Moscú. La Cas Blanca ha pedido a sus ciudadanos que abandonen Rusia de inmediato debido a la guerra en Ucrania y al riesgo de arresto arbitrario o acoso por parte de las fuerzas del orden rusas.
«Los ciudadanos estadounidenses que residan o viajen en Rusia deben partir de inmediato», dijo la embajada de Estados Unidos en Moscú. «Ejercer mayor precaución debido al riesgo de detenciones injustas». “No viaje a Rusia”, agregó.
“Los servicios de seguridad rusos arrestaron a ciudadanos estadounidenses por cargos falsos, señalaron a ciudadanos estadounidenses en Rusia para detención y acoso, les negaron un trato justo y transparente y los condenaron en juicios secretos o sin presentar pruebas creíbles”, dijo la embajada.
«Las autoridades rusas hacen cumplir arbitrariamente las leyes locales contra los trabajadores religiosos ciudadanos estadounidenses y han abierto investigaciones criminales cuestionables contra ciudadanos estadounidenses involucrados en actividades religiosas».
El Kremlin dijo que no era la primera vez que se pedía a ciudadanos estadounidenses que abandonaran Rusia. La última advertencia pública de este tipo fue en septiembre, después de que el presidente Vladimir Putin ordenara una movilización parcial.
«El Departamento de Estado ha expresado (las advertencias) muchas veces en el último período, por lo que esto no es algo nuevo», dijo a los periodistas el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
El Servicio de Seguridad Federal (FSB) dijo en enero que los fiscales habían abierto un caso penal contra un ciudadano estadounidense por sospecha de espionaje.
El pasado mes de diciembre, la estrella del baloncesto estadounidense Brittney Griner fue liberada en un intercambio de prisioneros tras haber sido condenada a nueve años en una colonia penal por poseer cartuchos de vape que contenían aceite de cannabis -prohibido en Rusia- tras un proceso judicial calificado de farsa por Washington.
Paul Whelan, ex marine estadounidense, cumple una condena de 16 años en una colonia penal rusa tras ser declarado culpable de cargos de espionaje que, según Washington, también son una farsa.
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