Mientras esperamos las Estadísticas Anuales de Salud, la información disponible muestra un aumento de la mortalidad por enfermedades no transmisibles.
Hoy debemos invertir la frase “Más Tarde que Temprano…“debemos enfrentar al
COVID 19”.
Al fin se va a recurrir a la responsabilidad individual y la inmunización poblacional.
Las decisiones políticas han predominado sobre las sanitarias y revisando la historia de las pandemias esto fue una constante.
Se confunde con frecuencia a los epidemiólogos con los infectólogos, hasta en ciertas oportunidades se observa que esos términos fueron utilizados como sinónimos. El hecho es que son especialidades muy diferentes y en muchos casos con opiniones antagónicas.
Surge una pregunta: “Fueron los infectólogos que se equivocaron?”; sin duda sus
opiniones fueron útiles pero insuficientes. Fue una decisión política que no se hayan incorporado al comité asesor sobre la pandemia médicos de las enfermedades prevalentes que producen la mayor mortalidad en el país, profesionales de salud mental, quienes hacen investigación en virus, sociólogos y economistas.
Fue también desde la política que se tomaba la decisión de mostrar gráficos muchas veces equivocados o que comparaban la situación teóricamente exitosa de la evolución de los contagios en Argentina y en otros países para argumentar sobre la necesidad de la cuarentena prolongada.
La conclusión es que el poder utilizó al conocimiento médico en forma parcial y
tomaron decisiones propias, no siempre basadas en la ciencia, en esta etapa donde hay más incertidumbres que certezas. Si, en cambio, la estrategia sanitaria de la cuarentena estricta y la vuelta a la Fase 1, se basó en la curva de contagios, así como se flexibiliza en el momento de mayor aumento de contagios.
El conocimiento sanitario amplio y multidisciplinario mostraba que no era la curva de contagios la única variable a considerar y que la curva de mortalidad y la ocupación de las camas de terapia era información mucho más específica para tomar decisiones. Ninguno de estos datos mostraron riesgo de colapso en ningún
momento.
A medida que avanza la pandemia se va corroborando que la cuarentena más
extensa del planeta no era el único camino.
– La curva de los registros de contagio aumenta y desciende la Tasa de Letalidad.
– El número de contagios registrados es mucho menor que la población contagiada, por lo tanto la Tasa de Letalidad es inferior a la de la gripe.
Independientemente de las decisiones que se tomen analizando la curva de
contagios que ya se han producido, si llegamos o no al pico o si el famoso R es
igual a 1, el virus COVID19 seguirá circulando entre nosotros.
Por lo tanto, la salida ordenada de la cuarentena hace necesarios consensos y
Políticas de Estado, para adoptar medidas que produzcan el menor daño posible.
Tomando en cuenta este objetivo, responder algunos interrogantes quizás contribuiría a lograr el objetivo:
1- Es cierto que los pacientes que fallecen, tienen enfermedades crónicas o factores de riesgo?
2- Es cierto que el promedio de la edad de infectados es de 35 años y el promedio
de la edad de fallecidos 77 años?
3- Es cierto que a mayor edad hay más enfermedades crónicas y por eso se mueren más los mayores de 70 años?
4-Es cierto que se mueren pacientes jóvenes con enfermedades crónicas o factores de riesgo.?
5- Es cierto que la Tasa de Letalidad del COVID19 en la población sin
enfermedades previas ni factores de riesgo es casi nula?
6- Es cierto que, las personas que tienen enfermedades crónicas, los internados en geriátricos y los residentes de barrios vulnerables son la población de mayor
mortalidad?
7- Es cierto que una persona diabética de 40 años en un barrio vulnerable tiene
más riesgo de morirse que una mayor de 70 en un domicilio adecuado para su
aislamiento?
8- Es cierto que si los puntos anteriores se responden afirmativamente se necesitarían campañas para aconsejar a la población de riesgo que continúe con el aislamiento o extremar las medidas de distanciamiento?
9- Es cierto que en los barrios vulnerables hay que testear a todos y aislar a los
positivos y a los enfermos crónicos?
10- Es cierto que si todo lo anterior es verdad, la población sin enfermedades previas puede circular y su mortalidad es baja o nula.?
11- Es cierto que las campañas masivas sobre prevención primaria y secundaria de las enfermedades y factores de riesgo de las enfermedades prevalentes, mejoraría la atención de estos pacientes y se reduciría la mortalidad de estas patologías?
Ofrecer información y educación para la salud en campañas masivas es una
inversión tan o más eficiente que solo informar las fechas que autorizan la libertad de trabajar.
Resulta evidente que nadie puede protegerse de lo que desconoce ni delegar en ninguna autoridad el cuidado de su salud ni la de sus seres queridos.
Dr. Néstor Pérez Baliño
Ex Secretario de Salud de la Nación y Ex Presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología
P/BN/CC/rp.