Rusia. Putin amenaza con convertir a Latinoamérica en un escenario bélico, desplegaría tropas en Venezuela y Cuba

Moscú – El Kremlin ha asegurado que «no descarta» un despliegue militar en Cuba y Venezuela, en plena escalada de tensiones con Occidente por las últimas movilizaciones en torno a Ucrania y tras el envío de tropas a Kazajstán, a raíz de las últimas protestas contra las autoridades.

El viceministro de Exteriores ruso, Sergei Ryabkov, se ha referido a la presencia militar en América Latina en una entrevista con la cadena RTVI. «No quiero confirmar o descartar nada», ha declarado Riabkov, quien ha afirmado que todo «depende» de los pasos que dé Estados Unidos.

En este sentido, el viceministro ha defendido el derecho de Moscú de reaccionar ante hipotéticas «provocaciones», si bien ha apostado igualmente por la diplomacia para resolver cualquier disputa con otros países, también con la Administración que encabeza Joe Biden.

El Gobierno ruso ha reiterado en varias ocasiones su compromiso con Cuba, Venezuela y Nicaragua, países a los que ha ayudado tanto en términos políticos como económicos en estos últimos años.

Moscú ha dicho sentirse amenazado por la creciente presencia de la OTAN en el este de Europa y ve con especial preocupación el acercamiento de Ucrania a la Alianza Atlántica. El miércoles, los países de la OTAN y Rusia celebraron el primer consejo en dos años y medio.

Las conversaciones en Ginebra y la reunión del miércoles entre Rusia y la OTAN en Viena no lograron reducir las discrepancias sobre las exigencias rusas de seguridad, mientras Rusia mantiene tropas movilizadas cerca de Ucrania.

Ryabkov dijo que Estados Unidos y la OTAN han rechazado el principal reclamo de Moscú, una garantía de que la alianza no se expandirá a Ucrania y otras naciones exsoviéticas, y añadió que las grandes diferencias en las estrategias de los dos bandos ponen en duda la continuidad de las conversaciones.

La frustración por la falta de avances quedó claramente evidenciada, cuando el diplomático aseguró que Rusia no veía motivos para organizar «en los próximos días» una nueva ronda de negociaciones

El funcionario ruso  ha asegurado que su país no tiene «intención» de atacar a Ucrania, pero pide un tratado que prohíba cualquier expansión futura de la OTAN, el no despliegue de armamentos ofensivos cerca de Rusia y la reducción drástica de la cooperación y de maniobras militares occidentales en Europa del Este.

Este jueves, Moscú rechazó un proyecto de sanciones al presidente ruso Vladimir Putin en caso de invasión de Ucrania presentado por importantes senadores estadounidenses. «Sanciones contra un jefe de Estado es una medida que cruzaría un límite, sería el equivalente a una ruptura de relaciones», denunció el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.

El vicecanciller ruso, Sergei Ryabkov expresó su preocupación de que la OTAN podría usar el territorio ucraniano para el despliegue de misiles capaces de llegar a Moscú en solo cinco minutos, mientras que Putin señaló que los buques de guerra rusos armados con el último misil de crucero hipersónico Zircon le darían a Rusia una capacidad similar si se desplegaran en aguas neutrales.

El misil Zircon, que según Putin vuela a nueve veces la velocidad del sonido a un alcance de más de 1.000 kilómetros (620 millas), es difícil de interceptar y podría equiparse con ojivas convencionales o nucleares. Está previsto que la marina rusa lo ponga en servicio a finales de este año y lo instale a bordo de sus fragatas y submarinos.

La declaración de Ryabkov siguió a sus comentarios del mes pasado comparando las tensiones actuales sobre Ucrania con la Crisis de los Misiles Cubanos de 1962, cuando la Unión Soviética desplegó misiles en Cuba y Estados Unidos impuso un bloqueo naval de la isla. Esa crisis terminó después de que el presidente estadounidense John F. Kennedy y el líder soviético Nikita Khrushchev acordaron que Moscú retiraría sus misiles a cambio de la promesa de Washington de no invadir Cuba y la retirada de los misiles estadounidenses de Turquía.

Poco después de su primera elección en 2000, Putin ordenó el cierre de una instalación de vigilancia militar construida por los soviéticos en Cuba mientras buscaba mejorar los lazos con Washington. Moscú ha intensificado los contactos con Cuba en los últimos años a medida que aumentaban las tensiones con Estados Unidos y sus aliados.

En diciembre de 2018, Rusia envió brevemente un par de sus bombarderos Tu-160 con capacidad nuclear a Venezuela en una muestra de apoyo al presidente venezolano Nicolás Maduro en medio de la presión occidental.

Las conversaciones, entre Washington y Moscú,  se producen cuando aproximadamente 100.000 soldados rusos con tanques y otras armas pesadas se concentran cerca de la frontera oriental de Ucrania. Rusia ha descartado las preocupaciones de que se estaba preparando para una invasión y, a su vez, acusó a Occidente de amenazar su seguridad al colocar personal y equipos militares en Europa Central y Oriental.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov  rechazó los pedidos de Occidente de retirar las tropas rusas de las áreas cercanas a Ucrania. “Es casi imposible que la OTAN nos dicte dónde debemos mover nuestras fuerzas armadas en territorio ruso”, dijo.

Las tensiones en torno a Ucrania y las demandas de Rusia a Occidente aparecieron nuevamente sobre la mesa en la reunión del jueves de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Viena. El Ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Zbigniew Rau, quien asumió el cargo de Presidente en ejercicio de la OSCE, señaló en su discurso de apertura que “el riesgo de guerra en el área de la OSCE es ahora mayor que nunca en los últimos 30 años”.

INT/ag.europapress.vfn/rp.

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