Brasilia. El ministro de Exteriores, Ernesto Araújo, criticó el «miedo» que la comunidad internacional parece tener a ver la «realidad» que atraviesa Venezuela, un país víctima de la «dictadura» de Nicolás Maduro que ha privado a los venezolanos de libertad y empujado a millones de ellos a abandonar el país.
Durante su intervención en el foro de donantes para los migrantes y refugiados venezolanos organizada por España y la UE, Araújo enfatizó en que estos «huyen del peor régimen totalitario que América Latina haya jamás conocido» y de lo que muchos venezolanos consideran un «verdadero genocidio silencioso» del que no habla la comunidad internacional.
El canciller brasileño defendió que en el caso de Venezuela «el ejercicio de la solidaridad y la lucha por la democracia son indistinguibles» y llamó a formular un «diagnóstico al drama» que se vive en el país puesto que, ha insistido, «no hay tratamiento sin diagnóstico».
En el caso de Venezuela, según Araújo, el diagnóstico es que hay una «dictadura» y el tratamiento debe ser la democracia. Aunque el diálogo entre los venezolanos tiene que ser la solución, añadió, la comunidad internacional tiene que «seguir actuando sabiendo qué pasa y mirando la realidad».
Aunque se habla de «conflicto, crisis, politización, diálogo», afirmó, la realidad que se vive en el país es «la opresión, el hambre que ahora se ven agravados por la pandemia» además de «la tortura y otros males». En Venezuela hay por un lado, recalcó, «una dictadura apoyada en el crimen organizado y el narcotráfico» y por otro está «el pueblo venezolano».
Araújo ha subrayado que aunque el diálogo pueda ser el camino «legítimo» hacia la democracia «no puede confundirse con el miedo». «Se pronuncian palabras muy bonitas de solidaridad» pero los venezolanos no escuchan lo que realmente quieren escuchar, «libertad».
«La comunidad internacional no puede tener miedo a decir libertad» y «enfrentar al régimen totalitario» que ha hecho que, en último término, «todos los venezolanos sean refugiados» puesto que «todos han perdido su patria y todos quieren recuperarla». «Ayudémosles», insistió.
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