El cuerpo enterrado, vestido y envuelto en una sábana con manchas de sangre, fue encontrado, en la mañana del sábado 4 julio, en los fondos de una vivienda en El Calafate. Ese mismo día al mediodía lo confirmó el juez Carlos Narvarte. Este lunes, después de efectuada la autopsia se reveló que la muerte de Fabián Gutiérrez, ex secretario de la vicepresidenta Cristina Kirchner, fue de una perversidad inconcebible.
Fue torturado, golpeado en todo su cuerpo, cabeza, ojos, sufrió varios intentos de ahorcamiento, le aplicaron varios cortes en su cuello y finalmente murió, lentamente, a causa de asfixia mecánica. Hasta ahora la información forense, conocida, no divulgó la hora en que se produjo la muerte. Según fuentes judiciales se logró el hallazgo de la víctima en virtud de la confesión de uno de los implicados, que se había quebrado una vez detenido.
Las declaraciones en sede policial, ya que uno solo de los inculpados accedió a la indagatoria, comenzaron a partir de las 17,45hs del viernes 3, cuando todavía se buscaba a Gutiérrez. Facundo Zaeta dijo que se había encontrado con Fabiían el jueves 2 a las 19,30, que habían pasado por un supermercado y luego fueron a la casa de Fabián, donde tomaron champagne y a las 22,30 lo había llevado de regreso a su domicilio. Reconoció que tenían una relación con “derecho a roce” y recordó que hubo un llamado telefónico a Gutiérrez de parte de Marcelo Franco, pidiéndole dólares. Y afirmó que había estado, en su casa, con unos amigos a partir de las 23hs hasta las 01,15hs.
También ese mismo día en la comisaría de El Calafate, a las 19,30hs, Facundo Gómez (20 años), confirmó que habían estado con Zaeta, él y otro amigo Pedro Monzón, a quién había buscado por su casa, pasando luego por un supermercado a comprar bebidas y que habían ido a la casa de Zaeta a partir de las 23hs, habían comido y quedado hasta la 01hs de la madrugada. Que conocía a Gutiérrez pero que no había tendí trato con él.
Gómez, manifestó también que en la reunión todo estaba bien, que en ningún momento se mencionó a Gutiérrez, y recordó que cuando estaba durmiendo, en su casa, sonó el celular alrededor de la 04,30hs con un llamado de la novia de Facu, pero no le contestó, recién al día siguiente la llamó y ella le dijo que quería saber si Facundo estaba con él. Gómez agregó que se enteró “de lo que sucedía con Fabián Gutiérrez” a las 17,00hs a través de su madre, y que ignoraba que Zaeta tuviera un relación íntima con el que hasta el momento de su declaración era un “desaparecido”.
Primera incógnita, porque la novia de Zaeta lo llamó a Gómez a las 04,30hs, buscándolo a Facundo. Después de la 01,15, cuando se fueron sus amigos que hizo Zaeta, hasta que aparece declarando en la Comisaría 1ª a las 17,45. También es llevado a la misma sede policial a las 19,30, Facundo Gómez al que se le toma declaración, ignorándose el motivo de estos procedimientos, ya que en las horas que se toman ambas declaraciones Gutiérrez era todavía buscado. No existe registro que se haya buscado y tomado declaración a Marcelo Franco, que según Zaeta fue quien lo llamó para pedirle dólares a Gutiérrez.
Segunda incógnita, que llevó al juez Carlos Narvarte a formular, a los medios locales, detalles de la búsqueda de Gutiérrez, donde reveló que Fabián no estaba en su casa, en la que se encontraron manchas de sangre, y que su celular fue encontrado lejos de la vivienda debajo de una piedra donde también había manchas de sangre.
Pasaron las horas, y de los dos detenidos iniciales, Facundo Zaeta y Facundo Gómez, se sumaron Pedro Monzón, y Agustín Zaeta. Uno de ellos, Pedro Monzón, fue el único que declaró en la indagatoria del juez, el resto se negó. Mozón habría sido quién reveló el lugar donde se encontraba el cuerpo de Gutiérrez.
