El Congreso se ha convertido en el escenario en el que la UCR está dirimiendo una batalla que tiene subyacente la disputa de cargos para los comicios presidenciales de 2023. En principio la confrontación es entre el jujeño Gerardo Morales, que aspira a la candidatura presidencial, y el porteño Horacio Rodríguez Larreta que pretende la misma posición.
Morales no se privó de acusar a Lousteau de que provocó el quiebre en el bloque de diputados para debilitar a la UCR, y favorecer la candidatura del jefe del Gobierno porteño, e incluso pretender encumbrarse en la presidencia del Comité Nacional, que se definirá próximamente, puesto que Morales considera que prácticamente ya está en sus manos, y en consecuencia ha comenzado a accionar sobre los espacios en que actualmente se mueve el ex ministro de Economía.
Lousteau ya tomó conocimiento que su puesto de vicepresidente primero del Senado será ocupado por la santafesina Carolina Losada, la periodista que obtuvo un resonante triunfo en las PASO y lo consolidó en las elecciones generales del 14 de Noviembre. Esta modificación se conocerá oficialmente en las próximas horas, pero en fuentes del centenario partido aseguran que ya está decidido, y deslizaron “El ex ministro pedía renovación y ahora la escoba lo barrió a él”.
Colaboradores de Lousteau afirman que no competía por esa vicepresidencia, que tampoco cuestiona a Losada, pero agregan más críticas a referentes actuales: “ Nosotros lo que objetamos es que sea presidente de bloque de senadores una persona que cuando fue candidato a gobernador sacó 14%», disparan en alusión a la elección de Formosa de 2007 en la que el jefe del bloque radical, Luis Naidenoff, obtuvo ese porcentaje. En 2015 volvió a postularse y obtuvo el 26%.
“El que gana conduce y el que pierde acompaña” es la frase articulada por al grupo liderado por el Coti Nosiglia, Lousteau y Yacobite, que provocaron el quiebre del bloque de diputados radicales y defiende la economista “A Martín le están haciendo pagar la defensa de los porteños. Cuando Alberto Fernández nos manoteó la plata para dársela a Kicillof, Morales quería que el bloque vote a favor, Lousteau se plantó muy fuerte y los jujeños de Morales votaron junto con el kirchnerismo el robo a la Ciudad en Diputados y el Senado”.
Lousteua no solo se quedará sin la vicepresidencia primera del Senado, que es el cuarto lugar después de Cristina Kirchner, la presidenta previsional Claudia Ledesma Abdala y el vicepresidente Maurice Closs, sino que existen dudas sobre su permanencia en la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio, que también podría ser ocupada por Carolina Losada, que recibe el apoyo de la “vieja guardia” radical.
Mientras algunas fuentes del centenario partido aspiran a que se supere el escándalo de la fractura radical en Diputados, en la Cámara Alta se manejó con mayor discreción su discusión interna y se diseñó una ecuación que, a diferencia de Cámara Baja, les garantice la unidad: el jefe de bloque seguirá siendo el formoseño Naidenoff -apoyado por toda el ala del gobernador Morales- pero cederá la presidencia del interbloque, una vocería política importante, que ocupará el ex gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo.
En los mentideros políticos recuerdan que estas luchas internadas tienen un sentido concreto ya que en el Congreso, la presidencia de los bloques significa poder interno porque desde ahí se gestionan las estructuras y recursos. El jefe de interbloque, en cambio, es una vidriera hacia el exterior, porque, entre otras cosas, es el encargado de sintetizar la postura del espacio y cerrar la mayoría de los debates.
Mientras tanto en la bancada de JxC se trabaja para sumar a su interbloque a tres senadores provinciales que hoy tienen monobloques por afuera: el salteño Juan Carlos Romero, la neuquina Lucila Crexell y la riojana Clara Vega. Es importante porque si lograran sumar a los tres pasarían de 31 a 34 legisladores, apenas uno menos que los 35 que tendrá el Frente de Todos. Eso los beneficiaría, por ejemplo, en el reparto de comisiones.
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