negociaciones en curso o las que se realicen en el futuro. La Cancillería exceptuó las ya concluidas con la Unión Europea y la Asociación Europea de Libre Comercio. Pero una semana después el ministro Solá dice que Argentina no se aleja y que se alegra por la caída del acuerdo con Corea del Sur.

La danza sobre la suspensión institucional de Argentina en la mesa de decisiones del Mercosur parece tomar otro ritmo. La Casa Rosada había fundamentado esa decisión en que el gobierno estaba dedicado en pleno a la lucha contra el Covid-19 y en el futuro a la protección de la actividad productiva del país. La posición adoptada por la administración Fernández significa una trascendente modificación en la política exterior de Argentina, pero parece que ahora tomará otro curso, según el Canciller.

Mientras tanto quedaron expuestas sobre la mesa las diferencias que en el plano ideológico distancian a la administración Fernández de sus socios del organismo regional, que tuvo su origen el 30 de noviembre de 1985 impulsado por los presidentes de Argentina y Brasil, Raúl Alfonsín y José Sarney, que suscribieron la Declaración de Foz de Iguazú “piedra basal del Mercosur”, al que se sumaron Uruguay y Paraguay. Luego durante el gobierno de Néstor Kirchner, el 4 de julio de 2006, se promovió la incorporación de Venezuela, que fue suspendida indefinidamente, el 4 de agosto de 2017, hasta que se reinstale una democracia plena.

Los datos que surgen, de los despachos del Mercosur, confirman que se comenzaron negociaciones con Singapur, Corea del Sur y Canadá, mientras algunos miembros del bloque regional mostraron interés en avanzar con otros mercados. Argentina, se retiró de la mesa de negociaciones del bloque y quedó afuera de cualquier beneficio que surja de acuerdos comerciales que alcancen Brasil, Uruguay y Paraguay. Desde Asunción se advirtió que la conducta de la Casa Rosada será evaluada a fin de fijar las medidas jurídicas, institucionales y operativas ante la decisión soberana adoptada.

Los riesgos que Argentina enfrenta, con su apartamiento institucional de la mesa de decisiones, implican que los integrantes del bloque resuelvan modificar las normas que restringen acuerdos individuales con terceros, hasta ahora estos exigen la aprobación de todos los integrantes del bloque regional. Pero también se presume que la decisión de Buenos Aires constituye una inconveniente para que el resto de los socios continúen o emprendan nuevas negociaciones, ya que las mismas demandan un acuerdo de todos los miembros.

Ante este escenario, que amenaza bloquear el avance en las dialogos, la Cancillería uruguayo aisló a la Casa Rosada de futuras conversaciones y emitió un comunicado en el que afirma: «La decisión de Argentina no afectará la agenda prevista ni el objetivo de conclusión de los procesos (las negociaciones comerciales) a fines de 2020. Asimismo, la decisión de Buenos Aires no afectará los procesos exploratorios en curso y que podrían concluir en el lanzamiento de nuevas negociaciones comerciales del Mercosur».

La decisión de Balcarce 50 provocó un enorme malestar en los gobiernos de Brasil, Paraguay y Uruguay. Es bien conocida la distancia “diplomática” que el presidente Alberto Fernández mantiene con Jair Bolsonaro, que prácticamente ignora al paraguayo Mario Abdo Benítez, y solo con el uruguayo Luis Lacalle Pou mantiene una vinculación aceptable que permitió a este mandatario, el último martes, mantener un video conversación con su par de Argentina con el objeto de moderar las tensiones dentro del bloque regional.

Según Aparicio Ponce de León, vocero del presidente Lacalle Pou, el dialogo se produjo a su pedido, y si bien se habló sobre las medidas que ambos países desarrollan para enfrentar la pandemia del Covid-19, el eje central pasó por la situación en que se encuentra el Mercosur. Respecto a este tema Lacalle Pou manifestó que Uruguay “tiene la intención de que el Mercosur siga fortaleciéndose , y que tiene la necesidad de seguir avanzando en los acuerdos comerciales”. Quedó claro que Lacalle Pou comparte la política de los otros dos socios. El Canciller uruguayo Ernesto Talvi deslizó que se espera que Argentina revise su medida.

Voceros de la Casa Rosada, dijeron que el presidente Fernández le expresó a su colega uruguayo que era necesario: “buscar una lógica regional en el grupo” y también que: “La decisión no es irnos del Mercosur, es hacerlo más grande, con más miembros». Este condicionamiento, que lleva implícita la situación en que se encuentra Venezuela, suspendida indefinidamente hasta que retorne a una democracia plena, genera una incomodidad para el actual ocupante del sillón de Rivadavia, que mantiene una fluida relación con Caracas.

Ésta movida, de la administración Fernández, expone que la Argentina entró en una compleja situación regional, donde parecen tener prioridad posiciones ideológicas antes que intereses permanentes de la Nación. El impacto económico, en el caso que los otros socios del Mercosur logren los acuerdos que negocian, provocaría la perdida de los privilegios que hoy Argentina tiene en este mercado, en el que se negocian anualmente unos 15 mil millones de dólares de exportaciones. De quedar afuera, Argentina deberá competir con las ofertas de terceros países, como Canadá, Corea del Sur o Singapur.

En el ámbito empresario surgieron las voces de alerta. Entidades de la cadena agroindustrial le hicieron llegar una nota al Canciller, Ing Felipe Solá, en la que expresan su preocupación por la decisión del gobierno nacional de suspender su participación en las negociaciones externas del Mercosur, y entre otros aspectos le manifestaron: » Creemos que existe una oportunidad única de abrir un proceso de consulta permanente con las entidades empresarias del sector para dialogar y realizar análisis conjuntos de impacto económico y comercial sobre las oportunidades de cada negociación»

En el sector industrial también hay preocupación, José Luis Lopetegui, secretario de comercio exterior de CAME, sostuvo en declaraciones a los medios que «no es bueno que en un bloque uno se despegue solo y encima para no firmar, porque nos estamos excluyendo también de los mercados», y explica «siempre es mejor negociar desde adentro».

Fuentes del sector privado entienden que si la desvinculación se concreta, habrá que prepararse para una competencia desigual por acceder a nuevos mercados con aranceles diferenciales respecto de los socios del bloque y, además, esos productos que entrarían al Cono Sur sin arancel o con una alícuota baja, podrían llegar al país «triangulados» desde Brasil, Paraguay o Uruguay.

Suena esto como un anticipo del fin del Mercosur y resulta difícil comprender cuál es el curso, que en las relaciones internacionales pretende seguir la gestión del presidente Alberto Fernández, parece ahora de una riesgosa irresponsabilidad que la Cancillería que una semana atrás anunció que Argentina se auto excluía en la toma de decisiones del bloque, y hoy vuelve sobre sus pasos para decir en una video conferencia en el Congreso, «Argentina no se levantó de ninguna mesa», los legisladores se miraron y se preguntaron la próxima semana será así?

/rp.

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