Gazza-Jerusalén. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, había dicho el jueves que el ejército «hará una transición a un nuevo enfoque de combate» con una campaña aérea menos intensiva, después de haber dicho anteriormente que comenzaría a retirar algunas tropas de la Franja de Gaza.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que era un «imperativo absoluto» que Israel hiciera más para proteger a los civiles antes de llegar a Tel Aviv el martes para reunirse con el primer ministro Benjamín Netanyahu, como parte de una gira regional.
En una reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Blinken «subrayó la importancia de evitar más daños a los civiles y proteger la infraestructura civil en Gaza», dijo en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
El objetivo declarado de Israel es destruir a Hamás, que mató a más de 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomó 240 rehenes cuando sus terroristas arrasaron la frontera el 7 de octubre, desencadenando la guerra.
Sin embargo, aunque gran parte del pequeño y densamente poblado enclave costero ha sido reducido a escombros, el grupo terrorista islamista sigue luchando y sus principales líderes siguen prófugos.
El ejército de Israel, que dice que los civiles palestinos no deberían intentar regresar a sus hogares en el norte de Gaza, donde comenzó su ofensiva en octubre, que ha ampliado mientras tanto sus operaciones en Khan Younis, en el sur, dijo el martes.
Después de que Israel ordenó a todos los civiles que abandonaran el norte de Gaza, muchos se refugiaron en el sur, aunque continuó bombardeando esa zona también. Desde entonces, sus tropas terrestres han invadido el sur, empujando a los palestinos desplazados a chabolas cada vez más hacinadas en el extremo sur del enclave, en la frontera con Egipto.
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