Comienzo de clases conflictivo, Ctera inicia paro el 17 de febrero, posible adhesión de Ademys

Los dos gremios más enfrentados con el gobierno porteño condicionan su concurrencia a que previamente se los incorpore al plan de vacunación. Sin embargo los datos indican que el 60% de los docentes no están afiliados a ningún sindicato. La administración Rodríguez Larreta ha reiterado que las clases comenzarán el 17 de febrero en forma escalonada y que en marzo los cursos estarán completos.

Angélica Graciano, la secretaria general de UTE-Ctera, que lidera el ultra K Baradell, el principal sindicato docente en la Ciudad de Buenos Aires, advirtió en El Destape radio: “Si quieren empezar las clases el 17 de febrero, vamos a hacer retención de servicios. No vamos a concurrir al lugar de trabajo”.

Graciano volvió a condicionar el regreso a las aulas a la campaña de vacunación de los docentes. “Si va a haber un plan de vacunas, adaptemos el inicio de clases a la vacunación. Primero se partidizó la vacuna y ahora es la partidización de las escuelas. Es muy arriesgado el planteo que se está haciendo”.

Voceros del gobierno porteño manifestaron que sería conveniente que los gremios leyeran el documento de la Sociedad Argentina de Pediatría en el que advierte: “Es indiscutible que la escuela es fundamental para el desarrollo y el bienestar de los niños, niñas y adolescentes, no sólo para la adquisición de conocimientos sino también para el fortalecimiento de aspectos emocionales y sociales, el cuidado de aspectos nutricionales, de la salud y la realización de la actividad física.” También deberían tener consciencia que miles de trabajadores, sin vacuna, salen diariamente de su casa para realizar actividades en las que también están en riesgo.

El otro gremio propenso al paro, Ademys, hasta ahora solo anunció que las asambleas decidirán sobre la medida de fuerzo, sobre la que no había definición. En total 17 son los sindicatos de los docentes, de los cuales uno ya resolvió parar y otro fijará su posición en las próximas horas. En el resto de las organizaciones hay reparos, pero no hubo pronunciamiento contra la apertura.

Las clases comenzarán en la Ciudad, más allá de las medidas de fuerza afirmó la ministra de Educación, Soledad Acuña, y adelantó que descontarán los días a los docentes que no concurran a su lugar de trabajo.
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