Pekín. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, expresó el viernes su preocupación por el apoyo de China al ejército ruso , uno de los muchos temas que amenazan con deteriorar la reciente mejora de las relaciones entre las mayores economías del mundo.
Blinken planteó el asunto durante cinco horas y media de conversaciones con el máximo diplomático de China, Wang Yi, en Beijing, el último contacto de alto nivel entre los países que alivió la acritud del año pasado.
«Reiteré nuestra seria preocupación por el hecho de que la República Popular China proporcione componentes que están impulsando la brutal guerra de agresión de Rusia contra Ucrania», dijo Blinken en una conferencia de prensa al final de su visita el viernes, utilizando el nombre oficial de China, República Popular China.
«China es el principal proveedor de máquinas herramienta, microelectrónica, nitrocelulosa, que es fundamental para fabricar municiones y propulsores de cohetes, y otros artículos de doble uso que Moscú está utilizando para aumentar su base industrial de defensa».
Subrayando la estrecha relación entre Beijing y Moscú, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, se reunió el viernes con su homólogo chino, Dong Jun, y dijo que los dos países estaban trabajando para fortalecer su «asociación estratégica en el sector de defensa».
Se reunieron al margen de una reunión de seguridad regional en Kazajstán, donde Shoigu dijo que Rusia y sus aliados en Asia deberían ampliar los ejercicios militares conjuntos y contrarrestar lo que llamó esfuerzos estadounidenses para desestabilizar su vecindario.
A pesar de su asociación «sin límites» con Moscú, China se ha mantenido alejada de proporcionar armas para la guerra de Rusia en Ucrania, pero Blinken dijo que su suministro de los llamados bienes de doble uso estaba «teniendo un efecto material en Ucrania» y aumentando la amenaza a Rusia. plantea a otros países de Europa.
Blinken no respondió a una pregunta sobre si Washington impondría sanciones por el apoyo de China a Rusia.
Los funcionarios estadounidenses dicen que dicha asistencia corre el riesgo de dañar la relación bilateral en general, incluso cuando los vínculos se estabilizan después de verse afectados por la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán en 2022 y el derribo por parte de Estados Unidos de un presunto globo de vigilancia chino en febrero de 2023.
China ha dicho que no ha proporcionado armamento a ninguna de las partes y agregó que «no es un productor ni una parte involucrada en la crisis de Ucrania». Sin embargo, dice que el comercio normal entre China y Rusia no debe interrumpirse ni restringirse.
La visita de Blinken produjo pocos avances en otros temas polémicos, incluidas las quejas de Estados Unidos sobre las exportaciones chinas baratas y las tensiones sobre Taiwán y el Mar de China Meridional. En cambio, ambas partes se centraban en cuestiones pragmáticas como los intercambios entre pueblos.
Además de sus conversaciones con Wang, Blinken se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, quien reiteró las preocupaciones de Beijing de que Estados Unidos estuviera reprimiendo su desarrollo económico.
«Ésta es una cuestión fundamental que debe abordarse, al igual que el primer botón de una camisa que debe arreglarse, para que la relación entre China y Estados Unidos realmente se estabilice, mejore y avance», dijo Xi.
Anteriormente, Wang dijo a Blinken que el «barco gigante» de las relaciones entre China y Estados Unidos se había estabilizado, «pero los factores negativos en la relación siguen aumentando y consolidándose».
Wang también dijo que Estados Unidos había tomado medidas «infinitas» para reprimir la economía, el comercio, la ciencia y la tecnología de China, equiparando esas medidas con la contención.
«Y la relación enfrenta todo tipo de perturbaciones. Los legítimos derechos de desarrollo de China han sido suprimidos injustificadamente y nuestros intereses fundamentales enfrentan desafíos», dijo Wang a Blinken.
La agenda de las conversaciones se fijó durante la cumbre de noviembre entre Biden y Xi en San Francisco y una llamada de seguimiento en abril.
Horas antes de que Blinken aterrizara en China el miércoles, el presidente Joe Biden firmó un proyecto de ley que incluía 8 mil millones de dólares para contrarrestar el poder militar de China, así como miles de millones en ayuda de defensa para Taiwán y 61 mil millones de dólares para Ucrania.
Wang dijo que Estados Unidos no debe pisar las «líneas rojas» que cubren la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo, una aparente referencia a Taiwán, la isla gobernada democráticamente que China reclama como propia, y el disputado Mar de China Meridional.
Otros temas que se están discutiendo incluyen la inteligencia artificial y la presión de Estados Unidos para lograr avances en la reducción del suministro de China de los químicos utilizados para fabricar fentanilo.
Blinken, junto con altos funcionarios estadounidenses centrados en la colaboración antinarcóticos con China, se reunió con el ministro de seguridad pública de China, Wang Xiaohong, para discutir el tema del fentanilo.
Blinken dijo en la rueda de prensa que China ha logrado algunos avances en esta cuestión, pero afirmó que «es necesario hacer más».
Los dos países también acordaron mantener sus primeras conversaciones sobre inteligencia artificial en las próximas semanas, dijo.
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