Jerusalén-Beirut. Israel mató al líder de Hesbolá, Saye Hassan Nsrallah, en un estratégico ataque aéreo en Beirut, asestando un duro golpe al grupo respaldado por Irán mientras se tambalea tras una creciente campaña de ataques israelíes.
El ejército israelí dijo el sábado que había eliminado a Nasrallah en el ataque contra la sede del comando central del grupo en los suburbios del sur de Beirut el viernes. Hezbollah confirmó que había muerto, sin decir cómo.
La muerte de Nasrallah supone un duro golpe tanto para Hezbolá como para Irán, ya que elimina a un aliado influyente que ayudó a convertir a Hezbolá en el eje de la red de grupos aliados deTeherán en el mundo árabe.
El presidente estadounidense, Joe Biden, describió la muerte de Nasrallah como una medida de justicia para las numerosas víctimas que, según él, tuvo el jefe de Hezbolá, entre ellas miles de estadounidenses, israelíes y libaneses, y dijo que Estados Unidos apoyaba plenamente el derecho de Israel a la legítima defensa.
Un miembro de alto rango de la Guardia Revolucionaria de Irán, el comandante adjunto Abbas Nilforoushan, también murió en los ataques israelíes en Beirut el viernes, informaron los medios iraníes el sábado.
Los ataques continuaron en los suburbios del sur de Beirut durante la tarde del sábado, según una transmisión en vivo de Reuters, enviando grandes nubes de humo sobre la ciudad.
El ejército israelí afirmó que el sábado, en un ataque al sur de Beirut, mató a un miembro de alto rango de los servicios de inteligencia de Hezbolá, al que identificó como Hassan Khalil Yassin. Hezbolá no ha hecho ninguna mención al respecto hasta el momento.
En Israel, las sirenas de ataque aéreo sonaron en todo el centro del país el sábado, incluido Tel Aviv, y se oyeron grandes explosiones después de que un misil fuera disparado desde Yemen e interceptado, según el ejército israelí.
Hezbolá dijo en un comunicado que continuará su batalla contra Israel «en apoyo de Gaza y Palestina, y en defensa del Líbano y su pueblo firme y honorable».
El primer ministro interino del Líbano, Najib Mikati, dijo que su país se enfrentaba a una amenaza de peligro, sin mencionar la muerte de Nasrallah. Su oficina anunció más tarde tres días de luto por el jefe de Hezbolá.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, dijo que el asesinato de Nasrallah será vengado y que su camino en la lucha contra Israel será continuado por otros militantes.
Hezbolá e Israel han estado librando un conflicto en paralelo a la guerra de Israel contra el grupo palestino Hamás en Gaza desde el ataque de Hamás al sur de Israel el pasado 7 de octubre, un conflicto que se ha intensificado drásticamente en los últimos días.
El canal de televisión Al-Manar, de Hezbolá, emitió versos del Corán tras anunciarse la muerte de Nasrallah. Se oyeron ráfagas de disparos en Beirut y el ejército libanés desplegó tanques en el centro de la ciudad, según testigos de Reuters.
El ataque aéreo del viernes -una sucesión de explosiones tremendamente poderosas que dejaron un cráter de al menos 20 metros (65 pies) de profundidad- sacudió Beirut.
El ejército israelí dijo que Nasrallah fue eliminado en un «ataque selectivo» contra la sede subterránea del grupo debajo de un edificio residencial en Dahiyeh, un suburbio del sur de Beirut controlado por Hezbollah.
Dijo que fue asesinado junto con otro alto líder de Hezbolá, Ali Karaki, y otros comandantes.
«El ataque se llevó a cabo mientras la alta cadena de mando de Hezbolá operaba desde la sede y promovía actividades terroristas contra ciudadanos (israelíes)», indicó.
La muerte de Nasrallah es por lejos el golpe más grande en una quincena devastadora para Hezbollah, que comenzó con un ataque mortal a miles de dispositivos de comunicaciones inalámbricas utilizados por sus miembros.
Días después, Israel incrementó significativamente los ataques aéreos en el Líbano, matando a varios altos comandantes de Hezbolá y a cientos de otras personas en amplias zonas del país.
Muchos partidarios de Hesbolá se mostraron incrédulos el sábado.
«Él nos estaba guiando. Era todo para nosotros. Estábamos bajo su protección», dijo a Reuters entre lágrimas una partidaria, Zahraa, por teléfono desde una escuela a la que había sido desplazada durante la noche.
Hezbolá no dio ninguna indicación inmediata sobre quién podría suceder a Nasrallah. El alto funcionario de Hezbolá, Hashem Safiddine, ha sido considerado durante mucho tiempo como el heredero aparente. El grupo no ha emitido ninguna declaración sobre el estatus de Safieddine ni el de ningún otro líder de Hezbolá, aparte de Nasrallah, desde el ataque.
El sábado, Hezbolá siguió lanzando cohetes transfronterizos, lo que hizo sonar las sirenas y obligó a los residentes a huir a refugiarse en el interior de Israel. Las defensas antimisiles israelíes bloquearon a algunos de ellos y no hubo informes inmediatos de heridos.
La escalada ha aumentado los temores de que el conflicto pueda salirse de control y potencialmente involucrar a Irán, principal aliado de Hezbolá, así como a Estados Unidos.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo que la guerra de Israel no era contra el pueblo libanés y calificó a Nasrallah como el «asesino de miles de israelíes y ciudadanos extranjeros».
Rusia dijo que condenaba enérgicamente el asesinato de Nasrallah a manos de Israel y pidió a Israel que detuviera las hostilidades en el Líbano.
INT/ag.agencias. europapress/rp.