lunes 8 septiembre 2025

Sputnik V la vacuna de la confusión, no se sabe cuándo llegará, ni su efectividad

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Cuando las palabras se devalúan, su recuperación se torna difícil. Durante los últimos días el Gobierno, en pleno, aseguró que antes de fin de año se comenzaría a aplicar la vacuna del laboratorio ruso Gamaleya contra el coranvirus. Todo parece indicar que no será así después que el presidente Putin, 68 años, afirmó que no se la aplicará, motivo, la tercera fase de estudio no está terminada. La administración Fernández, una vez más, quedó descolocada en sus anuncios. Hoy quedó develado que no tenían la información completa sobre la Sputnik V.

El presidente Alberto Fernández, en declaraciones públicas había afirmado que a partir del 23 de diciembre llegarían trescientas mil dosis, destinadas al personal de servicios esenciales, y que enero habría un arribo de diez millones de vacunas, con aplicación privilegiada al grupo de riesgo de mayores de 60 años. El presidente ruso derrumbó esa idea. Afirmó que hasta el presente la fase tres no está concluida, y los científicos de Gamaleya no aprueban la aplicación a los mayores de 60 años.

El ministro de Salud, Ginés González García, no se cansó de decir, en cuanto micrófono tuviera adelante, que antes de fin de año comenzaría la campaña de vacunación. También aseguró que la logística estaba absolutamente prevista. En un giro más, anunció que ya estaba programado el vuelo en un Airbus 330 de Aerolíneas Argentina, a fin de traer a más tardar el 22 de diciembre unas trescientas mil dosis.

Sin embargo, hoy otra información tomó estado público. Primero trascendió que Aerolíneas suspendió la partida de la aeronave, que debe cumplir un circuito de 39 horas entre vuelo y carga en Moscú. Pero, en un mar de confusiones, por la noche se volvió a reiterar que finalmente se haría el vuelo, y estaría de regreso con las vacunas el 24 de diciembre por la noche. Pero, tampoco se ha informado con precisión sobre donde estará los centros de aplicación, y si cuenta con todos los elementos imprescindibles y el entrenamiento necesario de quienes aplicaran la Sputnik V.

Mientras tanto, continúa latente la advertencia de Putin que fue contundente: “Soy una persona que se ajusta bastante a la ley, escucho las recomendaciones de nuestros especialistas, así que no he recibido la inyección aún, pero la recibiré por supuesto en cuanto sea posible”. Esta declaración del mandatario ruso terminó hundiendo los anuncios oficiales de la Casa Rosada y se ha instalado entre quienes deber recibir la primera dosis, una severa duda sobre la calidad de la misma. Con éste escenario se ha generado un campo propicio para quienes se oponen a la vacunación.

Alexey Kuznetsov, asesor del Ministro de Salud de la Federación de Rusia, trató de licuar la controversia surgida por las declaraciones de Putin. Lo cierto es que hasta la fecha la vacuna no tiene aprobación final ni siquiera en Rusia. Pero el funcionario afirmó que “Actualmente, el uso de la vacuna Sputnik V en la práctica médica habitual es posible en pacientes de 18 a 60 años”. Se sabe que las comprobaciones en ese segmento etario solo se cumplieron en la fase uno y dos. Todavía los resultados finales de la eficacia de la vacuna, en esas fases, no se conocen. Entre otros aspectos porque no ha transcurrido el tiempo suficiente para una evaluación completa.

Con respecto a la población de riesgo, los mayores de 60, para acceder a vacunarse, Kuznetsov, señaló que “el desarrollador de la vacuna, el Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya del Ministerio de Salud de Rusia, está realizando un estudio clínico adicional con la participación de 100 voluntarios mayores de 60 años, que preliminarmente muestra buenos resultados”.

Existen, en este aspecto, dudas entre los científicos si los resultados sobre solo un centenar de individuos son suficientes para garantizar la aplicación de Sputnik V. Pero el asesor ruso finalmente agregó que “no hubo problemas con la seguridad del Sputnik V entre los voluntarios mayores” y que “ahora, el desarrollador de la vacuna está analizando los datos clínicos” que posiblemente se conocerían antes de fin de año.

Los dichos del vocero ruso, Alexey Kuznetsov, dejan en evidencia que la Sputnik V ha sido menos testeada que el resto de las vacunas y que el apresuramiento del gobierno argentino en ponerle fecha a la llegada y aplicación fue un desacierto. En la administración Fernández reina clima de incertidumbre. El ministro de Salud Ginés González García se mantiene en silencio. Su situación ha quedado políticamente muy cuestionada.

