El oficialismo del Senado sufrió un revés con la sesión prevista para este miércoles al no conseguir los votos para aprobar el proyecto de Reforma de la Magistratura, que deja a la Corte Suprema sin representación en el organismo. Volverán a reunir este miércoles al plenario de comisiones de Justicia y Asuntos Constitucionales, para agregarle al texto cambios pedidos por aliados y propios oficialistas.
La demora complica el cumplimiento del fallo del Máximo Tribunal, que ordenó que si antes del 15 de abril no existe una nueva ley se debe volver al sistema anterior, cuando regía la ley de 1997. Eso significa una integración de 20 miembros, con el titular de la Corte Suprema como presidente también del Consejo.
Si el Senado le da media sanción el miércoles que viene, en Diputados -donde el proyecto está aún más ajustado de votos- debería darle tratamiento en menos de una semana. «El Consejo corre riesgo de entrar en parálisis», reconocen oficialistas y opositores.
Las modificaciones estaban previstas para lograr sumar el apoyo del rionegrino aliado, Alberto Weretilneck, pero se había informado que se harían directamente en el recinto. Por eso, tomó por sorpresa que a última hora, cuando se esperaba la convocatoria para la sesión, el Frente de Todos cambiara de planes.
Weretilneck pide la «federalizar» la Magistratura con cuatro estructuras regionales -zona AMBA, Norte, Centro y Sur del país- que estén integradas por consejeros locales y se encarguen de la designación de los jueces que correspondan a los distritos de las provincias que abarquen.
Por ese motivo, firmó su propio dictamen y a pesar de las negociaciones que se dieron durante todo el fin de semana y las propuestas que el oficialismo le acercó, se mantuvo firme en el rechazo.
A eso se suma que la riojana Clara Vega, que tiene un monobloque, en este caso tampoco confirma si acompañaría la iniciativa y la cordobesa Alejandra Vigo, ya adelantó su rechazo. Si el oficialismo suma a sus 35 legisladores propios y a la aliada Magdalena Solari Quintana no le alcanza para poder llegar a los 37 votos afirmativos que necesita.
Encima, hay un reclamo desde el seno del propio oficialismo, con legisladores del interior que también plantean propuestas de «federalización» del Consejo, aunque diferentes a la de Weretilenck.
«Como es largo el tema, hay que unificar textos, y para evitar que la oposición se queje de que se entera de una cantidad de cambios en el recinto, se decidió reunir de nuevo a las comisiones, presentar ahí la versión definitiva y pasar la sesión para la semana que viene», afirmó una alta fuente oficialista.
Hay una discusión legal abierta respecto a si se puede volver a dictaminar sobre el proyecto original, enviado por el Ejecutivo, o deberán presentar un proyecto de cero, unificado. La modificación, además, podría ayudar a la pelea en Diputados, donde la ley, al momento, tiene pocas chances de ser aprobada. Necesita 129 votos afirmativos y el FdT tiene un bloque de 118. Necesita 11 voluntades más. Pero Weretilneck es referente de dos diputados rionegrinos que integran un interbloque de cinco legisladores en total y su aval podría servir para la disputa en la Cámara Baja.
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