Un total de 39 países se han declarado este martes «gravemente preocupados» por la situación de los Derechos Humanos en la región china de Xinjiang y los recientes acontecimientos en Hong Kong. Simultáneamente la mala imagen de China se dispara en todo el mundo a raíz de la pandemia.
El documento que advierte sobre la violación de los DD.HH fue firmado, entre otros, por Canadá, Francia, Japón, Reino Unido, Alemania, Estados Unidos o España, han especificado que en Xinjiang –hogar de la minoría étnica uigur– la «preocupación» se orienta hacia la existencia de una «gran red» de campos de «reeducación política».
«Informaciones creíbles indican que más de un millón de personas están detenidas en los campos», han criticado en una carta dirigida al Comité de Derechos Humanos de la Asamblea General de Naciones Unidas, donde también han señalado que tienen constancia de un número creciente de violaciones de los Derechos Humanos «graves» en la región.
En este contexto, han explicado que en Xinjiang hay «severas» restricciones de la «libertad, la religión, la libertad de movimiento, asociación y expresión» contra las personas pertenecientes a la minoría uigur, que, según los firmantes, también sufren «trabajos forzados y control forzado de la natalidad, incluyendo la esterilización».
Por ello, han pedido a China que autorice que observadores independientes y de Naciones Unidas puedan acceder a la región de manera «inmediata y significativa».
En referencia a Hong Kong, han criticado la Ley de Seguridad Nacional aprobada por Pekín para el territorio, manifestando que no está de conformidad con las obligaciones de China con el Derecho Internacional.
Particularmente, los países firmantes se han centrado en que la normativa incluye la posibilidad de tranferir algunos casos judiciales a China, en vez de ser juzgados en Hong Kong.
Así, han urgido a las autoridades chinas a «garantizar» los derechos previstos en la Declaración Conjunta Sino-Británica y la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos. También, han reclamado que Pekín garantice la «autonomía, los derechos y las libertades» de Hong Kong, igual que su independencia judicial.
Por su parte, el embajador chino ante la ONU, Zhang Jun, acusó concretamente a Estados Unidos, Alemania y Reino Unido de «abusar» de la plataforma que ofrece el organismo y «politizar» los asuntos relativos a los Derechos Humanos.
«Difunden información falsa, difaman a China e interfieren en los asuntos internos del país», criticó en un comunicado difundido en la web de la misión china ante Naciones Unidas.
«El camino de los Derechos Humanos de China está marcado por el pueblo chino», ha defendido Zhang, insistiendo en que Beijing se opone «firmemente» a la interferencia en sus «asuntos internos, los dobles raseros y la confrontación política».
Mientras tanto, el gobierno de Xi Jinping, ve hundirse su imagen, a nivel mundial, a causa de la pandemia de coronavirus que ha terminado de echar por tierra la imagen de China a nivel mundial. Un sondeo del Pew Research Center detectó a niveles máximos de animadversión en más de una decena de países.
El instituto estadounidense ha entrevistado a 14.276 personas entre mediados de junio y principios de agosto en 14 países. En todos ellos detectó una merma de la popularidad de China, que se desploma al 9 por ciento en el caso de Japón, el 14 por ciento en Suecia y el 15 por ciento en Australia.
En Estados Unidos, desde donde el presidente, Donald Trump, se ha mostrado especialmente crítico con las políticas de Pekín, un 73 por ciento de las personas entrevistadas tiene una mala imagen de China, mientras que en el caso de España este dato alcanza el 63 por ciento –diez puntos más que en 2019–, frente al 36 por ciento que ve con buenos ojos al país asiático.
En general, la animadversión hacia China se extiende a las tres cuartas partes de la ciudadanía en la mayoría de los países incluidos en este estudio, que también refleja que una mayor parte de los entrevistados –un 61 por ciento de media– creen que el país no ha gestionado como debería el virus que se originó en 2019 en la ciudad de Wuhan.
Solo un 37 por ciento de los encuestados cree que China ha actuado bien en relación a la pandemia, un dato que contrasta con el 61 por ciento que obtiene la Organización Mundial de la Salud (OMS) o el 73 por ciento que valora como buena la gestión del gobierno local, pero que está por encima del 15 por ciento apuntado en el caso de Estados Unidos.
La desconfianza también se extiende al presidente chino, Xi Jinping, ya que el 78 por ciento de las personas entrevistadas en los 14 países analizados por el Pew Research Center tienen poca o ninguna confianza en él. En Estados Unidos, el dato alcanza el 77 por ciento, mientras que en España ronda el 75 por ciento, nueve puntos más que en 2019.
En materia económica, sin embargo, China sigue viéndose como la potencia dominante, por delante de Estados Unidos. Un 48 por ciento identifica al gigante asiático como el país más poderoso del mundo en este ámbito –trece puntos más que el país norteamericano.
IN/BN/europapress/rp.
Preocupación internacional por los DD.HH en China, mientras se hunde la imagen del gobierno de Xi Jinping
