A’mán-Beirut. Cientos de combatientes iraquíes respaldados por Irán cruzaron a Siria el lunes para ayudar al Gobierno a combatir a los rebeldes que tomaron Alepo la semana pasada, pero el grupo libanés Hezbolá no tiene planes por ahora de unirse a ellos, según fuentes.
La constelación de milicias regionales aliadas de Irán, con la ayuda del poder aéreo ruso, ha sido fundamental para el éxito de las fuerzas pro gubernamentales a la hora de someter a los rebeldes en Siria que se levantaron contra el presidente Bashar al-Assad en 2011.
Pero esa alianza enfrenta una nueva prueba después del rápido avance de los rebeldes la semana pasada en el noroeste de Siria, con Rusia concentrada en la guerra en Ucrania y el liderazgo de Hezbolá diezmado por una gueera con Israel que terminó en un alto el fuego la semana pasada.
El asalto rebelde a Alepo es el mayor éxito de los combatientes anti-Assad en años. Las fuerzas gubernamentales habían mantenido el control total de Alepo desde que tomaron la que entonces era la ciudad más grande de Siria en un asedio en 2016, uno de los principales puntos de inflexión de una guerra que ha matado a cientos de miles de personas.
El jefe del principal grupo opositor sirio en el exterior, Hadi al-bahara, dijo a Reuters que los rebeldes pudieron tomar la ciudad tan rápidamente porque Hezbolá y otros grupos respaldados por Irán estaban distraídos por su conflicto con Israel.
Desde el año pasado se habían hecho preparativos para un asalto a Alepo, pero éstos se vieron retrasados por la guerra en Gaza, dijo.
La guerra civil siria se encontraba congelada desde 2020, y Asad controlaba la mayor parte del territorio y todas las ciudades importantes. Los rebeldes aún controlaban un enclave en el noroeste, las fuerzas respaldadas por Turquía controlaban una franja a lo largo de la frontera norte y las fuerzas lideradas por los kurdos y respaldadas por Estados Unidos controlaban una zona en el noreste.
Cualquier escalada prolongada en Siria corre el riesgo de desestabilizar aún más una región sacudida por los conflictos en Gaza y Líbano, con millones de sirios ya desplazados y con potencias regionales y globales respaldando a fuerzas rivales en el país.
Fuentes iraquíes y sirias confirmaron el despliegue de más combatientes iraquíes respaldados por Irán en Siria. El ministro de Asuntos Exteriores iraní afirmó que Teherán «ofrecerá todo el apoyo necesario» y que «los grupos de la resistencia» acudirán en ayuda de Assad.
Al menos 300 combatientes, principalmente de los grupos iraquíes Badr y Nujabaa, cruzaron la frontera el domingo por la noche utilizando un camino de tierra para evitar el cruce fronterizo oficial, dijeron dos fuentes de seguridad iraquíes, añadiendo que estaban allí para defender un santuario chiíta.
Una fuente militar siria de alto rango dijo que los combatientes habían cruzado en pequeños grupos para evitar los ataques aéreos. «Son refuerzos nuevos que se envían para ayudar a nuestros camaradas en las líneas del frente en el norte», dijo la fuente.
El jefe de las Fuerzas de Movilización Popular de Irak, que incluyen a los principales grupos de milicias chiítas alineados con Irán, dijo que ningún grupo bajo su paraguas había entrado en Siria y que no opera fuera de Irak.
Mientras tanto, el portavoz del grupo armado iraquí Kataib Hezbollah, alineado con Irán, dijo en un comunicado el lunes que el grupo estaba siguiendo de cerca «la agresión de los grupos criminales contra el pueblo sirio», añadiendo que aún no habían decidido si enviar combatientes.
Al Hezbolá libanés, durante mucho tiempo la fuerza respaldada por Irán más capaz en el campo de batalla y clave para la alianza militar de Assad en Siria, aún no se le ha pedido que intervenga y no estaba listo para enviar fuerzas después de su agotador conflicto con Israel, dijeron tres fuentes familiarizadas con el pensamiento del grupo.
Una de las fuentes dijo que el grupo había retirado a los oficiales superiores responsables de Alepo del norte de Siria para ayudar en la guerra terrestre contra Israel que duró hasta el alto el fuego de la semana pasada. Otras dos fuentes, una libanesa y otra siria, dijeron que Hezbolá había retirado sus fuerzas de Siria a mediados de octubre cuando se intensificaron los combates con Israel.
Los países árabes y Washington han visto el debilitamiento de Hezbolá como una oportunidad potencial para alejar a Assad de su alianza con Irán.
Según han dicho fuentes a Reuters, los Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos habían estado discutiendo la posibilidade levantar las sanciones contra Assad si éste reduce su dependencia de Teherán. El avance rebelde podría complicar las cosas, si empuja a Assad a depender más del apoyo iraní.
Rusia, cuya entrada en el conflicto en 2015 inclinó decisivamente la balanza militar a favor de Asad, sigue apoyándolo y analiza la situación sobre el terreno, según el Kremlin.
El domingo Moscú destituyó al genera cargo de sus fuerzas en Siria, informaron blogueros de guerra rusos.
El gobierno sirio dijo que las fuerzas aéreas sirias y rusas estaban atacando posiciones controladas por los rebeldes en la zona rural al este de la ciudad de Alepo.
La organización de rescate Cascos Blancos y los residentes de las zonas controladas por los rebeldes en el norte dijeron que aviones de guerra habían atacado áreas residenciales de la ciudad de Alepo y un campamento de desplazados en la provincia de Idlib, donde murieron siete personas, incluidos cinco niños.
El gobierno dijo que el ejército estaba trabajando para asegurar una serie de ciudades recuperadas de manos de los rebeldes el domingo que se encuentran a lo largo de la línea del frente al norte de Hama, una importante ciudad situada entre Alepo y Damasco. El bombardeo de los rebeldes contra Hama el lunes mató a tres personas, según informó la televisión estatal.
El gobierno sirio dijo que había matado a cientos de combatientes rebeldes en los últimos días, lo que Reuters no pudo confirmar de forma independiente.
Entre los rebeldes que luchan en las provincias de Alepo, Idlib y Hama, en el noroeste de Siria, se incluyen grupos tradicionales respaldados por Turquía, así como el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham, antiguo grupo afiliado a Al Qaeda en Siria.
Un funcionario turco dijo a Reuters que Turquía no había dado ningún permiso para la ofensiva rebelde y que Hayat Tahrir al-Sham no recibió instrucciones de Turquía.
Los ministros de Asuntos Exteriores de Turquía e Irán discutieron el lunes sobre los combates en Siria. El ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, afirmó que los avances de los rebeldes no pueden explicarse por la intervención extranjera e instó a la oposición siria a llegar a un acuerdo.
Un portavoz del ejército israelí dijo que no permitiría que Irán explote el conflicto de Siria para transferir armas a Hezbolá.
La agencia de noticias estatal turca Anadolu dijo que el Ejército Nacional Sirio, respaldado por Turquía, había tomado la ciudad de Tel Rifaat de la milicia kurda YPG y estaba avanzando en las áreas exteriores del distrito.
Fuentes rebeldes y un residente de Alepo dijeron que el grupo kurdo YPG se estaba retirando de sus antiguas posiciones en el distrito Sheikh Maqsoud de la ciudad en virtud de un acuerdo con las fuerzas rebeldes.
INT/ag.agencias.europapress/rp.