Una serie de detalles, por momentos contradictorios, trascendieron desde fuentes vinculadas con la investigación, hecho que llama la atención porque ante la calidad de la víctima, un ex funcionario de confianza de la familia Kirchner, en particular de la actual vicepresidenta Cristina Fernández, debió haberse guardado las reservas que exige una investigación en curso.
Las manifestaciones del magistrado Narvarte, que rápidamente planto la hipótesis que el asesinato de Gutiérrez era de carácter “pasional-extorsivo”, y agregar que había sido cometido por “unos pibes a los que les fue de las manos”, afirmar rápidamente que descartaba toda intencionalidad política, dio la impresión que como instructor de la causa quería cerrarla lo más pronto posible.
Pero surgieron dos hechos, el primero proveniente de la familia de la víctima que buscó vincular al homicidio con “un negocio local”, pero sin dar detalles, y también pedir que no se vincule para nada a la vicepresidenta Cristina Kirchner. El abogado de la familia de Fabián, el Dr. Gabriel Giordano, ratificó que está convencido que el móvil no fue ni “pasional” ni “político” e insistió con el tema de “un negocio de naturaleza local”.
El segundo planteo, al juez Narvarte, vino de la mano del abogado Carlos Muriete, representante del estudio Muriete & Asociados, que defiende a dos de los acusados, los hermanos Facundo y Agustín Zaeta. Recusó al magistrado instructor argumentando que se “excedió” en sus declaraciones, “prejuzgó” a los detenidos y por “carecer de imparcialidad”. En medios tribunalicios de Santa Cruz, se estima poco probable que esta recusación prospere.
Pero falta todavía hay otra contradicción más de Narvarte, que una de sus múltiples declaraciones pública señalo: “Estos chicos jóvenes, de 18, 19 y 20 años, son pibes que por una circunstancia equis, por alguna cuestión, se les fueron las cosas de las manos y estas fueron las consecuencias. Fíjense las formas en que llevan a cabo el hecho, cómo se deshacen del cuerpo, los rastros que dejan, acá no hay algo muy elaborado… No veo otra cuestión más que esa”.
Sin embargo la fiscal Natalia Mercado acusó a los cuatro detenidos por el delito de “homicidio agravado por alevosía”. Finalmente ante el curso que tomaron los hechos, y los datos que se fueron acumulando, el juez Narvarte debió volver sobre sus declaraciones iniciales, y admitir ante los medios que en el crimen investigado hubo “premeditación y alevosía”.
Detrás de las dudas sobre el móvil de éste horrendo asesinato, donde todavía falta saber a qué hora ocurrió, para poder trazar los desplazamientos de la víctima y de los cuatro sospechosos, se agitan otras cuestiones vinculadas con la enorme fortuna, de difícil explicación, que acumuló Fabián Gutierrez.
En el expediente, abierto en 2017 en el juzgado del Dr. Martínez de Giorgi, por una denuncia de la Unidad de Información Financiera, se identificaron al menos 36 inmuebles concentrados en El Calafate, Río Gallegos y Ushuaia, unos 35 autos (la mayoría de alta gama) y al menos tres embarcaciones (dos a nombre de la sociedad CYD Servicios). La lista de bienes incluye desde un hotel en Tierra del Fuego, otro en Río Gallegos, dos Porsche, y hasta una mansión de USD 650 mil en un country de Pilar, Highland Park.
Sobre estos bienes pesa un embargo, dispuesto por el fallecido juez Bonadío, por 900 millones de pesos, que ante la muerte de Gutiérrez habrá que ver qué curso sigue. La situación es compleja en razón que la heredera forzosa es su madre, Teresa Amalia García, quien también se encuentra procesada como coautora del delito de lavado de dinero y es participe de múltiples operaciones inmobiliarias y comerciales de su hijo.
El Calafate, destino turístico a nivel internacional, el lugar en el mundo de la vicepresidenta Cristina Kirchner, con éste trágico hecho ha quedado convertido en un escenario de cruzadas sospechas sobre disputas entre testaferros de millonarias fortunas y peligrosos cazatesoros, que circulan por las ahora riesgosas tierras de Santa Cruz, en busca de ocultas bóvedas que presuntamente estarían repletas de dineros de dudoso origen.
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