Petróleo, insumo clave que fue alcanzado por el coronavirus

La pandemia del coronavirus sacudió la economía mundial, pero todavía resulta difícil estimar sus consecuencias finales. El primer impacto, económico global, llevó al derrumbe del precio del barril del petróleo que cayó a la franja de U$S 30 y contrajo las economías de los países hidrocarburíferos.

Las estimaciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE) consideran que la demanda mundial tendría una caída que no se verificaba desde 2009. Se presume que la misma será de 99,9 millones de barriles por día (bpd) en 2020, rebajando su previsión anual en casi 1 millón de bpd y vaticinando una contracción de 90.000 bpd.

“La crisis del coronavirus está afectando a un amplio rango de mercados energéticos (incluido el carbón, el gas y las renovables), pero su impacto en los mercados petroleros es particularmente severo porque está impidiendo que la gente y los bienes se muevan. La crisis del coronavirus se está sumando a las incertidumbres que enfrenta la industria petrolera mundial mientras contempla nuevas inversiones y estrategias de negocio. Jugar a la ruleta rusa en los mercados petroleros podría tener graves consecuencias. Precios del crudo por debajo de los 25 dólares el barril frenarían nuevos desarrollos en la industria del esquisto estadounidense.” comentó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.

Luego de lunes negro del 5 de marzo el martes siguiente hubo una leve recuperación de los precios, en promedio un 4% que situó al barril BRENT en U$S 37,90 y al WTI en U$S 34,72. En medio de esta crisis recuerdan algunos analistas que en 2014 el barril BRENT superaba los U$S 100 pero que en 2016 llegó a caer por debajo de los U$S 30 para luego regresas U$S 60.

Operadores internacionales señalan, sin embargo, que podría haber una recomposición de los precios, sin aventurar los nuevos niveles, en base a las expectativas de recortes de producción más drásticos de la OPEP, Organización de Países Exportadores de Petróleo, y de estímulos de bancos centrales para contrarrestar las preocupaciones por el efecto del brote del coronavirus en la demanda.

Por su parte, Jeffery Currie ejecutivo de Goldman Sachs, comentó que se estima una pérdida de 4 millones de barriles diarios por el derrumbe de la actividad económica de China, que se aproxima a la Gran Recesión de 2008/2009 donde el consumo de petróleo tuvo una caída de 5 millones de barriles diarios.

Ante este cuadro miembros de la OPEP, y sus aliados incluida Rusia, redujeron la producción de petróleo, en principio hasta fines de marzo, por un volumen conjunto de 1,7 millones de bpd, pero ahora ante la expansión del coronavirus evalúan llevarla a 2,3 millones bpd.

Dos criterios diferentes chocan en el interior de la OPEP, Rusia junto con otros miembros apuestan a sostener el precio del barril mediante la reducción de la producción para no afectar los ingresos, mientras que Arabia Saudita afirma que hay que aumentarla para incrementar las ventas y mantener la recaudación por esa vía. Resultado, una guerra de precios se desató en los mercados internacionales.

Según RBC Capital Markets si Rusia y sus aliados mantienen su posición de reducir la producción la OPEP corre riesgo de diluirse, y los proyectos, pactos de inversión y comercio bilateral se derrumbarían arrastrando la influencia estratégica que Moscú había logrado dentro de los acuerdos de producción petrolera mundial.

Ante este escenario, Jeffery Currie, desde Goldman Sachs advirtió que la constante tensión entre los estímulos económicos y el superávit de inventarios muy probablemente crearán una volatilidad en los precios de las materias primas, cuya producción tiene al petróleo como un elemento clave.

Por su parte la AEI destacó que “la perspectiva inmediata para el mercado del petróleo dependerá de la rapidez con la que los gobiernos avancen en la contención del brote de coronavirus y de qué impacto tiene la crisis de salud en la actividad económica global”.

Esta crisis debilita a la Argentina para la consolidación de su proyecto de Vaca Muerta, ya que con el valor actual del barril del petróleo BRENT, por debajo de los U$S 30, la producción del petróleo no convencional se torna inviable, al no poder cubrir los costos de explotación.
Fuente: AEI, Goldmand Sachs, RBC capital markets.

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