En el marco del 57° Coloquio IDEA, el Papa Francisco en su discurso resaltó la importancia del trabajo como fundamento de la dignidad humana y expresó que «es el camino de más duración de realización de las personas que da alas a mejores sueños».
«Quiero saludar el espacio de dialogo que se han propuesto la Fundación IDEA y la unión de trabajadores de la economía popular», comenzó su discurso. Y siguió: «Varias veces me he referido a la noble vocación del empresario que busca con creatividad producir riqueza y diversificar la producción, haciendo posible al mismo tiempo la generación de puestos de trabajo».
«Porque no me cansaré de referirme a la dignidad del trabajo, lo que da dignidad es el trabajo. El que no tiene trabajo siente que le falta algo, la dignidad que da el trabajo, que unge de dignidad», siguió el papa Francisco con sus palabras leídas.
Entre otras cosas dijo: “Algunos me han hecho decir cosas que yo no sostengo. Que propongo una vida sin esfuerzo o que desprecio la cultura del trabajo. Imagínense si se puede decir eso de un descendiente de Piamonteses que no vinieron a nuestro país con ganas de ser mantenidos sino con un enorme deseo de arremangarse para construir un futuro para su familia. Es curioso, no ponían la plata en el banco, los migrantes, sino que ladrillos y terreno. La casa, primero, miraban hacia adelante, hacia la familia. Inversión de familia”.
«El trabajo expresa y alimenta la dignidad del ser humano. Le permite desarrollar las capacidades que Dios le regaló, le permite sentirse colaborador de Dios para cuidar y desarrollar este mundo. Le hace sentirse útil con la sociedad y solidario con sus seres queridos», indicó. Y agregó: «Da alas a mejores sueños».
“Siendo esto así queda claro que los subsidios sólo pueden ser una ayuda provisoria. No se puede vivir de subsidios. Porque el gran objetivo es brindar fuentes de trabajo diversificadas que permitan a todos construir el futuro con el esfuerzo y con el ingenio”, sentenció el Papa nacido en la Argentina ante los empresarios.
Sobre el final, siguió: «Por ser diversificadas, abren el camino para que las distintas personas encuentren el contexto adecuado para desarrollar sus propios dones, ya que no todos tienen las mismas capacidades e inclinaciones. Por esta senda, creo que el diálogo entre los empresarios y los trabajadores es no sólo indispensable sino también fecundo y prometedor».
Gracias por este coloquio que se han planteado con un propósito tan noble. Que Dios los bendiga y no se olviden de rezar por mí», concluyó su mensaje con la frase que lleva su sello.
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