Mientras los expositores desfilan por el plenario de comisiones del Senado, el oficialismo acelera las negociaciones para empezar a darle forma al que, ya admiten, será el nuevo proyecto de Ley Bases. Ahora quieren dictaminar este jueves, pero la situación no es fácil: se toparon una catarata de pedidos de modificaciones de bloques aliados y el Ejecutivo le busca una salida, sobre todo a Ganancias, hoy impasable. «Se harán cambios pero tampoco va a ser una carnicería», advirtió un legislador clave de LLA.
El vicejefe de Gabinete, José Rolandi, está en contacto vía teléfono con todos los senadores que plantearon reparos en las comisiones. Mientras que este miércoles, la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzabal Murphy, desembarcó en el Senado y recorrió despachos para llevarse un punteo de los principales planteos.
A diferencia de la dinámica de Diputados -cuando ambos funcionarios hicieron base en el despacho de Martín Menem- en esta ocasión no ocurre lo mismo con Victoria Villarruel, que por ahora se mantiene a un margen de la negociación fina.
La UCR, bancada que conduce Eduardo Vischi y reúne a 13 legisladores, estuvo reunida a la mañana por más de dos horas. Hicieron un compendio de todos los temas en los que pedirán retoques.
Más allá del RIGI en el capítulo del blanqueo los radicales están planteando que se exceptúe a los hermanos, pero también que se impida blanquear en criptomonedas.
A su vez, exigen que se reincorpore el monotributo social que, con la modificación de pisos, se eliminó. «Se deja cada vez más afuera a los sectores informales», plantean.
También piden un guiño a la clase media. Más allá del impuesto a las Ganancias, que están esperando cómo decanta la negociación con los gobernadores, quieren incorporar al debate una recomposición para jubilados y el financiamiento de universidades. Se trata de dos temas que están siendo debatidos en Diputados, pero en la UCR ven la posibilidad de incluirlo en el debate de la Ley Bases.
Así la bancada radical busca una forma de mantenerse unido frente a las decisiones que deben tomar, a pesar de la reunión reservada que existió entre Guillermo Francos y Martín Lousteau, que no cayó bien en la bancada. Algunos legisladores aseguraron que se enteraron por los medios y otros consideraron que fue una «desorganización» porque se salteó al jefe de bloque.
Ganancias es, todavía, la gran incógnita. No solo los patagónicos están diciendo que no la votan, sino también otros legisladores federales. Vuelan rumores de todo tipo, incluso que el Ejecutivo aceptaría eliminar del pago de Ganancias a todos los patagónicos.
Sería un giro drástico porque el proyecto original justamente elimina el diferencial del 22% que beneficia a las provincias patagónicas por zona desfavorable. El secretario de Hacienda, Carlos Guberman, había explicado en la comisión que no encontraban «justificación para mantener ese diferencial por regiones». «Con el nivel de ingresos que se está fijando ahora estarían alcanzados solo sectores elevados, aun en la Patagonia”, aseguró.
Si eliminaran a todos los patagónicos del pago del tributo se generaría, además, un problema con el resto de las provincias.
Igualmente, los patagónicos aseguran que la presión es tal que algún cambio va a haber. En ese caso, aunque no votarían a favor, podrían colaborar de alguna manera -abstenciones o ausencias- para que la norma logre aprobación.
Pero hay una traba más: la ratificación en Diputados. «Lo que salga con modificaciones acá, si no tiene dos tercios puede volver para atrás porque los diputados insisten con el texto original. No hay ninguna garantía con LLA», afirman cerca de una senadora.
Después de dos días completos de exposiciones, el miércoles el plenario de comisiones descansará, porque el cuerpo recibe al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, que hará su primer informe de gestión. El jueves retoman y para ese día todavía quedan expositores. Si las negociaciones avanzan a lo largo del miércoles, el oficialismo intentará dictaminar.
P/ag.agencias.medios.ln.cl.ifb./gr.