La reacción del oficialismo partió del ministro bonaerense de Salud, Daniel Gollán, que salió por Radio 10 a defender la vacuna rusa y afirmó que “la Sputnik V es muy segura. Ni bien se publiquen los resultados en mayores de 60 años será autorizada. Estamos convencidos de que la Sputnik V será aprobada de emergencia, porque es muy buena”. Profesionales en los laboratorios de Ammat, ignoran si Gollán tiene información que ellos desconocen, y que la ha permitido tan terminante afirmación.

Sin embargo, hasta el presente ni en la FDA, Food and Drug Administration de Estados Unidos, ni en la EMA, Agencia Europea de Medicamentos, con las que tiene convenios de reciprocidad la Ammat, institución que debe aprobar la vacuna en la Argentina, no han recibido toda la documentación para completar el trámite que garantice la efectividad y seguridad de la Sputnik V.

Desde el Gobierno se busca atemperar los efectos negativos de las declaraciones de Putin que han impactado sobre los anuncios de Alberto Fernández. Desde la Casa Rosada se impulsó que surgieran declaraciones que atemperen la situación y fue Eduardo López, infectólogo y asesor presidencial durante la pandemia de coronavirus, que dijo públicamente que la información de «La vacuna rusa de fase 2 que está publicada enroló gente de hasta 60 años para las pruebas. No se permite en fase dos enrolar a voluntarios mayores de 60, pero la fase 3 de los rusos, que se va a publicar en los próximos días, incorpora voluntarios mayores y con comorbilidades». En medios científicos se mantienen dudas sobre si un centenar de pruebas son suficientes para verificar resultados aprobatorios de la Sputnik V.

Por su parte, la Dra. Elena Obieta, infectóloga y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología, SADI, señaló: «Recién en fase 3 se vacuna a los adultos mayores. Esa es la fase en donde se vacuna a un gran número de voluntarios. A algunos se les aplica la vacuna y a otros se les inyecta placebo. Luego viene la fase 4, en la que, aunque la vacuna ya esté aprobada, hay que estar atentos a los efectos secundarios que puedan surgir».

El infectólogo y también miembro de la SADI, Dr. Ricardo Teijeiro, advirtió: “aunque los rusos digan que sí se puede usar en personas mayores, será luego la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) en nuestro país la que tiene que autorizar la Sputnik V, es decir que nosotros también la vamos a evaluar, no es que si Rusia aprueba la vacuna ya está lista para que sea aplicada en la Argentina».

En una comunicación, basada en efectividad política, el presidente Alberto Fernández, que tiene 61 años, aseguró que no duda sobre la calidad de la vacuna rusa. «Yo voy a ser el primero en vacunarme», enfatizó durante una conferencia de prensa en la Casa Rosada, junto al ministro de Salud, Ginés González García. La pregunta es si Alberto que, días pasados, anunció que le habían entregado dos cajas de vacunas, que dijo que no se la aplicaría hasta que comenzara la vacunación a la población, sabía que por su edad aún hoy no puede utilizarla. Quién se la entregó le aclaró al Jefe de Estado que los resultados todavía no estaban completos.

El Presidente dijo que el Gobierno «analizó mucho» la vacuna Sputnik V contra el coronavirus. «Algunos en la Argentina siembran dudas sobre la calidad científica rusa, pero el instituto donde se desarrolló la vacuna tiene varios premios Nobel entre su planta de científicos», remarcó. Se desconoce si el ministro, Ginés González García, le advirtió al Presidente la etapa en que encontraba la vacuna Sputnik V. Y, si el funcionario conocía, realmente, la evolución de los estudios del laboratorio ruso Gamaleya.

Desde Rusia, la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, afirmó en declaraciones a C5N, que «se sigue monitoreando la eficacia, se siguen haciendo los controles en relación a los tiempos después de la primera y segunda dosis y por supuesto la seguridad de la vacunación”. Las palabras de la funcionaria confirman que cuando se efectuaron oficialmente los anuncios de vacunación, antes de fin de año, el Gobierno no tenía datos precisos sobre la efectividad y seguridad de la Sputnik V.

Sin embargo, Vizzotti insistió en que la idea del Gobierno es que la vacuna rusa llegue a Argentina la semana próxima. Sobre el comienzo de la campaña de vacunación -que ahora estaría destinada únicamente a personal de salud- estimó que «estamos apuntando a que sea antes de Navidad». Los dichos de la funcionaria marcan una fuerte contradicción porque insiste en ponerle fecha de inicio al proceso de vacunación cuando todavía la Anmat no analizó en detalle a la Sputnik V y ni siquiera en Rusia está autorizada formalmente como reconoció el vocero Alexey Kuznetsov.
P/BN/vfn/gr/rp.

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