EE.UU. Manzur y Guzman, intentaron convencer a empresarios que la administración Fernández no se radicalizará

New York. Ante empresarios e inversores el jefe de Gabinete, Juan Manzur, junto al ministro de Economía, Martín Guzmán les prometieron  que el Gobierno no se radicalizará después de las elecciones de noviembre. Manzur les aseguró que el Presidente Fernández cuenta con el apoyo del peronismo y de los gobernadores,  pero lo primero que escucho de los ejecutivos es que Argentina debe acelerar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)

En el encuentro se plantearon tres niveles de información: primero habló el ministro Guzmán; luego el jefe de gabinete brindó un panorama de la situación y, por último, durante casi dos horas, hubo un intercambio de preguntas, con mucho acento en lo económico y lo político.

Pero la incógnita, que sobrevuela a los hombres de negocios que asistieron a la reunión no se despejó, ya que resulta difícil establecer que nivel de sustentabilidad política tienen los dichos de los funcionarios del gobierno de Fernández.

Los datos que reciben de Buenos Aires señalan que nadie puede asegurar que ocurrirá después del resultado de los comicios legislativos, cualquiera fuere el resultado, ya que la coalición gobernante, Frente de Todos, está en medio de una crisis interna que hace presumir que entró en una etapa de desintegración que pone en riesgo la gobernabilidad de la administración Fernández, cuando todavía le restan dos años de mandato.

En medio de esta percepción de los empresarios e inversores de los Estados Unidos, el ministro de Economía, Martín Guzmán, no pudo brindar una fecha exacta sobre el cierre del acuerdo con el FMI. Los ejecutivos ya tenían la información que el acuerdo podría recién concretarse, quizás, en el primer trimestre del 2022, según los dichos de Alberto Fernández.

Guzmán intento justificar la demora y aseguró que el Gobierno no va a apurarlo porque deben esperar la resolución sobre el sobrecosto de las tasas de interés y “el acuerdo debe ser sustentable en el tiempo. No es solo un pedido de la Argentina el tema del costo de interés sino un reclamo del G20″, indicó.

A su vez, Manzur dijo que “después de las elecciones el peronismo y los gobernadores “van a seguir en el gobierno” e invitó a un “trip investor” para que los inversores viajen a Buenos Aires. Además, el ministro les pidió paciencia y equilibrio: “En 2016 vino el equipo económico, yo estaba en Columbia y había mucha euforia, pero todo terminó en una crisis. Ahora vamos a avanzar con el FMI en un programa, no vamos a radicalizar ni ir a una política de shock que genere una recesión”, comentó, según uno de los asistentes.

Manzur no debe haber sido informado, que el nuevo secretario de Comercio, Roberto Feletti, ya había comenzado un proceso de radicalización con el sector de empresarios de la producción de consumo masivo, al anunciar el congelamiento de precios, y la amenaza a quienes lo violen que serán pasibles de serles aplicada la Ley de Abastecimiento. La información ya estaba en las carpetas de los ejecutivos, que efectuaron planteos fuertes por la falta de avances en medidas de estabilización  que permitan recuperar la confianza del mercado, luego del canje del 2020, tal como lo refleja el alto riesgo país.

Entre otros, estuvieron los ejecutivos Pablo Goldberg de BlackRock; Diego Ferro de M2M Capital, Javier Timerman de AdCap, Gustavo Ferraro de Gramercy, Sebastián Vargas de Barclays, Darío Lizzano de PointView, Alberto Ades de NWI Management, Claudia Castro de Invesco, Andrés Lederman de Fintech y otros colegas de Morgan Stanley, Goldman Sachs y otros fondos de inversión. Se sumó el ex viceministro de Cristina Kirchner, Emmanuel Alvarez Agis por estar en Manhattan. Al encuentro asistieron también el el embajador en los Estados Unidos, Jorge Argüello, y el cónsul en Manhattan, Santiago Villalba, previo a otra reunión con empresarios e inversores de compañías estadounidenses.

Como siempre ocurre, voceros oficiosos señalaron que la reunión se concretó en un tono cordial y que fue positiva, pero nadie afirma que los invitados se fueron convencidos de lo que escucharon.

P/ag.na.europapress.ifb.tk/gr.rp.

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