“Borgen, los cerdos y el modelo nórdico del Presidente” por Isabel de Estrada

En el 2018, China tuvo que sacrificar 500 millones de cerdos a causa de un brote de Peste Porcina Africana (enterrados vivos); lo que arrasó con un 50% de los cerdos que producía ese país. El 90% de la dieta de la población china está basada en carne de cerdo. Los chinos entonces, empezaron a mirar hacia fuera, para suplir el déficit que les había quedado a causa de la Peste Porcina.

La noticia de que el país elegido para instalar 25 fábricas con 12.500 cerdas madres cada una fuera la Argentina fue anunciada por Biogénesis Bagó, una sociedad conformada por el empresario Hugo Sigman, y el laboratorio Bagó, quienes, juntos, son los mayores productores y exportadores argentinos de vacunas y medicamentos veterinarios. Esta iniciativa tomó estado público en plena pandemia. El Canciller Felipe Solá, tomó esta noticia y anunció que se estaba negociando un Memorandum de entendimiento entre ambos países.

De ahí en más se esparció como reguero de pólvora, alarmando a una parte importante de la población, y no solamente al 1% de veganos urbanos (que en realidad son 12 %), como declaró el Ministro Kulfas, más tarde. ¿Pero qué hay de cierto detrás de todo este sainete en el que intervinieron muchos y diversos actores tan disímiles como el empresario Sigman, la actriz y activista Liz Solari, el ex Embajador en China Diego Guelar, el Presidente de la Nación, Paul Mc Cartney, el Canciller Solá y su mascota, la chancha Pelota, el Presidente de la Asociación Vegana Argentina, Manuel Martí, y una de las series más vistas en Netflix, acerca de la política danesa, Borgen, en el que en uno de sus capítulos trata precisamente acerca de las granjas de crianza intensiva de cerdos.

¿Cuál es la verdad acerca de las fábricas de cerdos chinas? En el mes de Julio del 2019, el en ese entonces Embajador Diego Guelar, firmó un acuerdo especial entre China y Argentina por el cual “simplemente se abrió la posibilidad para exportar carne de cerdo a ese país”, dice. “Al bajar el consumo de carne de cerdo en Argentina debido a la recesión (y quien sabe el incipiente veganismo), y firmar el acuerdo, se abrió esa posibilidad. En ese momento quedaron cuatro frigoríficos autorizados para la exportación.

El Memorandum que anunció este año el Canciller Solá, es simplemente una carta de entendimiento entre ambos países, con el objetivo de trabajar en pos de transformar la Argentina en un proveedor de carne importante de cerdo. Esa carta de intención es fundamental en China para empezar a hacer cualquier cosa. “Pero es solo un primer paso” dice Diego Guelar, y prosigue, “ante la reacción de proteccionistas, las múltiples marchas, las campañas críticas a través de las redes, y el pánico general de la población, debido a la Pandemia y los múltiples virus zoonóticos, Felipe Solá, suspendió el Memorandum.”, concluye.

Pasado un tiempo, cuando las aguas se calmaron, se corrió la voz de que la instalación de las fábricas, quedaría sujeta a la decisión de cada provincia. El primer Gobernador en firmar un acuerdo sería Jorge Capitanich en el Chaco. “No hay absolutamente nada de cierto” asegura el ex Embajador Guelar en China.” Es un invento. China no quiere invertir en estas condiciones en la Argentina. Debido al enorme problema de Sanidad que tienen, ellos dividieron su Servicio Sanitario. El local, muy complicado de controlar, se hace a través del Ministerio de Agricultura, y el externo, a través de la Aduana. Luego de la experiencia de la peste Africana, tienen mucho rigor con los requisitos y no confían en la Argentina.”, asegura, enumerando las razones por las que las negociaciones han quedado en pausa por el momento.

Sin embargo, el actual embajador en China, Sabino Vaca Narvaja, trabaja en el relevo de actores interesados en invertir y bancos interesados en el financiamiento. “De todas maneras será un negocio entre privados, con la fiscalización del Ministerio de Agricultura, Cancillería y Medio Ambiente. Es un proyecto Federal, pensado a muy largo plazo y del que probablemente, pandemia mediante, se hablará cuando el Presidente Fernández visite China en el mes de Mayo. Los números que se barajaron están pensados a 20 o 30 años, asegura Sabino Vaca Narvaja.

Por otro lado, como todos hemos presenciado en los medios, la visita de Liz Solari, acompañada por el Presidente de la Asociación Vegana Argentina, y de una urna con más de medio millón de firmas, sería otro de los motivos. También le presentaron una exhaustiva propuesta para promover una campaña de parte del Gobierno en pos de una alimentación que incorpore más verduras, y sea más nutritiva y saludable para la población. Amén de la concientización acerca del maltrato animal.

“Se habló mucho sobre el tema y durante la conversación mencionamos la campaña de Paul, Mary y Stella Mc Cartney del “Meet Free Monday” (lunes sin carne), adoptada por más de doscientos países en el mundo, destinada a crear conciencia sobre el impacto ambiental perjudicial de la agricultura animal y la pesca industrial. “La campaña”, cuenta Liz, “alienta a las personas a frenar el cambio climático, conservar los preciosos recursos naturales y mejorar su salud al tener al menos un día a base de plantas cada semana”. Y agregó Solari, el Presidente nos escuchó atentamente y dijo textualmente: “si Paul Mc Cartney viene y toca Blackbird en mi despacho, me hago vegano”.

La carta de Paul Mc Cartney al Presidente Fernández, pidiéndole su adhesión a la campaña de “Lunes sin Carne”, ya está en su despacho. “Es fantástico que hayamos conectado a Paul Mc Cartney con el Presidente Alberto Fernández con la esperanza de implementar el “Lunes sin carne”, dice la actriz, y agrega: “El impacto que tiene la industrialización animal en los seres humanos, los animales y el planeta es desbastador. Está claro que tiene que terminar”.

Si Sir Paul Mc Cartney se presentará con su guitarra, es algo que ignoramos. E ignoramos aún más, si a pesar de eso, el Presidente cumplirá con su palabra. Lo que en el último año ha quedado demostrado, es que a menos que dejemos de destrozar a la naturaleza y torturar y matar animales, seguiremos quedando expuestos a nuevas cepas virósicas, acelerando el cambio climático y asistiendo a mayores desastres ambientales, los que a pesar del aporte de la ciencia, los laboratorios y las vacunas, nos mantendrán en vilo.

En este sentido, resulta bastante elocuente que la primera firma del Presidente Biden al asumir su mandato, haya sido la de regresar al Acuerdo de París, el que establece medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Isabel de Estrada – www.fundaciónzorba.org
Autora de “Aullidos en el Viento”, “Correr para Vivir”, “Perros sin collar”, “Buenos Aires Guau”
IG/BN/CC/rp.

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