A 52 días de incorporarse como segunda de Roberto Feletti y en medio de un congelamiento de precios que no termina de cumplirse, Débora Giorgi, ex ministra de Industria en la presidencia de Cristina Kirchner, dejó su cargo en el Gobierno. en medio de una fuerte disputa dentro del oficialismo.
Fuentes de la Secretaría de Comercio justificaron la salida en un enfrentamiento más o menos disimulado con Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, el área del que depende la Secretaría de Comercio. Pero en los pasillos de la Casa Rosada, el rumor es que “fue una decisión del Presidente” y agregaron: “No renunció porque nunca fue designada y no fue designada por decisión del Presidente”, que de alguna manera respondió al malestar de Kulfas, un albertista, ante una Giorgi considerada cristinista.
“Giorgi vino a trabajar y a integrar el equipo con el objetivo de desarrollar y consolidar una política de precios sustentable. Lo cierto es que a 52 días de haber asumido el decreto presidencial con su designación no fue firmado. Se cansó y acordamos que se fuera”, explicó una fuente de Comercio Interior.
La falta de nombramiento en el Boletín Oficial de Débora Giorgi era una particularidad, ya que tanto Feletti como su subsecretario de Políticas para el Mercado Interno, Antonio Mezmezian y de la subsecretaria de Acciones para la Defensa de las y los Consumidores, Georgina Pessagno, en todos los casos ya había pasado por el Boletín Oficial.
En otras áreas del Gobierno aseguraban que ese tipo de designaciones “puede tardar algún tiempo”, pero finalmente terminó siendo uno de los motivos que desencadenaron la renuncia de la funcionaria. Para colmo, Giorgi tampoco figuraba como funcionaria en la página web de la Secretaría de Comercio ni en el “mapa del Estado” elaborado por Jefatura de Gabinete.
Allegados a Giorgi, deslizan que el ministro de Desarrollo, Matías Kulfas, es el responsable de los cuestionamiento a la ex funcionaria con la que mantiene, desde hace tiempo, cuestionamientos políticos que se reflejaron en su libro “Los tres kirchnerismos” donde criticó a Débora Giorgi, ministra de Industria entre 2008 y 2015, sin nombrarla : “Una parte significativa de la política industrial se destinó a fortalecer un régimen productivo que generó un considerable déficit de divisas de la industria que en 2010 pasó de ser de poco más de 6.000 millones de dólares en 2010 hasta los 15.400 millones de dólares en 2013”, según escribió el ministro.
Pero más allá de inquinas del pasado, uno de las cuestiones que pesó en la salida de Giorgi fue la demora en su designación oficial como funcionaria de Comercio Interior, algo que fue leído cerca de la ex ministra como un “destrato” que revela, una vez más, la característica de comportamiento del Presidente Alberto Fernández con sus funcionarios y recuerdan la forma indebida y desconsiderada con que fue despedido de la Cancillería Felipe Solá, quién en pleno vuelo para cumplir una misión oficial fie notificado que estaba fuera del Gobierno.
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