Washington DC. El presidente Donald Trump puso en duda el domingo el futuro de la teocracia gobernante de Irán después de un ataque sorpresa contra tres de las instalaciones nucleares del país, aparentemente contradiciendo los llamados previos de su administración para reanudar las negociaciones y evitar una escalada en los combates.
“No es políticamente correcto usar el término ‘Cambio de Régimen’, pero si el actual régimen iraní no puede RECONSTRUIR LA GRANDEZA DE IRÁN, ¿por qué no habría un cambio de régimen?”, publicó Trump en redes sociales. “¡MIGA!”.
La publicación en Truth Social marcó una especie de cambio de opinión respecto de la conferencia de prensa del domingo por la mañana del Secretario de Defensa, Pete Hegseth, que detalló el bombardeo aéreo.
“Esta misión no tuvo ni ha tenido como objetivo un cambio de régimen”, afirmó Hegseth.
Lo que la administración ha dejado en claro es que quiere que Irán detenga cualquier desarrollo de armas nucleares, y el Secretario de Estado Marco Rubio advirtió en el programa “Sunday Morning Futures” de Fox News que cualquier represalia contra Estados Unidos o cualquier prisa por construir un arma nuclear “pondría en riesgo al régimen”.
Pero más allá de eso, el mundo está sumido en la incertidumbre en un momento frágil que podría decidir si partes del planeta se lanzan a la guerra o encuentran la manera de salvar una paz relativa. La advertencia de Trump a los líderes iraníes se produce mientras Estados Unidos ha exigido que Irán no responda al bombardeo del núcleo de un programa nuclear que ha pasado décadas desarrollando.
La administración Trump ha hecho una serie de declaraciones intimidantes al mismo tiempo que ha llamado a reiniciar las negociaciones, lo que hace difícil obtener una lectura completa sobre si el presidente estadounidense simplemente está provocando a un adversario o usando palabras inflamatorias que podrían ampliar aún más la guerra entre Israel e Irán que comenzó a principios de este mes.
Hasta la publicación del presidente estadounidense el domingo por la tarde, los mensajes coordinados por el vicepresidente de Trump, el jefe del Pentágono, el principal asesor militar y el secretario de Estado sugerían una confianza en que cualquier consecuencia sería manejable y que la falta de capacidades militares de Irán en última instancia lo obligaría a volver a la mesa de negociaciones.
Hegseth había dicho que Estados Unidos “no busca la guerra” con Irán, mientras que el vicepresidente JD Vance dijo que los ataques le han dado a Teherán la posibilidad de volver a negociar con Washington.
Pero la situación actual no está totalmente bajo el control de Washington, ya que Teherán dispone de una serie de palancas para responder a los bombardeos aéreos que podrían intensificar el conflicto en Oriente Medio con posibles repercusiones globales.
Irán puede bloquear el transporte de petróleo a través del Estrecho de Ormuz, atacar bases estadounidenses en la región, realizar ataques cibernéticos o redoblar los esfuerzos por impulsar un programa nuclear que podría parecer más necesario después del ataque estadounidense.
Todo esto plantea la pregunta de si los ataques desencadenarán una fase de combate mucho más brutal o reactivarán las negociaciones por precaución. Dentro de Estados Unidos, el ataque se extendió rápidamente a la política nacional, y Trump decidió dedicar parte de su domingo a atacar a sus críticos en el Congreso. .
Trump también utilizó una publicación en las redes sociales para criticar al representante Thomas Massie, republicano de Kentucky, quien se había opuesto a que el presidente tomara medidas militares sin la aprobación específica del Congreso.
“Ayer tuvimos un éxito militar espectacular, quitándoles la ‘bomba’ de las manos (¡y la usarían si pudieran!)”, escribió Trump.
INT/ag.agencias.europapress/rp.