Bruselas. La Unión Europea inició el martes conversaciones de membresía con Ucrania, dando al país un impulso político en medio de su guerra contra la invasión rusa, aunque todavía queda un largo y difícil camino por delante antes de que pueda unirse al bloque.
El primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, dirigiéndose a la reunión en Luxemburgo por videoconferencia, dijo que el inicio de las conversaciones era un momento histórico y un paso significativo tanto para Kiev como para la UE hacia «nuestra gran victoria compartida».
«Para nuestra nación, la Unión Europea significa mucho más que un espacio físico», afirmó. «Representa los valores y el hogar».
La reunión fue más una cuestión de simbolismo que del meollo de las negociaciones, que comenzarán en serio sólo después de que la UE haya examinado una gran cantidad de legislación ucraniana para evaluar todas las reformas necesarias para cumplir con los estándares del bloque.
Pero al marcar el inicio de las conversaciones con Ucrania y con su vecina Moldavia más tarde ese mismo día, la UE señaló que ambos países están en un camino que se aleja de la influencia rusa y hacia una mayor integración con Occidente.
El camino hacia la membresía en la UE es arduo para los países candidatos, ya que deben reformar para cumplir con los estándares de la UE en una amplia gama de temas, desde la lucha contra la corrupción hasta la regulación de la agricultura y la armonización de las normas aduaneras.
Pero la guerra añade una enorme capa adicional de desafíos tanto para Kiev como para Bruselas, planteando preguntas que ninguno de los dos quiere responder en este momento, como si Ucrania podría unirse si parte de su territorio todavía estuviera ocupada por fuerzas rusas.
La perspectiva de una membresía moldava plantea preguntas similares, aunque en menor escala, ya que los soldados rusos están estacionados en la región separatista de Transdniestria del país.
Ucrania y Moldavia tendrán que sortear no sólo obstáculos técnicos y legales para ser miembros, sino también obstáculos políticos.
Los países candidatos necesitan la aprobación de los 27 miembros de la UE para abrir y cerrar cada paso de las negociaciones de membresía, lo que brinda a los gobiernos de la UE numerosas oportunidades para retrasar el proceso.
INT/ag.agencias.rt.europapress/rr.