Boudou: los secretos bien guardados valen más que los tesoros descubiertos

¿Por qué Boudou sale de cárcel por la pandemia y Núñez Carmona, que tenía riesgo sanitario e idéntica condena no? ¿Quién puede creerle a quien afirmó vivir en un médano o falsificó un documento para negarle medio auto a su esposa? ¿Por qué Zanini benefició a Boudou? Como perlas de un collar roto van rodando demasiadas preguntas sin respuesta.

Zanini fue quien armó la ingeniería jurídica que durante tantos años apuntaló la estructura que sostuvo los negocios presuntamente ilegales de los funcionarios amigos. Es el procurador del Tesoro. Debe suponerse que tiene sólida formación jurídica. No debería ignorar entonces el debate parlamentario de la ley en la que pretende apoyarse o la interpretación de esta que el Procurador y la Corte explicitaron en la causa Boggiano.

La “pensión” que sin ruborizarse solicitó Boudou, no tiene carácter previsional, no es contributiva, es una “gracia” otorgada en reconocimiento del mérito y del honor por el ejercicio del cargo. Una generosidad que pretendió derogarse en el año 2002, pero, pese a que entonces también estábamos en una profunda crisis, la ley que lo hacía resultó vetada por el Decreto 2322/02. Las emergencias económicas se repiten en nuestro país. El respeto por los privilegios de quienes ostentan el poder, también.

Afirma que requiere la nulidad absoluta del dictamen de la O.A. para “restablecer la juricidad”. Empieza a comprenderse que existe otra juricidad distinta a la que emana de la constitución y de las leyes. Una que tiene como núcleo fáctico la impunidad. Se entiende ahora la razón por la que se colocó como jefe de todos los abogados del estado a una persona procesada y vinculada intensamente con los funcionarios seriamente cuestionados por ante la justicia.

El ex vicepresidente recibe muchos favores que parecían inentendibles. Los secretos bien guardados valen más que los tesoros descubiertos y en un momento en el que resultan castigados todos los activos del estado, son los suyos los únicos que ascienden.

El sustento legal del beneficio es el honor, el mérito y el buen desempeño. Estas valoraciones no sólo las descarta un juicio político o un sumario como afirma Zanini, sino que en el caso Boudou aparece desmentido por una condena de 5 años y ocho meses e inhabilitación especial perpetua confirmada por la Cámara Federal de Casación Penal, dictada porque junto a Núñez Carmona y Alejandro Vandenbroele y a través de la firma “The Old Fund S.A.”, adquirió – siendo Ministro de Economía de la Nación- el setenta por ciento (70%) del paquete accionario de “Ciccone Calcográfica S.A” . Continuó su maniobra determinando- fuera de su competencia- que el organismo recaudador concediera un plan de pagos contrario a la ley para pagar la deuda impositiva de la empresa. Abusando del cargo que ostentaba logró que se interrumpiera la Licitación Pública para que la “Sociedad del Estado Casa de Moneda” adquiriera billetes de banco “llave en mano” que resultaban imprescindibles al país, logrando así que se contratara a la empresa que acababa de adquirir. La estrategia tiene su mérito.

Con los mismos cómplices, él desde el sector público y sus amigos desde el privado, celebraron un contrato irregular de consultoría simulando asesorar en la reestructuración de la deuda pública de Formosa (que ya había sido estructurada por el anterior Ministro de Economía, antes de la asunción al cargo de Boudou) ¿El objetivo? “robar” fondos públicos de la provincia, sin duda una de las más pobres del país. ( El perjuicio fue de $ 7.667.161 más otros $2.265.120 con los que se habría beneficiado el presidente del banco de Formosa, montos correspondientes al 2009).

Se le imputa también, haber sido jefe de una asociación ilícita desde 2009 hasta el mes de diciembre de 2015 la que mediante un complejo entramado societario ocultó transacciones y adquirió activos por cifras millonarias que se intentaron “lavar”.

Zanini afirma que no existió “juicio político o sumario”, condición formal para negarle el beneficio. Oculta que durante el tiempo en el que ejerció la función, los resortes jurídicos y morales estaban tan oxidados que no saltaban ni siquiera ante las pruebas evidentes de delitos, que no solo agraviaban las arcas públicas sino que corroían la esperanza de los ciudadanos de restablecer una república. No hay juicio político que le impida recibir el agradecimiento por sus servicios, sólo condenas e imputaciones.

Nuestra constitución afirma que quienes incurrieren en graves delitos dolosos contra el estado que conlleven enriquecimiento atentan contra el sistema democrático y lo afirma en el mismo artículo en el que se refiere a los golpes de estado. Zanini no se animó desmetir el dolo ni el enriquecimiento. Apeló a una escaramuza.

Seguramente calculó que el aumento de los contagios justificaba la prolongación del encierro de los ciudadanos; el acostumbramiento adormece los reflejos y los pocos que permanezcan activos estarán ocupados en quejarse por su propia libertad vulnerada y la economía desbastada. La cuarentena acorta la vista a tal punto que sólo logramos ver nuestro propio ombligo.


Boudou presidió la sesión parlamentaria que tuvo como objeto expropiar Ciccone Nuestro actual presidente (antes de su pacto para acceder al cargo) aseguraba que ese expropiación tuvo como finalidad la impunidad del delito perpetrado. Nadie reclamó pago alguno. Esta graciosa concesión del Procurador del Tesoro, ¿estará resarciendo aquel daño patrimonial o será que sus “mandantes” en aquella ilegal apropiación están pagando sus favores?

Todo lo actuado es tan brutal que resulta dificil categorizarlo. Diputados levantando la mano para encubrirlo. Un juez contrariando su propio fallo de días anteriores para dejarlo salir de la cárcel. Zanini afirmando absurdos. ¿ Quien es realmente Boudou para recibir tantos “favores”?

Eduardo Galeano hablaba de encerrados, desterrados, aterrados y enterrados, ¿se referiría a nosotros?. Porque así estamos, con la sensación que nadie escuchará nuestros gritos denunciando las injusticias, y si los escuchan, preferirán ignorarlos aunque ostenten un cargo que funcionalmente los obligaría a oírnos.

La diferencia no es solo la falta de límites, es la inexistencia de pudor. La gran diferencia es que quienes retomaron el poder tienen un plan que van cumpliendo con prisa y sin pausa. Acostumbrados a chapotear en la ilegalidad colocaron estratégicamente a sus cómplices y militantes apoderándose de las cajas, el poder y las decisiones fundantes.

El deseo de impunidad por lo hecho (y seguramente a lo por hacer) lo comparten beneficiado, beneficiario y quienes mueven las piezas para colocar a cada quien donde mas puede servir al “proyecto”.


No hacen falta entresijos palaciegos.Ya no ocultan ni disimulan. La historia, que según creen, ya los absolvió una vez, volverá a hacerlo, aun cuando la justicia se empeñe en seguir señalando delitos.
Marta Nercellas
Abogada, especialista en Derecho Penal y Derecho Penal Económico
P/BN/rp.

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