sábado 20 abril 2024

China y Rusia unen sus coincidencias estratégica para enfrentar fricciones con Occidente

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Vladimir Putin y Xi Jinping destacaron sus buenas relaciones “sin precedentes”, en una cumbre virtual este 15 de diciembre. Los mandatarios mostraron una postura común frente al boicot diplomático a los Olímpicos de Invierno y la OTAN por las tensiones con Ucrania, entre otros asuntos. Ambos líderes se respaldan en un momento de alta fricción con Occidente, que amenaza con sanciones al Kremlin y presiona a China por su historial de derechos humanos.

La hostilidad compartida hacia Estados Unidos y Europa acerca a Moscú y Beijing. El presidente chino, Xi Jinping, aseguró este 15 de diciembre que, aunque su país no es aliado de Rusia, “las relaciones han alcanzado un nivel sin precedentes», en referencia a una buena sintonía con su homólogo ruso.

Sus declaraciones se produjeron en una cumbre virtual en la que aseguraron que deben mantenerse firmes en el rechazo de lo que consideran la «interferencia occidental» y defender los intereses de seguridad de sus naciones.

«En la actualidad, ciertas fuerzas internacionales bajo el disfraz de ‘democracia’ y ‘derechos humanos’ están interfiriendo en los asuntos internos de China y Rusia y pisoteando brutalmente el derecho internacional y las normas reconocidas de las relaciones internacionales», aseguró el mandatario chino, según citó la agencia estatal de noticias Xinhua.

Uno de los principales puntos de fricción en la actualidad y tratados en el encuentro de este miércoles fueron las garantías de seguridad que Rusia le exige a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en medio de la masiva movilización de tropas rusas a la frontera con Ucrania. Una situación vista por Bruselas y Washington como la posible antesala de una «invasión» rusa a su vecino país.

«China y Rusia deben incrementar sus esfuerzos conjuntos para salvaguardar de manera más efectiva los intereses de seguridad de ambas partes», dijo el mandatario chino en respaldo al líder del Kremlin.

Si bien Ucrania no es miembro de la OTAN, la organización le ha ofrecido su completo respaldo y asegura estar comprometida en preservar la soberanía de la exrepública soviética, que se inclina a fortalecer sus relaciones con Occidente.

La furia de Moscú ha vuelto a estallar debido a los planes de Kiev de unirse tanto a la alianza militar transatlántica como a la Unión Europea (UE).

Putin exige garantías de la coalición de defensa de no expandirse y descartar «cualquier movimiento adicional de la OTAN hacia el este y el despliegue de sistemas de armas que nos amenacen en las proximidades del territorio ruso».

«Se ha formado un nuevo modelo de cooperación entre nuestros países, basado, entre otras cosas, en principios tales como la no injerencia en los asuntos internos y el respeto por los intereses de los demás», afirmó Putin a Xi Jinping durante la reunión de este 15 de diciembre.

Rusia y China buscan apoyo mutuo en un momento de alta tensión en sus relaciones con Occidente. Beijing se encuentra bajo presión por su historial de violaciones a los derechos humanos, que recientemente generaron el boicot diplomático de algunos países a los próximos Juegos de Invierno.

Además, Rusia encara las amenazas de sanciones por parte de la Unión Europea y advertencias de Estados Unidos si decide cruzar aún más los límites y proceder con una eventual invasión a Ucrania. Moscú niega que tenga esas intenciones.

Mientras Putin y Xi Jinping dejaban clara su unión, desde la Eurocámara, en Bruselas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, renovó sus advertencias al Kremlin.  La líder aseguró que el bloque de los 27 países está dispuesto a tomar medidas «inéditas» contra el Gobierno ruso si da un paso más en las presiones militares que ejerce hacia Ucrania.

«Nuestra respuesta a cualquier agresión adicional puede tomar la forma de un aumento y expansión robustos de estos regímenes de sanciones existentes (…) Y, por supuesto, estamos dispuestos a tomar medidas adicionales sin precedentes con graves consecuencias para Rusia», sostuvo Von der Leyen.

Además, la diplomática subrayó que la UE trabaja en estrecha colaboración con Estados Unidos para concretar posibles acciones que vayan más allá de las imposiciones contra los sectores financiero y energético de Rusia, los bienes de doble uso y la defensa. A esta postura se sumó poco después el nuevo canciller de Alemania, Olaf Scholtz, durante su primera declaración oficial ante el Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento alemán.

«Estamos viendo con gran preocupación la situación de seguridad en la frontera entre Rusia y Ucrania (…) Cualquier violación de la integridad territorial tendrá un alto precio y nos pronunciaremos con una sola voz entre nuestros socios europeos y nuestros aliados transatlánticos», advirtió, aunque señaló que aún espera una solución diplomática con Moscú.

China dejó claro su respaldo a los Juegos Olímpicos de Invierno, programados para el próximo febrero en Beijing, que en las últimas semanas ha sido objeto de un cuestionado boicot diplomático. Estados Unidos fue el primer país en anunciar, el pasado 6 de diciembre, que no enviará a su delegación de Gobierno al emblemático evento deportivo como retaliación por las «atrocidades» de derechos humanos de China, especialmente contra minorías como la etnia musulmana Uigur.

El anuncio de la Administración de Joe Biden fue seguido como un efecto dominó por Reino Unido, Canadá y Australia. No obstante, la medida fue reprochada por Francia y Alemania, que lo consideraron una respuesta incorrecta, pues indicaron que el deporte es un mundo aparte que debe protegerse de la interferencia política.

«Me gustaría señalar que invariablemente nos apoyamos mutuamente en temas de cooperación deportiva internacional, incluido el rechazo a cualquier intento de politizar el deporte y el movimiento olímpico», dijo Putin en la cumbre virtual en un espaldarazo al presidente chino.

El encuentro entre Putin y Xi Jinping se produjo justo ocho días después de que el jefe de Estado ruso hablara con Biden, quien le exigió que rebaje la tensión e inicie una desescalada militar en las zonas fronterizas con Ucrania.

Putin ha utilizado la asociación con China como una forma de equilibrar la influencia de Estados Unidos en el mundo, al mismo tiempo que logra lucrativos pactos con su nuevo amigo, especialmente en energía. Este año, el presidente ruso y el mandatario chino acordaron extender un tratado de amistad y cooperación de 20 años.

INT/ag.europapress.fra./rp.

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