Con un comunicado de solo dos párrafos, en el que ni siquiera se menciona a Rusia ni se hace referencia al despliegue de tropas rusas dentro de las regiones separatistas en Ucrania, la administración Fernández, luego de un premeditado silencio, ante la escalada de la crisis a tratado de sostener un posición de equilibrio en su relación con Rusia y Estados Unidos y planteó una negociación diplomática, el no uso de la fuerza entre estados y con pleno respeto de los derechos humanos, ambas situaciones que ya Moscú ha violado,
En la Casa Rosada la orden es “prudencia y cautela” ante la gravedad de la situación que escala día a día provocada por la decisión del Kremlin de reconocer como estados a las provincias separatistas de Donetsk y Luganska y efectuar el despliegue de tropas rusas, con el argumento de “misión de paz”. La Cancillería Argentina espera que se concrete un diálogo entre los presidentes Vladimir Putin y Joe Biden, propuesto por el francés Macrón, que destrabe la situación en los enclaves separatistas ucranianos y aleje el fantasma de una guerra de consecuencias impredecibles. Pero, esa cumbre está supeditada por Washington a que Putin no continúe su despliegue militar en territorio ucraniano.
Fuentes diplomáticas señalaron que la administración Fernández apoya los acuerdos de paz alcanzados en 2015 en Minsk entre Ucrania, Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), con la participación de las regiones de Donetsk y Lugansk, hoy epicentro de conflicto. De hecho ese acuerdo está prácticamente violado por la incursión de las tropas rusas en las regiones separatistas.
El conflicto en Ucrania llega en un mal momento para el Gobierno, que se encuentra en el tramo final de las negociaciones para un acuerdo con el FMI, en el que la Casa Blanca tiene la llave principal para alcanzarlo, y que hoy se encuentra en un severo enfrentamiento con el presidente ruso Vladimir Putin, ante quién Alberto Fernández le ofreció ser la puerta de entrada a Latinoamérica, y conformar una alianza estratégica en la región. Posición sostenida por el Instituto Patria, conducido por el camporismo. Pero, a corto plazo, si la crisis se extiende y Washington y sus aliados occidentales avanzan en la aplicación de sanciones a Rusia, llegará el momento en que la administración Fernández deberá fijar su posición geopolítica.
“La postura es la de siempre: promover el diálogo pacífico y trabajar para encontrar una solución política”, han dicho fuentes oficiales. Ni el Presidente Fernández, que participó hoy de un encuentro de la OIT, ni el canciller, Santiago Cafiero, se pronunciaron aún sobre el conflicto que enfrenta otra vez a Occidente con Moscú. Pablo Tettamanti, secretario de relaciones exteriores, fue embajador en Rusia, y es otro de los funcionarios que sigue con “atención” la situación en esa región.
Estados Unidos siguió con atención las declaraciones y gestos de acercamiento del presidente, Alberto Fernández durante su gira por Rusia, China y Barbados, durante los primeros días del mes en curso. La administración Biden reconoció, mediante el Departamento de Estado que mirará de cerca la postura que adopte el Gobierno argentino con respecto al conflicto latente en Ucrania.
Comunicado oficial de la Cancillería Argentina:
«La República Argentina expresa su preocupación por el desarrollo de la situación generada en Ucrania. El Gobierno argentino reafirma la necesidad de que todas las partes involucradas avancen en una negociación diplomática que permita una salida política a la creciente tensión en el este de Ucrania, a fin de mantener la paz y la seguridad internacional».
«En este marco apela a todas las partes involucradas a resolver sus diferencias a través del diálogo, con apego a los principios de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho Internacional, la solución pacífica de las controversias, el no uso de la fuerza entre estados y con pleno respeto de los derechos humanos».
P/ag.ln.cl.ifb.vfn/gr.rp.
