La empresa Petroquímica Cuyo pagó u$s 700.000 para comprar 170.000 test rápidos al laboratorio chino Zhuhai Livzon Diagnostics y los donó al Ministerio de Salud de la Nación. La opción de la empresa china fue en virtud de una recomendación de la embajada argentina en Beijing. En el Gobierno se admite que los test son defectuosos.
Según una investigación sobre los test rápidos, del Ministerio de Ciencia y Tecnología y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) se indicó «no recomendó su uso» porque detectan apenas «con una banda de luz tenue» la presencia de solo uno de los dos anticuerpos contra el Covid-19 para los que fueron diseñados, la inmunoglobulina M (IgM).
Sobre el segundo anticuerpo, la inmunoglobulina G (IgG), el de aparición más tardía, advierte que el test presenta problemas para su lectura. Este fallo podría hacer subestimar epidemiológicamente la circulación del virus en la población, el principal objetivo de estas pruebas.
Ante esa conclusión, el Ministerio de Salud ha optado por no devolver el cargamento, a pesar de las limitaciones del producto chino, que se le había sugerido comprar en marzo pasado a la empresa Petroquímica Cuyo.
«El Ministerio de Salud resolvió que los tests no iban a ser utilizados para IgM (por su baja sensibilidad a la infección reciente) y solo se utilizaría en IgG para medir en sangre los anticuerpos, por lo que el criterio de inclusión es no haber tenido síntomas, al menos, en los 21 días anteriores», han explicado a los medios fuentes del Ministerio.
Desde la Casa Rosada reconocen que los tests de la firma china Zhuhai Livzon Diagnostics, que ya se han empleado en las estaciones del subte de Constitución, Retiro y Once que no resultaron lo esperado. Hasta ahora se han utilizado 1.200 tests en ese monitoreo poblacional, con solo ocho casos positivos, es decir, apenas un 0,66 por ciento, según información oficial, lo que supone una proporción extremadamente baja para la región metropolitana con mayor circulación viral en el país. Los bajos resultados obtenidos en las pruebas provocaron las primeras peticiones de una investigación.
«La Unidad Covid-19 realizó un ensayo sobre los tests, con las siguientes conclusiones: débil detección de IgM “no se recomienda su uso” determinó la evaluación oficial. Para IgG, se detectó con las tiras el 80% de las muestras positivas por (la técnica) Elisa. Pero es importante resaltar que el 50% de esas detecciones dieron bandas muy tenues. Se deben esperar diez minutos para realizar la lectura, que esta se realice con buena luz y considere tenue como positivo.»
Desde la Obra Social de Farmacéuticos y Bioquímicos, su vicepresidenta Mariel Alejandre destacó la importancia del uso de tests validados, con una interpretación bioquímica responsable, para monitorear la circulación viral, ya que son una herramienta para que las autoridades obtengan información con la que tomar decisiones, como relajar o dar marcha atrás en la flexibilización de la cuarentena.
Las autoridades de Estados Unidos y la Unión Europea habían permitido el uso de los tests de Livzon, aunque sin aprobarlos para la comercialización. Pero la situación cambió hace dos semanas, cuando India prohibió su uso y devolvió los productos Livzon por considerarlos poco fiables.
España por lo menos en dos oportunidades, Turquía y República Checa recibieron decenas de miles de kits de diagnóstico rápido que desecharon por inservibles, mientras que Holanda tuvo que retirar rápidamente miles de mascarillas que distribuyó entre personal de sanidad porque no protegían contra el virus.
Fuente: europapress/rp.