En las próximas dos semanas tendrá lugar el primero de una larga lista de compromisos “laterales” asumidos por el Gobierno nacional con el Fondo Monetario Internacional en el programa económico: “adaptar” el presupuesto que quedó vigente tras el rechazo del Congreso al proyecto de ingresos y gastos para 2022 a las nuevas condiciones macro establecidas en el acuerdo.
Para eso, el Poder Ejecutivo buscará modificar por la vía administrativa el presupuesto 2021 prorrogado para este año y evitará así tener que discutir en el parlamento un nuevo proyecto. El rechazo de la ley de leyes, en diciembre pasado, fue un golpe duro a la hoja de ruta que se había planteado el ministro de Economía Martín Guzmán en la hoja de ruta de la negociación con el FMI.
El primer objetivo del acuerdo con el FMI es“adaptar” el Presupuesto 2021 que quedó vigente tras el rechazo del Congreso al proyecto de ingresos y gastos para 2022 a las nuevas condiciones macro establecidas en el acuerdo. Resulta que una de las críticas más repetidas en la oposición a esa iniciativa rechazada era que los supuestos macroeconómicos explicitados en ese proyecto habían quedado desactualizados.
Como referencia, se planteaba un horizonte de inflación para 2022 de 33% anual y de poco más de 40% para 2021. La aceleración de precios de la última parte del año hizo terminar el IPC anual en casi 51% y el propio programa con el FMI terminó por convalidar un arco de inflación de entre 38 y 48%, una proyección que también ya quedó atrasada.
Habrá, explicaron fuentes oficiales, dos modalidades por las cuales el Gobierno pueda cristalizar esa adaptación del presupuesto vigente del 2021 al nuevo programa con el FMI. “Las adecuaciones pueden hacerse o por decisión administrativa o resolución; en ese caso no se comunican al Congreso. Cuando se hacen por decreto de necesidad y urgencia, sí se comunica al Congreso”, detallaron desde un despacho oficial.De acuerdo a la hoja de ruta prevista con el FMI, esa adecuación podrá hacerse con tiempo límite hasta el 15 de abril próximo.
Según un informe de la consultora PxQ, que dirige Emmanuel Álvarez Agis, el Gobierno se perfila para poder cumplir con todas las metas previstas para el último día de marzo. “Con datos disponibles hasta febrero, el déficit primario acumula $92.982 millones, por lo tanto debería superar $129.000 millones en marzo para quedar por encima del límite de la meta. Dada la dinámica de ingresos y gastos, aún incorporando la actualización de las jubilaciones y pensiones correspondientes a marzo, parece poco probable que se supere la meta trimestral”, consideró.
“En cuanto al target de financiamiento monetario, con datos al 23 de marzo el BCRA acumula adelantos transitorios al Tesoro por $122.000 millones con lo cual se mantiene por debajo de la meta de $236.800 millones. A su vez, el Tesoro logró un ratio de refinanciamiento de los vencimientos de deuda en moneda local de 142% lo cual ayuda a reducir el financiamiento monetario”, anticipó.
“Las reservas internacionales netas, por su parte, deberían acumular un incremento de USD 1.200 millones versus diciembre en los primeros tres meses del año. Al 15 de marzo la variación es de -USD 2.400 millones pero si se suman los USD 4.400 millones de financiamiento neto que ingresaron el viernes por el préstamo del FMI, se superaría el objetivo trimestral”, concluyeron desde PxQ.
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