Bogotá – Después de siete años de cierre vehicular y gradual deterioro de las relaciones entre ambas naciones, Gustavo Petro, presidente de Colombia y el dictador venezolano, Nicolás Maduro, anunciaron la reapertura de la frontera común para el próximo 26 de septiembre.
Un paso adelante en el objetivo de ambos Gobiernos para restablecer las relaciones diplomáticas y un salto económico relevante para ambos países. El presidente colombiano señaló además que «se reanudará la conexión aérea y el transporte de carga» entre ambos naciones.
En este sentido, el jefe del régimen venezolano se congratuló por la medida: «Me alegra mucho anunciar que a partir del próximo 26 de septiembre daremos apertura conjunta a las fronteras entre Venezuela y Colombia. Además, reanudaremos los vuelos entre Caracas-Bogotá y Valencia-Bogotá. El intercambio y la cooperación entre nuestros pueblos reinician con buen pie», confirmó en su cuenta de Twitter este 9 de septiembre.
Uno de los primeros pasos del recién posesionado mandatario colombiano fue designar un embajador en Caracas, ausente debido a que el Gobierno anterior de Iván Duque no reconocía como legítima la Presidencia de Nicolás Maduro, virando su atención hacia Juan Guaidó, autoproclamado jefe de Estado sobre la base de los artículos 333, 350 y 233 de la Constitución venezolana.
Desde 2019, Bogotá había llevado a cabo la estrategia de aislamiento internacional conocida como «cerco diplomático», con el objetivo de aislar al régimen de Maduro y hacerlo renunciar, plan que no tuvo éxito dada la persistencia de su mandato y el nuevo momento que vive a nivel internacional su Administración, cuando Europa experimenta una crisis energética en el marco de la guerra en Ucrania y la presión de Rusia.
El mandatario colombiano ha expresado en distintas ocasiones que la reapertura ayudará a paliar diversos problemas; como el crimen organizado que se ha instaurado en la frontera y que ha proliferado en la trata ilegal de personas, así como una economía regional deteriorada que se había beneficiado por décadas de los intercambios comerciales entre ambos países.
Este nuevo impulso, por otra parte, a la aviación en el país llega tras años de que el sector entrara en crisis en Venezuela. En 2014, el desplome del precio del petróleo -principal fuente económica del régimen venezolano- hizo que el Estado no pudiera cumplir con millonarias deudas que mantenía con las aerolíneas, lo que causó desde entonces el éxodo de muchas de estas empresas.
Luego, en 2017, la empresa que operaba el 50% de los viajes entre Bogotá y Caracas, Avianca, canceló sus operaciones, asegurando entonces que lo hacía para preservar su “seguridad” ante “limitaciones operativas”.
En medio de esta situación, fueron muchas las aerolíneas que prefirieron dejar de operar en el país, lo que causó que la poca oferta de vuelos incrementara los precios de los escasos pasajes, haciendo aún más complicado para los ciudadanos movilizarse en avión con trayectos desde y hacia Venezuela.
De acuerdo a lo que indican algunos medios de comunicación económicos como Bloomberg, las primeras aerolíneas que podrían entrar a operar las rutas Caracas-Bogotá y Valencia-Bogotá anunciadas este viernes por Maduro podrían ser Avianca y Wingo, aunque por el momento no hay fuentes oficiales que lo confirmen. Avianca, por su parte, informó haber iniciado los procedimientos para reiniciar su vuelo Bogotá – Caracas.
Con el regreso de las relaciones comerciales entre ambos países, se espera impulsar un intercambio económico que en 2008 alcanzó 7.200 millones de dólares, pero que tras el cierre parcial de la frontera en 2015 y la clausura total en 2019 finalmente se vino a pique.
Después de la ruptura diplomática entre Colombia y Venezuela en el año 2019, los pasos de la Administración Petro hacia su vecino representa, según el embajador Armando Benedetti, “empezar desde cero” también en asuntos claves como la apertura de consulados, la reactivación del comercio, la revisión de las infraestructuras educativas y de salud, entre otras.
Venezuela, por su parte, se ha mostrado abierto a este cambio de relaciones, que comportan un mayor reconocimiento por parte de Colombia al régimen venezolano y que a ojos de Maduro también abren una oportunidad económica para ambos países.
INT/ag.vfn.europapress/fp.rp.