El presidente Alberto Fernández podría aprobar el ingreso de Sergio Massa al gabinete nacional, a cargo de un superministerio que controlaría toda el área de economía. También se ratificaría la continuidad en la Jefatura de Gabinete de Juan Manzur. En principio no se trata de una decisión producto del acuerdo entre los tres socios del Frente de Todos, Fernández, Cristina Kirchner y Massa.
Fuentes, en Balcarce 50, dejaron trascender que Cristina le pidió a Fernández los lugares que ocupan Vilma Ibarra en la Secretaría Legal y Técnica, y Claudio Moroni en el Ministerio de Trabajo. Además del ingreso de Jorge Capitanich como jefe de Gabinete. Pero el Presidente se resistió a esos cambios y sólo aceptó la incorporación de Massa.
“A Alberto le suma la llegada de Massa”, aseguraron en el entorno presidencial. Sin embargo, a través de su cuenta de Twitter, el presidente de la Cámara de Diputados aclaró que no recibió “ningún ofrecimiento” por parte del mandatario. “Veo muchos rumores y versiones. No tuve ningún ofrecimiento y recién quedé en charlar con el presidente Alberto Fernández sobre la agenda de trabajo entre viernes y sábado”, publicó en sus redes sociales.
Desde Casa Rosada admitieron en que todavía no está cerrado el ingreso de Massa. Tres semanas atrás, cuando Martín Guzmán había renunciado, en el entorno del presidente de la Cámara de Diputados, habían señalado que pretendía la Jefatura de Gabinete, tener bajo su órbita el Ministerio de Economía, el Banco Central y la AFIP. Sin embargo, quien no aprobó esa movida fue la vicepresidenta.
Cerca de Fernández entienden que el punto neurálgico de la crisis pasa por la inflación y la corrida cambiaria, porque están convencidos que las otras variables marcan un crecimiento. Y que el ingreso de Massa no soluciona esos problemas. Pero en los pasillos de la Casa Rosada, en baja voz, se admite que los problemas son generados por una crisis política que se agita en el interior de la coalición gobernante.
La posible incorporación al gabinete nacional de Sergio Massa, como superministro de Economía, se dejó trascender desde el Gobierno, sin medir el impacto de confusión que podría tener la información, ya que la actual titular del palacio de Hacienda, Silvina Batakis, se encontraba demorada en su regreso al país por problemas en los vuelos en Estados Unidos luego de haberse reunido e con la directora del FMI, Kristalina Georgieva; con el funcionario del Departamento de Tesoro del gobierno de Joe Biden, David Lipton; y con inversores en Wall Street, ante los que manifestó que contaba con el apoyo de Cristina Kirchner para cumplir con el programa acordado con el Fondo. .
Ante los cambios que podrían concretarse la próxima semana, y a fin de no desautorizar las gestiones de Batakis, en Washington, ella podría ser designada a cargo de la secretaria de Hacienda, en el ministerio que encabece Massa. Una señal a ser interpretada por el mercado cuando se concrete. Durante el fin de semana, fuentes cristinistas indicaron que las otras áreas que podrían formar parte del superministerio serían Producción, a cargo de Daniel Scioli; ignorándose la reacción que podría tener, en razón de una controvertida relación con Massa.
Desde la Casa Rosada también comentaron n que Alberto F. desechó la posibilidad que el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich reemplazara como jefe de Gabinete a Juan Manzur para trasladarlo a la Cancillería en lugar de Santiago Cafiero. Pero la continuidad de Manzur fue pedida por varios gobernadores peronistas durante durante el encuentro que mantuvieron con el Presidente.
Tras conocerse el posible cambio de Gabinete, en el cristinismo volvieron a cuestionar al Presidente por resistir los cambios estructurales o más amplios que reclama tanto Cristina como el propio Massa. En La Cámpora pretendían un esquema con Capitanich como jefe de Gabinete y Massa, superministro.
De concretarse finalmente estos cambios, un tema álgido quedará sobre la mesa de las discusiones internas del Frente de Todos, quién reemplazará a Sergio Massa como presidente de la Cámara de Diputados, ya que quién ocupe esa posición se convertirá en el tercer potencial sucesor en la línea presidencial de la Nación.
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