viernes 19 abril 2024

Thelma & Louise y la otra Louise, en busca de momentos de libertad

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Agustina Pereira

Thelma y Louise parecen haberse olvidado del mundo que observaron en su niñez. Estas amigas de película representan en el imaginario de los noventa, a dos mujeres que a partir de situaciones de insatisfacción salen con los pelos al viento en un lujoso auto deportivo, en busca de momentos de libertad, efímeros o no, pero libres.

En tanto para el cine representó la intención de posicionar la mirada de las mujeres en la pantalla grande y masiva, con una guionista que debutó con esta película. Las paradojas y violencias de la historia de estas dos amigas, una amistad sin pliegues entre dos mujeres, nos llevan a la reflexión en el guion sobre quiénes son víctimas y quiénes victimarios. Una trama que sigue vigente en distintos temas de la vida cotidiana en cualquier lugar del mundo.

Antes de llegar al precipicio final de las amigas en su auto, en búsqueda de una conciencia colectiva, detengámonos en la edad madura de Thelma y Louise, dos amigas que quizás no hayan alcanzado a conocer unos versos de la otra Louise: «Miramos el mundo una sola vez, en la infancia. El resto es memoria».

¿Cuánta castidad y decepciones habrán mirado aquellas dos amigas cuando niñas, para llegar a límites extremos entre libertad y delito?. También en Estados Unidos ya había sido publicado el libro Ararat, de otra americana, Louise Glück una académica sensible y frontal, y con su talento hace camino en un mar de letras.

Las dos Louise y Thelma, tres mujeres que irrumpen de algún modo en el contexto que participan; las actrices y sus personajes en situaciones tradicionalmente masculinas en la pantalla, y la poeta, escritora de un género considerado como una voz en minoría en un mundo que adora la prosa. Aunque en sus momentos de génesis, tanto esa película, como esos poemas llegaron a poner luz y más fuerza a otras voces femeninas, el eco tardó en escucharse.

En estos días posteriores a la entrega del Nobel de Literatura, se han publicado fragmentos de poemas de Louise Glück. Versos sencillos, agudos y potentes. Sencillos en cuanto a la absorción que no es sólo a través de la lectura sino por los poros, remiten a un principio, a un estado originario, íntimo. La intimidad de la mirada propia, sobre hechos y dolores que van marcando vidas, y la poesía de Louise lo hace universal.

Quizás haya visto la película de aquellas dos amigas, que escapan y vuelan antes que sucumbir al peso de la ley, en su poesía también hay interpretación de cultura, de la tragedia griega y de las tragedias americanas, familiares, y las que son propias y ajenas.

Hollywood y los Nobel en Suecia se ofrecen como escenarios de lenguajes que maduran, y una vez que caen de las ramas vuelven a brotar, crecer, ramificarse en varios de nosotros los lectores, o los que miramos cine en distintos tipos de pantallas. También en quienes nos animamos a la escritura:
El ojo del niño contiene un titilar
sólo se mira en la infancia porque lo demás es memoria,
en la adultez el amanecer es un recuerdo fugaz de hoy.
Cobran importancia los amaneceres, y atrevernos a dejar que el viento nos despeine.

Agustina Pereira
Politóloga, experta en formulación y gestión de proyectos con organismos internacionales
IG/BN/CC/rp.

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