EEUU. Acusan de terrorismo a 14 líderes de la pandilla salvadoreña Mara Salvatrucha

Washington DC. El Departamento de Justicia ha emitido este jueves un comunicado acusando formalmente de terrorismo a catorce altos líderes de la pandilla salvadoreña Mara Salvatrucha (MS-13), por lo que «explorará opciones para su extradición». De acuerdo con el texto, los sujetos están acusado de varios delitos relacionados con el terrorismo y otros actos delictivos no sólo en El Salvador, sino en regiones vecinas como México y Estados Unidos.

Entre los acusados por conspirar, financiar y cometer actos de terrorismo que «trascienden las fronteras» salvadoreñas están Borromeo Enrique Henríquez, alias ‘Diablito de Hollywood’, reconocido como el máximo jefe de la conocida ‘Ranfla Nacional’, en la que se encuadran los principales cabecillas de la MS-13.

Henríquez está detenido junto a otros diez de los acusados en El Salvador, por lo que Washington, avanza el comunicado, «explorará opciones para su extradición a Estados Unidos» con el Gobierno del presidente salvadoreño, Nayib Bukele.

No es el caso de otros tres pandilleros, Fredy Iván Jandres Parada, alias ‘Lucky de Park View’; César Humberto López Larios, conocido como ‘El Grenas de Stoners’; y Hugo Armando Quinteros Mineros, también ‘Flaco de Francis’, quienes permanecen prófugos y por los que se ofrecen recompensas de hasta 20.000 dólares (16.500 euros) a aquellos que puedan ayudar a su captura.

«La acusación formal anunciada hoy es la acusación formal de mayor alcance y más amplia dirigida contra la MS-13 y su estructura de mando y control en la historia de Estados Unidos», ha subrayado el fiscal general interino, Jeffrey A. Rosen.

«Al trabajar codo a codo con nuestros socios de las fuerzas del orden de Estados Unidos y con nuestros socios en El Salvador, hemos acusado a los líderes de más alto rango de la MS-13», señala.

«DERRAMAMIENTO DE SANGRE EN NUEVA YORK»
El fiscal federal interino para el Distrito Este de Nueva York (EDNY), Seth D. DuCharme, ha responsabilizado a la Mara Salvatrucha de estar detrás de «una ola de muerte y de violencia que ha aterrorizado» a varias comunidades, dejando a su paso «derramamiento de sangre» en Long Island y en todo el distrito este de Nueva York.

Por su parte, el director del FBI, Christopher Wray, ha señalado que «están comprometidos a combatir todas las formas de terrorismo que amenazan al pueblo estadounidense», así como a sus socios internacionales y ha advertido a aquellos que «se involucran en este tipo de actividades criminales» de que el FBI «trabajará incansablemente para llevarlos ante la justicia donde sea que estén».

El Departamento de Justicia ha explicado que desde 2002, los acusados y otros líderes de la MS-13, pese a estar en prisión algunos de ellos, establecieron estructuras delictivas y altamente organizadas para llevar a cabo sus delitos, toma de decisiones, e incluso reclutamientos de menores.

«Dirigieron actos de violencia y asesinatos en El Salvador, Estados Unidos y otros lugares, establecieron campos de entrenamiento de estilo militar para sus miembros y obtuvieron armas militares como rifles, pistolas, granadas, artefactos explosivos improvisados, y lanzacohetes», relata el comunicado.

«Las reglas establecidas por la ‘Ranfla Nacional’ permitieron que la pandilla floreciera en partes de Estados Unidos, incluso dentro del distrito este de Nueva York, donde, bajo el mando de los acusados, la MS-13 ha cometido numerosos actos de violencia, incluidos asesinatos, intentos de asesinato, asaltos, secuestros, narcotráfico, extorsión de particulares y empresas», asegura.

TREGUA CON EL GOBIERNO DE EL SALVADOR
El Departamento de Justicia ha detallado en su acusación cómo los principales líderes de la MS-13 han ejercido «su poder» sobre el Gobierno de El Salvador, a través de atentados, intimidaciones y ataques sobre muchos de sus funcionarios, población civil, fuerzas del orden, e incluso sobre agentes del FBI destinados en el país centroamericano.

El paradigma de esta influencia, relatan las autoridades estadounidenses, es la «tregua» alcanzada por el Gobierno salvadoreño y la MS-13 entre 2012 y 2015, con la que la pandilla redujo su número de homicidios a cambio de mejores condiciones carcelarias, beneficios y pagos en efectivo.

«A principios de 2016, la ‘Ranfla Nacional’ comenzó a planificar una gran campaña de violencia coordinada en El Salvador en represalia por las medidas más duras impuestas a sus miembros después del final de la tregua», explica.

Los pandilleros, cuenta, recibieron entrenamiento militar en los campos de entrenamiento de la MS-13 en El Salvador. Los acusados además ordenaron a las delegaciones desplegadas en Nueva York recaudar dinero para financiar esta campaña, logrando, a través de extorsiones, robos, y otras actividades delictivas, más de 600.000 dólares (unos 495.000 euros).
SD/BN/europapress/rp.

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