Fracasó la prueba del cohete Starship de Space X, se estrelló durante el aterrizaje

El último prototipo del cohete de diseño interplanetario Starship de Space X, denominado SN11, se estrelló este 30 de marzo tras un despegue y vuelo de algo menos de seis minutos.

«Parece que el motor 2 tuvo problemas en el ascenso y no alcanzó la presión de la cámara de operación durante el aterrizaje, aunque, en teoría, no era necesario. Algo significativo sucedió poco después del inicio de la ignición para el aterrizaje», comentó el director ejecutivo de Space X, Elon Musk, en su cuenta de Twitter. «Al menos el cráter está en el lugar correcto», añadió.

El ensayo era la cuarta prueba de vuelo a gran altitud de un prototipo de esta nave espacial desde el complejo Starbase en Bocachica, Texas. De manera similar a las pruebas de vuelo a gran altitud anteriores de Starship, el SN11 fue impulsado a través del ascenso por tres motores Raptor, cada uno de los cuales se apagó en secuencia antes de que el vehículo alcanzase el apogeo, aproximadamente hasta 10 kilómetros de altitud. SN11 realizó una transición de propulsor a los tanques de cabecera internos, que contienen propulsor de aterrizaje, antes de reorientarse para la reentrada y un descenso aerodinámico controlado.

El prototipo de Starship descendió bajo un control aerodinámico activo, logrado por el movimiento independiente de dos aletas delanteras y dos traseras en el vehículo. Los cuatro flaps son activados por una computadora de vuelo a bordo para controlar la actitud de Starship durante el vuelo y permitir un aterrizaje preciso en la ubicación prevista.

MANIOBRA DE VOLTEO
El vuelo tenía previsto que los motores Raptor de SN11 se volvieran a encender cuando el vehículo intentase una maniobra de volteo de aterrizaje inmediatamente antes de aterrizar en la plataforma de aterrizaje adyacente al soporte de lanzamiento. Al parecer, fue en ese momento cuando uno de los motores falló e hizo que el cohete se estrellara.

Un descenso aerodinámico controlado con aletas corporales y capacidad de aterrizaje vertical, combinado con el llenado en el espacio, es fundamental para aterrizar Starship en destinos a través del sistema solar donde no existen superficies o pistas preparadas, y regresar a la Tierra. Esta capacidad permitirá un sistema de transporte totalmente reutilizable diseñado para transportar tanto a la tripulación como a la carga en vuelos interplanetarios de larga duración y ayudará a la humanidad a regresar a la Luna y viajar a Marte y más allá, explicó Space X en el comunicado previo al vuelo de SN11.
CC/BN/europapress/rp.

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