Esta posición de la Cancillería argentina fue expuesta en un seminario virtual denominado “China en Iberoamérica”. Sorprende la afirmación: «Preferimos un acuerdo bilateral con China que a través del Mercosur». El ministro Felipe Solá lanzó esta frase el mismo día en que el presidente Alberto Fernández se reunió con su colega uruguayo Lacalle Pou, en un dialogo en el que uno de los ejes en la conversación fue la marcha de Mercosur.
Pero las afirmaciones del Canciller Solá, en las que trató de exponer las coincidencias «de fondo» entre Argentina y China en la «visión del mundo”, resultaron más confusas cuando afirmó: “China no trata de imponer una doctrina, no ha usado la fuerza para expandirse, y tal vez ese sea uno de los grandes secretos de la China de los últimos 20 años, que no plantea escenarios bélicos», y enfatizó: «China parece un país desafiado, no desafiante».
Solá parece no haber sido informado sobre la situación de persecución política que se vive en Hong Kong, donde Beijing impuso una ley de Seguridad que violó el acuerdo que tiene la isla respecto a “un país dos sistemas” por el que Hong Kong quedó incorporada a China en 1997. Tampoco está al tanto de las presiones militares que en los últimos meses Beijing ejerce sobre Taiwan, ni la ocupación del ejército chino que concluyó controlando el Tibet, ni el deterioro creciente por disputas fronterizas con la India, sin olvidar la tensión en el Mar de China Meridional, por la ocupación militar de islas que son reclamadas por varios países de la región.
Respecto a que China no plantea escenarios bélicos, los asesores del Canciller no le han acercado la última declaración emitido por el Comité Central del PC. Un documento de 6200 palabras, en el que se destaca el capítulo vinculado con las fuerzas armadas en el que recomienda que se debe “fortalecer de manera integral el entrenamiento militar y la preparación para la guerra”. En tal sentido el documento sugiere el incremento del presupuesto para la defensa, que este año se ubicó 6.6% y se entiende que ahora será aumentado significativamente.
Solá abordó también la situación del comercio internacional y la posición adoptada por la administración Xi Jinping y afirmó «Frente a países que se empiezan a cerrar, es fundamental que China se siga abriendo» y señaló la necesidad que tiene la Argentina de incrementar el flujo comercial y las inversiones con la nación asiática.
«Queremos abrir el número de productos que les vendemos, ya que estamos muy concentrados en cinco productos. Tenemos cierto déficit comercial con China pero estamos muy confiados en el futuro. Nos interesa mucho el crecimiento de la capacidad de demanda que se ve en China por ascenso de clase desde hace varios años, y ahora cada vez más», aseguró.
El Canciller no hizo referencia, en su exposición, a la controvertida situación generada por la presunta presencia de Covid 19 en la superficie de unas cajas de cartón que contenían carne congelada remitida en un embarque por el frigorífico Gorina. El frigorífico argentino fue suspendido por un mes para producir carne para China, pero todavía no se pudo establecer donde se produjo la contaminación, ya que la misma fue descubierta en el frigorífico de Nanjing al momento de su distribución para el consumo.
En el desarrollo del seminario Jorge Neme, secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Nación, tomó el tema y dijo que el Gobierno rechazó una maniobra china para bajar el precio de la carne detrás de la detección de coronavirus en los empaques argentinos exportados al gigante asiático y expresó: «No transformemos esos problemas en fantasmas”.
Las dudas sin embargo persisten entre las empresas de la industria frigorífica de exportación de carnes, ya que China hoy tiene una posición dominante al comprar casi el 80% de la carne de exportación. Los operadores de ese mercado no solo especulan que podría tratarse de una maniobra para la reducción de los precios del producto, sino también para la alternativa de la compra de frigoríficos que no tengan capacidad financiera para sobrellevar suspensiones de exportación, en un momento en que el mercado internacional, particularmente el europeo, están, prácticamente cerrados.
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