Vicentín en vías de expropiación “una consecuencia de la debacle de las Paso 2019”

Vicentin SA alcanzó su punto culminante como proyecto empresarial que nació hace 90 años, cuando en 2014 con la presencia “virtual” de la entonces presidenta Cristina Kirchner inauguró Renova, la planta de procesamiento de granos más grande del mundo, que demandó una inversión superior a los u$s 1.000millones en sociedad con la suiza Glencore. El Banco Nación, Reconquista, tiene a Vicentin como cliente desde hace 56 años, y desde hace 20 el Banco ha respaldado su crecimiento en virtud que la empresa cumplió siempre y puntualmente con sus obligaciones.

Renova, la asociación entre Vicentin y Glencore, es un complejo agroindustrial de última generación, con una capacidad de producción única en la elaboración y logística de aceites, harinas y biodiesel a nivel local e internacional. Recibió un fuerte apoyo de la administración Kirchner en 2014, a tal punto que en la inauguración de la planta la presidenta firmó el proyecto de ley para eximir al biodiesel argentino del pago del impuesto a los combustibles, como respuesta a las restricciones antidumping que la Unión Europea impuso a la producción argentina.

El progresivo crecimiento de la agroexportadora, permitía que en el año 2008 fuera calificada crediticiamente por el Banco Nación en el nivel de u$s 50millones, pero hacia el año 2013 tuvo una constante calificación que alcanzó el 240%, y situó su línea de crédito en u$s 170 millones. Después de la inauguración de la planta en Timbúes, de la que participó la jefa de Estado, la empresa siguió expandiéndose y hacia fines del 2016, durante la gestión de Carlos Malcomían, al frente de la institución financiera, Vicentin solicito una nueva recalificación crediticia que le permitió acceder a préstamos de hasta u$s 220 millones.

En junio de 2018, ya en la presidencia del Banco Nación, Javier González Fraga, la empresa es nuevamente recalificada crediticiamente y alcanza el nivel u$s 300millones. La nueva línea de crédito otorgada estaba fundada en la facturación y el patrimonio de la empresa medida en dólares. Esta fue la última calificación del Directorio y tenía fecha de vencimiento el 30 de abril de 2019, prorrogado a al 31 de julio de 2019 y no volvió a ser renovada.

Ejecutivos, de la agroexportadora, señalaron que la no renovación de la línea de crédito, según tomaron conocimiento, obedeció al análisis que en los primeros días de agosto, efectuó la Comisión de Negocios que decidió supeditar su aprobación al encuadramiento en las Normas de Fraccionamiento de crédito que dispone el BCRA (no pueden superar el 15% del RPC -Responsabilidad Patrimonial Computable- del Banco).

De la revisión del RPC, de la mayor entidad bancaria del país, resultó que había pasado de u$s 5.000millones a u$s 2.000millones, como resultado de las devaluaciones del último año, y de las transferencias dispuestas por la Leyes de Presupuesto de 2018/2019 se efectuaron transferencias de capital al Tesoro Nacional por $ 15.000millones y $ 20.000millones respectivamente y también hasta un 20% de las utilidades, pero solo en 2018.

Ante esta nueva situación, advertida por la empresa, se encontró con que el Banco le planteó la necesidad de contar con un seguro de caución por u$s 100millones, que según la agroexportadora era un trámite que demandaba 90 días. Se acordó ese lapso para tener la confirmación del Seguro que permitiría el re-encuadramiento en los límites de Fraccionamiento de crédito del BCRA. El tema fue permanentemente analizado y seguido por las Subgerencias Generales de Banca Corporativa y Riesgo y Política de Crédito, que nunca expuso dudas sobre la solvencia de Vicentin.

En la empresa advierten que a partir de las PASO, en agosto 2019, la situación política se había modificado y que ya se comenzaban a percibir impactos y comportamientos preventivos en todos los mercados, y ellos no escapaban de esa situación. En el mercado de granos se produjo, en esa época, una importante corrida de los productores, que ante el temor de corrección de impuestos del futuro gobierno, aceleraron la entrega y venta de sus cosechas retenidas en el campo, solicitaban la fijación de precio y cobro de los granos ya entregados con anterioridad en consignación, entre otras demandas.

En la agroexportadora describen, que en agosto 2019, habían entrado en una situación de alta complejidad. Necesitaba mayor capacidad de financiamiento para pagar los granos recibidos en consignación y responder a las nuevas entregas que llegaban a sus playones, con un promedio de 600 camiones diarios, según datos difundidos por medios santafecinos. Pero frente a este escenario, percibían que el crédito externo se había cerrado, el financiamiento de la banca local, en dólares, también se había restringido y el reencuadre del Banco Nación les obligaba a comenzar un proceso de reducción de la deuda pendiente.

Los directivos, de Vicentin, eran conscientes del reordenamiento que había tenido que efectuar el Banco, que tiene desde su fundación un objetivo central, ser el principal prestamistas de los negocios agrícolas. Pero la situación se había modificado. La Comisión de Negocios, con la presencia de algunos Directores y de la Banca Corporativa, Riesgo de Crédito y Política de Crédito, debía mantener el nuevo encuadramiento de las líneas crediticias y por lo tanto el camino que la agroexportadora debía seguir era buscar reducir sus compromisos de deuda en u$s 95 millones antes de abril 2020, que le había propuesto al Banco.

El 4 de diciembre el Directorio de Vicentin admite no poder enfrentar los pagos, y anuncia que había entrado en “stress financiero”. El nieto del fundador, Héctor Vicentin, reitera, ahora, en declaraciones públicas: “Esta empresa no es inviable, al Presidente le pido que si nos quiere ayudar de verdad, que nos deje trabajar como sabemos”. Además rechazó las acusaciones que hablan de malversación de fondos: “Que actúe la Justicia, de ninguna manera hicimos desaparecer ese dinero” e insistió en sus declaraciones públicas: “La empresa no es inviable, al contrario, estamos pagando todos los impuestos y el 100% de los sueldos. Que necesitamos ayuda, totalmente de acuerdo, pero cómo va a ser inviable una empresa del nivel productivo y de exportaciones que tiene Vicentin…”.

Asegura también los accionistas de Vicentin, que la compañía no incrementó su deuda con el Banco Nación sobre el final del gobierno de Cambiemos, que no hubo presión política para recibir financiamiento y, suscribiendo las argumentaciones de las autoridades de la entidad pública de aquella época, reiteran que los problemas de la empresa se dispararon por el contexto financiero post-PASO.
P/BN/ln/gr/gf/rp.

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