El arte de Tana Pujals. «Cuando descubrí los peces»

Cuando uno es retratista de animales, como yo, existen algunos de ellos que no me inspiran. Será por no conocerlos, o porque el desafío es demasiado grande o simplemente porque no existe empatía. Esa fue siempre mi idea cuando me hablaban de retratar peces. Hay muchos artistas que pintaron naturalezas muertas y bodegones donde el pescado es el centro de atracción y que me encantan. Pero nada como los artistas orientales para captar el movimiento de este animal con apenas algunas pinceladas en tinta china.

Un día mi hija fue a trabajar por unos meses a Sudán y ahí tomó contacto con el Mar Rojo y sus famosos corales. Aprendió a bucear y me introdujo en el mundo de estos miles de peces multicolores que nadan entre corales, algas y caracoles. Así de la nada le vino la idea que yo le mandara algunos dibujos chicos de peces para vender. Como se dice “NO” a una hija ?!?

El primero terminó en la basura: parecía una burda copia de Nemo, el famoso pececito de Disney. El segundo mejoró algo pero no tenía volumen y parecía como si lo hubieran aplastado con un matamoscas. Así me pase unos días y la papelera se fue llenando de pelotas de papel arrugado. No es fácil encontrar inspiración en un mundo que uno desconoce pero yo no podía olvidarme si existe la imaginación. No lo había tenido en cuenta!

Llené mi tablero de fotos de peces que viven en arrecifes coralinos. Busqué formas, colores, fantasía. Ahí estaba el Pez León con sus líneas blancas, marrones y con algo de violeta; unas aletas desarrolladas con forma de abanico, lo que le da un aspecto exótico. Exhibe largas espinas dorsales y pectorales que me recordaron a un puercoespín del mar. Con el empecé a divertirme, buscando su historia atrás de esos ojos saltones.

Lo siguió un pececito de color chillón: el Pez Ángel Real. Amarillo con rayas blancas- azuladas verticales. Una boquita que parece estar largando besos sin parar. El entusiasmo creció a la par de la inspiración. Me imaginaba como la “ Jacques Cousteau” del arte, buceando entre los corales con mis lápices de color, buscando los más exóticos, divertidos y, porque no, artísticos.

Prioricé los colores antes que el movimiento. Inventé una historia para cada uno de ellos y los agregué a mi numerosa familia de animales. A partir de ese acto inmersivo, que no buceo, les saqué la prejuiciosa etiqueta de “ esto no retrato”.

Por eso, cuando veo documentales mostrando la muerte de los corales, se me pianta un lagrimón. Muchos científicos la atribuyen a una serie de factores de estrés ambiental como el calentamiento de las temperaturas del agua. Como resultado este mundo colorido desaparece pues los peces se alimentan de los corales.
Dijo Jacques Cousteau: “La razón de que haya hecho películas sobre el mundo submarino reside simplemente en mi creencia de que la gente protege aquello que ama. Pero sólo amamos aquello que conocemos. “
Así fue que empecé a retratar y amar los peces.
Tana Pujals.
Artista con pasión por retratar animales.
CC/BN/CC/rp.

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