Tel Aviv. Miles de israelíes se manifestaron contra su gobierno el sábado, y algunos exigieron al primer ministro Benjamín Netanyahu que suspenda la guerra de medio año en Gaza en medio de un estancamiento en los esfuerzos diplomáticos para recuperar a los rehenes retenidos allí por Hamás. .
Hombres armados liderados por Hamas capturaron a 253 personas durante un ataque del 7 de octubre contra Israel que mató a otras 1.200, según funcionarios. Algunos rehenes fueron liberados en una tregua en noviembre, pero los esfuerzos mediados por Egipto y Qatar para lograr otro acuerdo parecen haberse estancado.
A medida que aumenta la preocupación en Israel por el bienestar de los 129 rehenes restantes, con quienes no se puede contactar, sus familiares y amigos han organizado manifestaciones cada vez más ruidosas contra el gobierno derechista del primer ministro Benjamín Netanyahu.
Se han unido con activistas que han pedido durante mucho tiempo la destitución de Netanyahu, dado su juicio por cargos de corrupción -que él niega- y sus intentos de reformar el poder judicial el año pasado.
«Nuestro país está cerca del abismo. Ya hemos comenzado a descender y debemos detenerlo. Estoy aquí para reunir la fuerza para decirle a la gente que deben salir y que deben decirle a nuestro gobierno que es hora de «Parad», dijo Marva Erez, de 45 años, que estaba entre los manifestantes en Tel Aviv.
Netanyahu dijo que continuará con la guerra para desmantelar a Hamas, a pesar de la alarma en Washington y otras capitales occidentales por el número de víctimas civiles en Gaza, donde funcionarios médicos dicen que más de 33.000 palestinos han muerto.
Hamas ha dicho que cualquier nuevo acuerdo sobre rehenes debe poner fin a la guerra de Gaza y la retirada de todas las fuerzas israelíes. «Habrá un acuerdo (de rehenes)», dijo al Canal 12 de televisión el ministro de Cultura, Miki Zohar, un alto miembro del partido Likud de Netanyahu. «Pero no a cualquier precio».
La protesta antigubernamental en Tel Aviv se llevó a cabo separada de una vigilia más pequeña por los rehenes. Muchos de los que participaron en este último evento pronto se fusionaron con la manifestación más grande.
Michael Levy, cuyo hermano Or se encuentra entre los rehenes, dijo que protestaba porque «no tenemos tiempo para conversaciones». «Necesitamos acciones. Necesitamos llevarlos a casa», dijo.
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