miércoles 8 mayo 2024

La designación de Martín Soria provoca agitación en el Frente de Todos y en Juntos por el Cambio que la reprueba

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El presidente Fernández tardó diez días para anunciar quién será el reemplazante de la renunciante ministra de Justicia Marcela Losardo. Finalmente el jefe de Estado terminó designado a Martín Soria, cuyo nombre surgió inmediatamente que Losardo decidió alejarse de su cargo. Un tejido de controvertidas versiones circularon durante los días de indefinición de Fernández, pero finalmente Soria, un legislador muy cercano a Cristina Kirchner fue el elegido. El presidente en declaraciones a la TV dijo que no había consultado con nadie la opción adoptada.

El todavía diputado rionegrino, del Frente de Todos, Martín Soria, en declaraciones públicas manifestó: «El presidente Alberto Fernández me honró con la propuesta para sumarme a su equipo como ministro de Justicia de la Nación. Por supuesto que acepté este desafío que me llena de orgullo y de sentido de responsabilidad». Respecto a su misión señaló que apuntará a que «los servicios de justicia sean más eficientes, inclusivos e igualitarios, con rigurosidad profesional que haya una Justicia que se corresponda con el Estado de Derecho y terminar con el lawfare».

Sin medias tintas, Soria dejó en claro cuál es el objetivo de la vicepresidenta Cristina Kirchner: «Ella quiere como cualquier ciudadano que no tuvo nada que ver o que es inocente y que la acusaron mediática y judicialmente, porque eso es el lawfare, que sea la misma justicia que la libere de culpa y cargo, que es lo que corresponde cuando uno no hizo nada».

En su afán de mostrar su total alineación con la vicepresidente, Soria todavía diputado nacional del FdeT, vicepresidente segundo de la Comisión de Legislación Penal de la Cámara baja, vocal de las de Justicia, Juicio Político y la Bicameral de Monitoreo e Implementación del Código Procesal Penal Federal, aseguró que: «Decir que van por la impunidad (de Cristina Kirchner) es el caballito de batalla de siempre. Acá no hay ningún cambio de causas ni fiscales en ninguno de los proyectos que se presentaron hasta ahora, no existe la más mínima posibilidad de cambiar los jueces. Además, conociendo a la vicepresidenta es lo que menos querría, es la verdad».

Pero, todo parece indicar que el próximo ministro de Justicia tiene en claro cuál es su función a desarrollar, máxime cuando en una de sus manifestaciones expresó: «Argentina necesita que el Estado de derecho funcione a pleno, y como servidor público, voy a perseguirlo con rigurosidad profesional y con la firmeza y constancia propias de aquellos que sentimos pasión por la política». Últimas palabras en la que surge como prioritaria su “pasión política” antes que su compromiso con las normas jurídicas y la Constitución Nacional.

Antes de llegar a su nuevo despacho, Soria puso sobre la mesa cuál será su relación con el Poder Judicial al referirse al funcionamiento de la Justicia y expresó que le «preocupa» la situación, así como cuestionó a la Corte Suprema: «Tenemos una Corte que fue complaciente cuando algunos camaristas tiraron todas las teorías jurídicas que aprendimos en la facultad por la ventana, como las prisiones preventivas».

La incorporación de Soria, al ministerio de Justicia, desató en el Frente de Todos una tormenta cuya dimensión todavía no se ha podido mensurar. El senador Alberto Weretilneck, ex gobernador de Río Negro, fue tajante en sus declaraciones, a Radio Rivadavia, respecto a Soria: «es una persona violenta, muy agresiva, incapaz de generar un diálogo positivo que permita resolver un problema, vamos a ver un Ministerio de Justicia que va a ser un vociferador profesional agraviando a todo aquel que no piense como él».

El ex gobernador de Río Negro no se olvidó de advertir a través de las redes sociales: «Viviremos una de las etapas más oscuras de la relación inter poderes. Debemos estar atentos a la persecución a dirigentes opositores, periodistas y quienes pensamos distinto».

Desde la Cámara Baja, Luis Di Giacomo, diputado Juntos somos Río Negro, aliado de Weretilneck, no se anduvo con vueltas al calificar a Soria: “en el ministerio de Justicia es instituir la provocación. Sin formación ni experiencia en la materia judicial, denunciador serial sin fundamentos, pendenciero y conflictivo, aparece como más acorde a intenciones de interferir y presionar a toda la Justicia en beneficio de un sector, que a llegar a las reformas para beneficio del conjunto”.

Desde el arco opositor, Juntos por el Cambio, el jefe del Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, enfatizó que Soria: «va a conducir y comandar las embestidas contra el Poder Judicial” y agregó: «Me preocupa mucho la designación de Soria como ministro, viendo sus declaraciones atacando a la Justicia». Por otra parte, respecto a los dichos de Soria sobre la situación judicial de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires remarcó: «Quien tiene que definir sobre una causa son los jueces, no el ministro de Justicia».

En tanto, el diputado nacional del PRO y miembro del Consejo de la Magistratura, Pablo Tonelli, afirmó que la elección de Soria para hacerse cargo del Ministerio de Justicia: «implica que el Presidente (Alberto Fernández) va a profundizar el plan contra la Justicia para controlarla y amedrentar a los jueces independientes, nada bueno espero de esta designación», y remarcó: «Soria se ha caracterizado por múltiples denuncias y acusaciones contra jueces y dirigentes políticos, no me parece que tenga la mesura, la prudencia y el equilibrio que uno desearía que tenga un ministro de Justicia. Avizoro que habrá nuevas embestidas contra la Justicia. Y está claro que el Ministerio en pleno va a conducir y comandar esas embestidas».

Finalmente el telón del escenario se ha corrido. Fernández confirmó que es un actor más en la obra que dirige la vicepresidenta Cristina Kirchner. El discurso del jefe de Estado en la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional, quedó entroncado con las últimas declaraciones de Cristina ante la Justicia. La designación de Martín Soria expone, sin lugar a dudas, la marcha sobre el Poder Judicial.

A partir de ahora nadie puede desconocer que Alberto Fernández es Cristina Kirchner, se reitera en los mentideros políticos, donde algunos recuerdan que en plena campaña electoral, los asistentes del actual inquilino de la Casa Rosada, afirmaban: Cristina es la estratega, Alberto el táctico. Solo sobrevuela una incógnita: “en la actual crisis sanitaria, socia, económica y política, qué impacto tendrá en la coalición gobernante esta designación”.
P/BN/v-vfn/gr.rp.

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