Amán-Beirut. Los rebeldes sirios capturaron el jueves la ciudad de Hama, una importante victoria en un avance relámpago que ya lleva una semana en el norte de Siria y un nuevo golpe devastador para el presidente Bashar al-Assad y sus aliados rusos e iraníes.
Tras años encerrados en frentes congelados, los rebeldes han estallado para montar el avance más veloz en el campo de batalla por parte de ambos bandos desde que la rebelión contra Asad desembocó en una guerra civil hace 13 años. La captura de Hama les da el control de una ciudad central estratégica que nunca antes habían logrado tomar.
El ejército sirio dijo que se estaba desplegando fuera de la ciudad «para preservar las vidas civiles y evitar el combate urbano» después de lo que llamó enfrentamientos intensos.
En la televisión se vio a los rebeldes desfilando por Hama al anochecer, entre disparos de celebración. Otras imágenes mostraban a los detenidos saliendo de la prisión de la ciudad después de que los rebeldes los liberaran.
Los insurgentes dijeron que estaban listos para marchar hacia el sur, rumbo a Homs, una ciudad que une la capital, Damasco, con el norte y la costa. «Ha llegado vuestro momento», decía una publicación en Internet de la sala de operaciones de los rebeldes, en la que se pedía a los habitantes de Homs que se alzaran en revolución.
El canal de televisión Al Jazeera transmitió imágenes de rebeldes dentro de Hama, algunos de ellos saludando a civiles cerca de una rotonda mientras otros circulaban en vehículos militares y ciclomotores.
Los rebeldes tomaron la semana pasada la principal ciudad del norte, Alepo, y desde entonces han avanzado hacia el sur desde su enclave en el noroeste de Siria. Los combates han azotado a los pueblos de las afueras de Hama durante dos días, pero una vez que los rebeldes entraron en la ciudad, la batalla terminó en cuestión de horas.
El colapso del control del gobierno sirio en el norte ha ilustrado claramente un cambio en el equilibrio de poder desde que el grupo Hezbolá el Líbano, un eje de la fuerza de batalla de Assad, sufrió pérdidas catastróficas en su guerra con Israel.
Assad dependió en gran medida del respaldo ruso e iraní durante los años más intensos del conflicto, lo que le ayudó a recuperar la mayor parte del territorio y las ciudades más grandes de Siria antes de que las líneas del frente se congelaran en 2020.
Pero Rusia ha estado centrada en la Guerra en Ucrania desde 2022, y muchos de los principales líderes de Hezbolá, la fuerza más poderosa alineada con Irán, fueron asesinados por Israel en los últimos dos meses. El nuevo líder del grupo, Naim Qassem, prometió apoyar a Siria en una declaración televisiva.
CIUDAD PIVOTAL
El principal comandante insurgente, Abu Mohammed al-Golani, , declaró el jueves el control total de los rebeldes sobre Hama y emitió una declaración en video advirtiendo contra cualquier participación de otra fuerza alineada con Irán: la coalición paramilitar iraquí Hashd al-Shaabi.
Algunos combatientes iraquíes entraron en Siria a principios de esta semana para apoyar a Assad, según informaron fuentes iraquíes y sirias. El Hashd al-Shaabi se ha movilizado a lo largo de la frontera con Siria, afirmando que se trata de una medida puramente preventiva en caso de que se extendiera a Irak.
«Lo instamos (al primer ministro iraquí) nuevamente a que evite que Irak entre en las llamas de una nueva guerra vinculada a lo que está sucediendo en Siria», dijo Golani.
Hama se encuentra a más de un tercio del camino entre Alepo y Damasco y su captura obstaculizará cualquier intento rápido de Assad y sus aliados de lanzar una contraofensiva contra los avances rebeldes de la semana pasada.
Mientras tanto, un avance rebelde sobre Homs, 40 kilómetros al sur de Hama, podría aislar a Damasco de la región costera, un bastión de la secta alauita de Assad y donde sus aliados rusos tienen una base naval y una base aérea.
«Assad ya no puede permitirse perder nada más. La gran batalla es la que se libra contra Homs. Si Homs cae, estamos hablando de un posible cambio de régimen», dijo Jihad Yazigi, editor del boletín Syria Report.
Hama también es crucial para el control de dos importantes ciudades con grandes comunidades minoritarias. Muhrada, donde viven muchos cristianos, todavía resistía a los rebeldes el jueves. Salamiya, donde hay muchos musulmanes ismailíes, aceptó el control rebelde, dijo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que supervisa la guerra.
Aunque los rebeldes no habían tomado previamente el control de Hama, históricamente era un centro de oposición a la dinastía Assad. En 1982, activistas de la Hermandad Musulmana se rebelaron allí contra el padre de Assad y los militares lanzaron un devastador contraataque de tres semanas en el que murieron más de 10.000 personas.
Golani se refirió a ese sangriento episodio en su declaración: “Los revolucionarios han comenzado a entrar en la ciudad de Hama para limpiar esa herida que persiste en Siria desde hace 40 años”.
Sin embargo, añadió que los rebeldes que tomen Hama no vengarán los acontecimientos de 1982.
La facción rebelde más poderosa es Hayat Tahrir al-Sham (HTS), una antigua filial de Al Qaeda en Siria que todavía está catalogada como grupo terrorista por Turquía y Occidente. Golani, su líder, ha prometido proteger a las minorías religiosas de Siria y las ha instado a abandonar a Asad, pero muchos siguen temiendo a los insurgentes.
En declaraciones públicas claramente destinadas a suavizar su imagen y tranquilizar a los países extranjeros, Golani también enfatizó su ruptura hace años con Al Qaeda y el Estado Islámico, y dijo que siempre se ha opuesto a los ataques fuera de Siria.
HTS y otros grupos rebeldes están intentando consolidar su poder en Alepo, poniéndolo bajo la administración del llamado Gobierno de Salvación que establecieron en su enclave noroccidental.
Los habitantes de Alepo han denunciado que hay escasez de pan y combustible y que se han cortado los servicios telefónicos. La agencia alimentaria de la ONU afirmó que el último brote de combates ha desplazado a 280.000 personas.
El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo el jueves que había una necesidad urgente de acceso jumanitario inmediato a todos los civiles necesitados en Siria y un retorno a un proceso político facilitado por la ONU para poner fin al derramamiento de sangre.
Turquía desconoce a HTS, pero durante mucho tiempo ha sido el mayor apoyo externo de otras facciones rebeldes que luchan junto a ella, y la posición del gobierno turco será fundamental para el futuro de cualquier región insurgente ampliada en Siria.
El gobierno turco ha negado haber tenido algún papel en la repentina invasión de Alepo por parte de los rebeldes la semana pasada. Cualquier avance sostenido de los rebeldes en el norte de Siria podría permitir el regreso de muchos refugiados sirios que viven ahora en Turquía, un objetivo importante para Ankara.
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