“A los que tengan miedo de ser ministro o ministra, que vayan a buscar otro laburo” fue parte de un contundente mensaje, que sobre el escenario del Estadio Único de la capital bonaerense, disparó consciente que esos funcionarios tienen nombre y apellido y están en una lista de la vicepresidenta, que en una carta previa los había definido como los funcionarios que no funcionan.
El presidente Alberto Fernández, escuchó en silencio, el mensaje que podía rozarlo también, ya que los ministros fueron designados por él. También el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, se limitó a mirarla a Cristina que en su primera carta, sin nombrarlo, lo había incluido.
El acto fue abierto por la vicegobernadora, Verónica Magario, quién dijo: “Axel pongamos toda la fuerza de la mano del Presidente, de la Vicepresidenta y todos los hombres y mujeres, adelante, y fuerza”.
A su turno el gobernador Kicillof gestor del encuentro, para presentar su Programa 2021, afirmó: “empezamos esto con un principio, con un valor, y un resorte que fue la unidad del campo popular”. Quedó en claro que los fundamentos del acto eran mostrar, antes de fin de año, cierta unidad de la coalición gobernante, que exhibe en los últimos tiempos fuertes confrontaciones internas. Kicillof logró reunir, en el escenario, al presidente Alberto Fernández, la vice Cristina Kirchner y Sergio Massa.
Cristina, dentro de su discurso, dejó en claro su convencimiento que puede trazarle al presidente Fernández cuales deben ser las prioridades de gestión del gobierno para 2021. Y no tuvo ninguna duda en formular un descarnado párrafo de críticas a la gestión del Gabinete Nacional e incluso a los legisladores del FdeT.
“Todos aquellos que tengan miedo o que no se animan, hay otras ocupaciones además de ser ministro, ministra, legislador o legisladora, vayan a buscar otro laburo, necesitamos gente que los sillones que ocupan sea para defender definitivamente los intereses del pueblo” y agregó: ″El lawfare es para disciplinar a los políticos, para que nadie se anime a hacer lo que tienen que hacer y tenga miedo de firmar o autorizar”.
Fue entonces que en el deslizamiento de sus palabras surgió su preocupación constante por las causas judiciales que la involucran: «En cualquier momento vamos a juicio oral el gobernador, tu Presidente del Banco Central [por Miguel Pesce] Alberto, y tu vicepresidenta, increíble, lo más notable es que los que se llevaron la diferencia con el dólar futuro no fueron ni Cristina, Ni Axel, ni Pesce, fueron los macristas que vinieron después del Gobierno, a ellos los sobreseyeron; a nosotros nos procesaron».
Cristina, tampoco perdió la oportunidad para hacer referencia a los éxitos de sus dos gestiones y enfatizó: “Aquí la actividad económica la mueve la demanda. Y al demanda no hay otra manera de hacerla que a través de salarios y jubilaciones y con precios de alimentos accesibles, no estoy diciendo andad que no se puede hacer. Durante 12 años y medio lo hicimos y por eso, además de por la unidad, volvimos. Si uno no sabe cómo llegó es probable que tampoco sepa cómo ir”.
El discurso de cierre estuvo en la voz del presidente Fernández que, en tono cordial, trató de resaltar la unidad de la coalición y manifestó: «Gracias, Axel, por este día por poder hablar. Escucharnos y que todos nos escuchen, estar separados es un erro, estamos aquí porque hace más de un año decidimos estar juntos. Y un año después estamos tan juntos como siempre».
Alberto, dirigiéndose a Cristina expresó: “Me acuerdo muy bien del 10 de diciembre en el que tuvimos que asumir y tengo una imagen de Cristina, frente a la plaza, en la que me dijo: ‘Presidente, no preste atención a lo que escriban en los diarios o digan en los medios, mire los ojos de su pueblo y háblele al corazón de cada argentino y argentina’. Yo hice lo que me mandaste, fue el mejor consejo que me diste. Porque, como todos dijeron, efectivamente vivimos lo que nadie esperaba que nos toque vivir. No estaba en los planes de nadie”.
El jefe de Estado eludió, como era previsible, en el desconcertante manejo de la pandemia del coronavirus, en el manejo de la cuarentena más larga del mundo, que al día de hoy los datos indican que se han producido 1.531.374 infectados y 41.672 muertos, ante lo que Alberto enfatizó: «Esto no ha terminado», y remarcó: «Alguien nos advirtió: si nos va muy bien va a morir 60 mil personas, si le va muy mal, 250 mil, gracias a Dios no alcanzamos el mínimo. Trabajemos para no alcanzarlo. Esto no ha terminado», y reiteró «ahora vamos a trabajar para vacunar a todos». Por supuesto ningún anuncio sobre la situación con Rusia, sobre la Sputnik V, conque vacunas de se contará, ni cuando y como se efectuará la campaña de vacunación.
Otro tramo del discurso del presidente, alineado con el de Cristina, estuvo dedicado a cargar sobre la Justica: «Algunos piensan que el problema con la Justicia es de algunos de nosotros. Lo que queremos es jueces probos que no van atrás del poder de turno. Y una Corte Suprema que explique por qué hay gravedad institucional cuando se trasladan tres jueces y no cuando hay procedimientos contra la vicepresidenta, el gobernador. No me lo van a explicar. No tiene explicación».
Fue titular del bloque de diputados del FdeT, Máximo Kirchner, el que dejó sin dudas que se ha tratado de un acto político para exhibir unidad, sin embargo sus palabras dejaron al descubierto las duras internas que se libran en la coalición: «Les pido que dejemos todo. Afuera las peleas y las miserias vituallas de la política. Los que especulan lo mejor es que vayan a otro espacio a construir un espacio diferente. Después veremos qué hacemos cuando haya elecciones», se le sumó Sergio Massa que dijo: «El Frente de Todos representa unidad en la diversidad».
Desde la platea observaba buena parte del Gabinete nacional (el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el Canciller Felipe Solá, el ministro de Vivienda Jorge Ferraresi, el de Obras Públicas Gabriel Katopodis, el del Interior Eduardo ‘Wado’ De Pedro, entre otros); varios intendentes bonaerenses como Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Fernando Espinoza (La Matanza) y Mayra Mendoza (Quilmes); sindicalistas como Hugo Moyano y Antonio Caló; y simpatizantes del gobierno del Frente de Todos como la titular de Madres de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini.
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