El precio del barril crudo WTI, de referencia para EE. UE, cotizó en negativo por primera vez en su historia, los contratos de futuros para entrega en mayo llegaron a situarse en los u$s -1,9 centavos por barril, frente a los u$s 18,27 del pasado viernes. La administración AFernández recibió un reclamo de las provincias petroleras para fijar un precio del “barril criollo” a u$s 54, ya que están en riesgo las regalías que perciben. Ante la baja demanda las refinerías privadas dejaron de procesar, mientras YPF opera al mínimo.
El petróleo estadounidense nunca cotizó en negativo desde que hay datos disponibles. Previamente, el precio del crudo ya había caído a mínimos históricos desde que comenzaron a negociarse los contratos de futuros en 1983. Por el contrario, el precio de los futuros de petróleo WTI de junio se ha mostrado más estable durante la jornada. La caída este lunes ha sido de cerca del 13%, hasta situarse en torno a los 21,78 dólares el barril.
De esta forma, los mercados de petróleo estadounidense han experimentado lo que se conoce como «contango», que se produce cuando el precio futuro cotiza a un precio más elevado que el actual.
En el caso del petróleo de referencia en el Viejo Continente, el precio del Brent se situaba en torno a los 25,57 dólares, un 8,9% inferior al del cierre del pasado viernes. En lo que va de año, el barril de Brent ha caído en torno a un 64%.
«Los futuros del WTI de mayo están experimentando ventas masivas, ya que expiran mañana. Todos los inversores que no quieran entrega física necesitan vender el contrato de mayo antes de su vencimiento. Además, no hay compradores físicos para este contrato ya que las capacidades de almacenamiento en EEUU han alcanzado su máximo», ha explicado el gestor de Vontobel AM, Michel Salden.
La semana pasada, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) calificó 2020 como «el peor año de la historia para el petróleo» y se refirió al presente mes como «abril negro», alertando, además, de que el exceso de oferta pondría a prueba la capacidad mundial de almacenar crudo, con el riesgo de que la saturación en algunos yacimientos obligue a parar la producción. A su vez, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) pronosticó que la demanda de crudo descendería en torno a 20 millones de barriles por día en abril. En el conjunto del año, la demanda se reducirá en 6,91 millones de barriles por jornada.
La situación en Argentina es complicada. La continuidad operativa de “Vaca Muerta” requiere un precio por encima de los u$s 40 el barril. La crisis en el mercado internacional, que derrumbó el precio del crudo a niveles de hace 20 años, puso en riesgo el desarrollo de la industria hidrocarburífica nacional. Las cinco provincias petroleras, Neuquén, Mendoza, Río Negro, Chubut y Santa Cruz, reciben importantes regalías, de las empresas, que alimentan sus presupuestos, llevó a la gobernadora Alicia Kirchner a pedir a la Casa Rosada que el precio sostén del llamado “barril criollo” se ubique en u$s 54.
Pero el problema central, es que se derrumbó el consumo de combustibles por efecto de la pandemia coronavirus. Esta caída determino que las refinerías privadas dispusieran el cese de las operaciones y mientras la estatal YPF redujo al mínimo el procesamiento del crudo ante la falta de capacidad de almacenamiento.
Este problema fue advertido por la OPEP+ y el G20, que acordaron una reducción de la producción de petróleo a nivel mundial. Ambas organizaciones tenían en claro que el almacenamiento estaba en vías de colapsar, ya que las operadoras del mercado utilizaban no solo su capacidad terrestre sino incluso barcos, plataformas y también los oleoductos para guardar el crudo.
Este conjunto de situaciones llevó a que los tenedores de contratos próximos a vencer, por falta de capacidad de almacenamiento del físico, se desprendieran de sus compras y precipitaran el hundimiento, sin precedentes, del precio del crudo, tanto WTI como el Brent que ocurrió este 20 de abril.
Fuente: eruopress/rp.
