Rocky Mount. El candidato presidencial republican Donald Trump y su rival demócrata Kamala Harris se acusaron mutuamente de profundizar la discordia en una nación profundamente polarizada mientras la campaña presidencial estadounidense entraba el miércoles en su última semana.
El expresidente republicano se centró en un comentario del martes es del presidente Biden que, según él, revela el desdén que sienten los líderes demócratas hacia los partidarios de Trump.
«No puedes dirigir a Estados Unidos si no amas a los estadounidenses, y no puedes ser presidente si odias al pueblo estadounidense», dijo Trump en Carolina del Norte, uno de los más grandes de los siete estados clave en juego en las elecciones presidenciales del martes.
Mientras tanto, la vicepresidenta Harris instó a los votantes del mismo estado a «pasar la página» de Trump, quien, según ella, estaba centrado en sus propias quejas, en lugar de en las necesidades de los estadounidenses.»Si es elegido, el primer día Donald Trump entrará en esa oficina con una lista de enemigos. Cuando yo sea elegida, entraré con una lista de cosas por hacer», afirmó.
La carrera se ha ajustado en sus últimas semanas y una encuesta de Reuters/Ipsos del martes mostró que Harris supera a Trump por apenas el 44% frente al 43% entre los votantes registrados a nivel nacional, muy por debajo del margen de error de la encuesta. Otras encuestas de opinión muestran márgenes estrechos en los siete estados en disputa que decidirán las elecciones del 5 de noviembre.
La tensión está aumentando. Los trabajadores electorales en los estados competitivos se están preparando para la violencia, y las autoridades de Florida arrestaron a un hombre por amenazar a los votantes con un machete.
La polarización en Estados Unidos ha fomentado la desconfianza. Según una encuesta de Reuters/Ipsos realizada en marzo, alrededor del 38% de los republicanos dijeron que consideraban al Partido Demócrata como una «amenaza inminente» para Estados Unidos, mientras que el 41% de los demócratas dijo lo mismo de los republicanos.
Trump sigue afirmando falsamente que su derrota de 2020 ante Biden fue el resultado de un fraude generalizado y ha señalado que impugnará una derrota en 2024 si la considera injusta, habiendo presentado junto con sus partidarios una ola de demandas este año objetando varias reglas electorales en todo el país.
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