La bancada de Juntos por el Cambio había monitoreado en silencio el discurso del presidente Alberto Fernández durante la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso. Los primeros silbidos desde el sector de JxC se escucharon cuando el jefe del Estado se victimizó ante la oposición por haberse quedado sin presupuesto, tras el fallido debate de diciembre. Pero la tensión se apoderó del recinto apenas Fernández se refirió al tema más espinoso: la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda.
Lejos de apelar a un tono conciliador, como esperaba el interbloque de JxC en la antesala del debate legislativo por la deuda, el Presidente cargó sus tintas contra su antecesor, Mauricio Macri, por la deuda que contrajo con el FMI, en 2018, por 44.500 millones de dólares. Es más, pese a que ratificó que su administración alcanzó un entendimiento con el organismo de crédito -sin mostrar la letra fina, anticipó que se comenzará a pagar en 2026 y que no implicará reformas estructurales-, reiteró que la Justicia debe avanzar con una investigación penal sobre el préstamo que recibió Macri. “Los argentinos y las argentinas tienen el derecho de saber cómo ocurrieron los hechos y quiénes fueron los responsables de tanto desatino”, lanzó Fernández.
De inmediato, Cristian Ritondo y Humberto Schiavoni, jefes de la bancadas de Pro, dieron la orden a sus pares para que abandonaran el hemiciclo en repudio de las palabras del Presidente. Algunos, como Gerardo Milman, mano derecha de Patricia Bullrich, ya se habían levantado de sus butacas. Los siguieron María Eugenia Vidal y los larretistas Diego Santilli, Álvaro González, mientras los “halcones” Fernando Iglesias y Waldo Wolff le gritaban al Presidente. El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se plegó a la decisión de las bancadas del macrismo: “Se retiró cuando Fernández empezó a atacar a Macri, un presidente democrático elegido por los argentinos. El Congreso, en el inicio de sesiones ordinarias, no puede ser el lugar para eso”, explicaron desde el entorno del alcalde.
En cambio, el gobernador de Jujuy, el radical Gerardo Morales, quien aboga por acompañar el acuerdo con el Fondo para evitar un default y que se profundice la crisis, se mantuvo en su asiento, con los brazos cruzados y un gesto adusto. Pese a la retirada de Pro, los radicales Mario Negri o Martín Lousteau y las espadas legislativas de la CC, Maximiliano Ferraro o Juan Manuel López, decidieron quedarse en el recinto hasta que el Presidente finalizara su presentación. Mientras sus socios del macrismo se marchaban del lugar, Alfredo Cornejo (UCR) se cruzó con el Presidente. “Sos un mentiroso”, le gritó Cornejo a Fernández, mientras lo señalaba con el dedo índice. Exaltado, el senador le recordó que no tenía los votos para aprobar el acuerdo con el FMI. “Alfredo, yo no miento”, le respondió el Presidente, para intentar calmar al mendocino.
También permanecieron en el recinto los bloques de Evolución Radical, a cargo de Rodrigo de Loredo; Encuentro Federal, que preside Margarita Stolbizer; Luis Juez y el liberal Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos). “Lo de la denuncia penal ya lo dijo hace un año [en la apertura de sesiones de 2021] y nos quedamos”, lanzó un cacique de la UCR desde su banca. Según fuentes radicales y macristas, Ritondo y Schiavoni les habían anticipado a sus pares que podrían irse en caso de que Fernández agraviara a la oposición durante su mensaje.
Minutos después de que Fernández cerrara su mensaje ante la Asamblea Legislativa, el bloque de diputados y senadores de Pro emitió un comunicado para justificar el desplante al Presidente: la fuerza resaltó que decidió irse ante las “injustificadas acusaciones y difamaciones” del primer mandatario sobre el préstamo otorgado a Macri por el FMI en 2018. Rechazaron “el relato sesgado y mentiroso sobre la deuda pública que desconoce la deuda que heredó Macri” de la gestión de Cristina Kirchner.
Para Patricia Bullrich, presidenta del Pro, quien celebró la decisión de su bancada de abandonar el recinto, el Presidente describió un “país inexistente, que solo está en su cabeza”. “Es un insulto total e inaceptable a nuestra gestión. El acuerdo con el Fondo es ‘no voy a hacer nada y pateo todo para adelante’. Quiere seguir en un país corporativo y mafioso, porque él no va a hacer ningún cambio”, dijo Bullrich a este medio.
El mensaje de JxC
Luego de que el primer mandatario inaugurara el 140° período de sesiones ordinarias, referentes de la mesa de conducción de JxC se reunieron en el Congreso para consensuar un pronunciamiento sobre el discurso de Fernández y enviar una señal de unidad tras el cortocircuito en el hemiciclo.
“No planteó soluciones a los problemas más urgentes: inflación, inseguridad, pobreza, caída de las empresas, pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y decadencia generalizada de nuestro país”, puntualizó la conducción de la coalición opositora.
A su vez, cuestionaron que Fernández no haya brindado detalles del acuerdo con el FMI -dijo que no habrá “tarifazos” ni reforma tributaria, laboral o previsional- y que haya tenido “una actitud provocadora y violenta contra la oposición, que resulta inaceptable, para un gobierno que busca un acuerdo de todos”.
También le reprocharon al Presidente que no se haya solidarizado durante su mensaje con Corrientes, afectada por los incendios, y que no haya condenado “con claridad la acción expansionista” de Rusia en Ucrania. En paralelo, repudiaron el intento de Fernández de volver “a invadir la esfera fundamental de la independencia de la Justicia, atacando de manera directa a la Corte”. “JxC esperaba del Presidente un discurso a la altura de los problemas que sufre el país y el mundo y nos encontramos con un Presidente lejos de los argentinos y de la realidad”, concluyeron
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