Beirut-Jerusalén. Israel dijo que había atacado la sede de inteligencia de Hezbollah en Líbano durante la noche y que estaba evaluando los daños el viernes después de una serie de ataques contra figuras importantes del grupo que el líder supremo de Irán calificó de contraproducentes.
Se informó que el ataque aéreo sobre Beirut, parte de un ataque más amplio que ha obligado a más de 1,2 millones de libaneses a abandonar sus hogares, tuvo como objetivo al potencial sucesor del líder de Hezbolá respaldado por Irán, Sayyed Hassan Nasrallah, asesinado por Israel hace una semana.
El destino de Hashem Safiedine no está claro y ni Israel ni Hesbolá han ofrecido comentario alguno.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, dijo el viernes que el costo para los civiles en el Líbano de la campaña de Israel contra Hezbolá es “totalmente inaceptable”.
«Todas las partes deben hacer todo lo que puedan en todo momento para proteger a los civiles y la infraestructura civil y garantizar que los civiles nunca corran peligro», dijo a los periodistas en Nueva York.
Más de 2.000 personas han muerto en el Líbano como consecuencia del conflicto en el último año, la mayoría de ellas en las últimas dos semanas, según el gobierno libanés, que no ha desglosado la cifra total para detallar el número de civiles y combatientes de Hezbolá muertos.
El gobierno libanés ha acusado a Israel de atacar a civiles, señalando las docenas de mujeres y niños muertos.
Las autoridades israelíes afirman que el ejército ataca con precisión las capacidades militares de Hezbolá y toma medidas para mitigar el riesgo de daños a los civiles. Acusan al grupo de ocultarse entre los civiles, algo que el grupo niega.
Antes de la muerte de dos soldados israelíes en los Altos del Golán ocupados por Israel, anunciada por los militares el viernes, Hezbolá había matado a 47 personas (entre soldados y civiles) durante el año pasado, según datos publicados el 2 de septiembre por Alma, un grupo de expertos israelí especializado en Hezbolá.
El líder iraní, el ayatolá Ali Jamenei, dijo a una gran multitud en Teherán que Irán y sus aliados regionales no darían marcha atrás, dos días después de que Teherán aumentara las apuestas al disparar misiles contra Israel, que envió fuerzas terrestres al Líbano esta semana.
El ejército israelí ha dicho que sus operaciones terrestres están «localizadas» en aldeas cercanas a la frontera, pero no ha especificado hasta dónde avanzarán sus fuerzas terrestres en el Líbano ni cuánto se espera que dure la operación.
La salva de misiles de Irán fue en parte una represalia por el asesinato por parte de Israel del secretario general de Hezbolá, Nasrallah, una figura dominante que había convertido al grupo en una poderosa fuerza armada y política con alcance en todo el Medio Oriente.
Israel ha prometido responder y los precios del petróleo han aumentado ante la posibilidad de un ataque a las instalaciones petroleras de Irán mientras Israel persigue sus objetivos de hacer retroceder a los militantes de Hezbolá en el Líbano y eliminar a sus aliados de Hamás en Gaza.
Los adversarios de Israel en la región deberían «redoblar sus esfuerzos y capacidades… y resistir al enemigo agresivo», dijo Jamenei en una rara aparición al frente de las oraciones del viernes en Teherán, mencionando a Nasrallah en su discurso y calificando de legal y legítimo el ataque de Irán a Israel.
Irán no «postergará ni actuará apresuradamente para cumplir con su deber» de enfrentar a Israel, dijo, sin lanzar una nueva amenaza directa a Israel o a Estados Unidos.
La agencia de noticias semioficial iraní SNN citó al subcomandante de la Guardia Revolucionaria, Ali Fadavi, diciendo el viernes que si Israel ataca, Teherán a su vez atacaría las instalaciones de energía y gas israelíes.
El reportero de Axios, Barak Ravid, citó a tres funcionarios israelíes que dijeron que el funcionario de Hezbolá Safieddine, del que se rumorea que es el sucesor de Nasrallah, había sido atacado en un búnker subterráneo en Beirut durante la noche, pero que su destino no estaba claro.
El teniente coronel israelí Nadav Shoshani dijo el viernes por la tarde que el ejército todavía estaba evaluando los daños causados por los ataques aéreos en el sur de Beirut el jueves por la noche, que según él tuvieron como objetivo la sede de inteligencia de Hezbolá.
Anteriormente, el ejército israelí informó que había asesinado al jefe de las redes de comunicación de Hezbolá, Mohammad Rashid Sakafi, pero se negó a hacer comentarios sobre la información de que Safieddine había sido el objetivo del ataque.
Hezbolá no hizo ningún comentario sobre el destino de Sakafi o Safieddine, cuyo hermano Sayyed Abdallah Safieddine -representante de Hezbolá en Irán- asistió al discurso de Jamenei en Teherán.
Jamenei dijo que los asesinatos sólo estimularían más ataques.
«Cada ataque lanzado por cualquier grupo contra Israel es un servicio a la región y a toda la humanidad», afirmó.
En el bastión de Hezbolá en los suburbios del sur de Beirut, muchos edificios han quedado reducidos a escombros tras una semana de intensos ataques en la zona. A lo largo de una calle comercial importante, conocida como Moawad Souk, casi todas las fachadas de las tiendas han resultado dañadas y la calle está llena de cristales rotos.
Los ataques israelíes se han dirigido cada vez más contra instalaciones médicas y trabajadores humanitarios. El miércoles por la noche, un ataque alcanzó un edificio en el centro de Beirut utilizado por trabajadores de rescate afiliados a Hezbolá, matando a nueve personas, según informó el Ministerio de Salud libanés.
El viernes, un ataque israelí en los suburbios del sur de Beirut mató a un rescatista de la misma unidad y a otro en la ciudad de Marjayoun, en el sur del Líbano, atacada cerca de su hospital principal.
La Autoridad Sanitaria Islámica, una agencia de defensa civil vinculada a Hezbolá, dijo que 11 médicos murieron en tres ataques israelíes separados en el sur del Líbano el viernes.
El ejército israelí dijo que durante el último día había atacado varias instalaciones de almacenamiento de armas, centros de comando y control y otros sitios de infraestructura de Hezbolá en el área de Beirut.
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