Amán. El Ejército sirio dijo el sábado que decenas de sus soldados murieron en un importante ataque de los rebeldes que arrasaron la ciudad de Alepo, obligando al ejército a redistribuirse en el mayor desafío al presidente Bashar al-Assad en años.
El ataque sorpresa, liderado por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham, fue el asalto rebelde más audaz en años en una guerra civil en la que las líneas del frente habían estado prácticamente congeladas desde 2020.
La guerra, que ha matado a cientos de miles de personas y desplazado a muchos millones, continúa desde 2011 sin un final formal, aunque la mayoría de los combates importantes se detuvieron hace años después de que Irán y Rusia ayudaron al gobierno de Assad a ganar el control de la mayor parte del territorio y de todas las ciudades importantes.
Alepo había estado firmemente en manos del gobierno desde una victoria allí en 2016, uno de los principales puntos de inflexión de la guerra, cuando las fuerzas sirias respaldadas por Rusia sitiaron y devastaron las áreas orientales controladas por los rebeldes de la que había sido la ciudad más grande del país.
«Soy hijo de Alepo y me desplazaron de allí hace ocho años, en 2016. Gracias a Dios acabamos de regresar. Es una sensación indescriptible», dijo Ali Jumaa, un combatiente rebelde, en imágenes de televisión grabadas en el interior de la ciudad.
Reconociendo el avance rebelde, el comando del ejército sirio dijo que los insurgentes habían entrado en grandes partes de Alepo.
Después de que el ejército dijera que estaba preparando un contraataque, los ataques aéreos tuvieron como objetivo concentraciones y convoyes rebeldes en la ciudad, informó el periódico pro-Damasco Al-Watan.
El mando militar sirio afirmó que los militantes habían atacado en gran número y desde múltiples direcciones, lo que llevó a «nuestras fuerzas armadas a llevar a cabo una operación de redespliegue destinada a reforzar las líneas de defensa para absorber el ataque y preservar las vidas de civiles y soldados».
Los rebeldes también tomaron el control del aeropuerto de Alepo, según un comunicado de su sala de operaciones y una fuente de seguridad.
Dos fuentes rebeldes también dijeron que los insurgentes habían capturado la ciudad de Maraat al Numan en la provincia de Idlib, poniendo toda esa zona bajo su control.
Los combates reavivan el conflicto sirio que se viene gestando desde hace tiempo mientras la región en general se ve sacudida por guerras en Gaza y el Libano, donde el miércoles entró en vigor una tregua entre Israel y el grupo libanés Hezbolá, respaldado por Irán.
Con el respaldo de Rusia e Irán a Assad y el apoyo de Turquía a algunos de los rebeldes en el noroeste, donde mantiene tropas, la ofensiva ha puesto de relieve la complicada geopolítica del conflicto. Los combates en el noroeste habían disminuido en gran medida desde que Turquía y Rusia alcanzaron un acuerdo de desescalada en 2020.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, mantuvo una conversación telefónica con su homólogo turco, Hakan Fidan, para discutir la situación en Siria, informó el sábado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
«Ambas partes expresaron su profunda preocupación por el peligroso desarrollo de la situación», indicó el ministerio. Coincidieron en que era necesario coordinar acciones conjuntas para estabilizar la situación en el país.
Funcionarios de seguridad turcos dijeron el jueves que Ankara había impedido operaciones que los grupos de la oposición querían organizar, para evitar más tensiones en la región.
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araqchi, dijo a Lavrov en una llamada telefónica que los ataques rebeldes eran parte de un plan israelí-estadounidense para desestabilizar la región, informaron los medios estatales iraníes.
La Defensa Civil Siria, un servicio de rescate que opera en partes de Siria controladas por la oposición, dijo en una publicación en X que el gobierno sirio y aviones rusos llevaron a cabo ataques aéreos en barrios residenciales en Idlib controlado por los rebeldes, matando a cuatro civiles e hiriendo a otros seis.
Dos fuentes militares sirias dijeron que Rusia ha prometido a Damasco ayuda militar adicional que comenzaría a llegar en las próximas 72 horas.
Las Unidades de Protección Popular Kurda (YPG), que encabezan las Fuerzas Democráticas Sirias respaldadas por Estados Unidos que controlan gran parte del noreste y este de Siria y han tenido durante mucho tiempo un punto de apoyo en Alepo, ampliaron su control en la ciudad a medida que las tropas gubernamentales se retiraban, dijo una fuente de alto rango de las YPG.
Mustafa Abdul Jaber, comandante de la brigada rebelde Jaish al-Izza, dijo que el rápido avance de los rebeldes se había visto ayudado por la falta de mano de obra respaldada por Irán para apoyar al gobierno en la provincia más amplia de Alepo.
Los aliados de Irán en la región han sufrido una serie de golpes a manos de Israel a medida que la guerra de Gaza se ha expandido por el Medio Oriente.
Los combatientes de la oposición han dicho que la campaña era una respuesta a la intensificación de los ataques en las últimas semanas contra civiles por parte de las fuerzas aéreas rusas y sirias en zonas de la provincia de Idlib, y para prevenir cualquier ataque del ejército sirio.
INT/ag.agencias.europapress/rp.
