La administración Fernández ató su programa de vacunación contra el Covid-19 al convenio con Moscú. Confió en el gobierno de Vladimir Putin, que ahora admite que no podrá cumplir con lo acordado. Sin plan B, ya que se encuentran estancadas las negociaciones con Pfizer, mientras las vacunas de AstraZeneca recién estarán disponibles después de marzo y Moderna ya anunció que su producción se distribuirá en el segundo semestre de 2021, debería la Casa Rosada priorizar la planificación para que el sistema sanitario esté en condiciones para enfrentar la segunda ola, que se aguarda para el principio del otoño.
“La única verdad es la realidad”, célebre frase del Gral. Perón. Contra ella chocó el Gobierno, al descubrir que el vuelo, AR 1062 de Aerolíneas, solo traerá de Moscú 220 mil dosis, y no las 600 mil que había anunciado el ministro de Salud, González García. Que aseguró que antes de fin de enero, faltan cuatro días, llegarían a la Argentina 4.700millones de Sputnik V, y en marzo 14.700 millones. Profesionales, de los centros sanitarios, le sugieren al ministro que recuerde un famoso cuadro que está en todos los hospitales con una leyenda: “El silencio es salud”.
Desde el Fondo Ruso de Inversión Directa, que administra la producción del laboratorio Gamaleya, salieron explicaciones que intentan disminuir el impacto político sobre la Casa Rosada, y en un comunicado señalan: “Estamos mejorando las instalaciones ubicadas fuera de Rusia para garantizar el suministro a Argentina y el resto de la región. Como resultado, veremos un aumento significativo de la producción en el segundo trimestre.” Claramente hasta abril continuaran las demoras.
Pero en el comunicado del FRID se advierte: “Estamos mejorando las instalaciones ubicadas fuera de Rusia”. Es decir la producción de la Sputnik V se efectuaría, como se había supuesto, posiblemente en Corea del Sur o la India. Esto implica que la Anmat deberá volver a verificar las condiciones de seguridad y eficiencia de los centros de producción mencionados a fin de proponer el uso de las vacunas que de ellos provengan.
El Gobierno, esperaba vacunar en los próximos cuatro meses a los 14,5 millones de personas que están dentro de los grupos de riesgo: el personal de salud y de las fuerzas de seguridad, los docentes, los mayores de 60 años y las personas que tienen entre 18 y 59 años y padecen alguna enfermedad preexistente. Esto no será factible, las vacunas no estarán disponibles ni en tiempo ni en la cantidad requerida.
También, la administración Fernández deberá evaluar el procedimiento de transporte de las vacunas por vía aérea. Es probable que deban traerse desde Corea del Sur, Aeropuerto Internacional de Incheon-Seul, a 19.190 Km. de Ezeiza, que demanda unas 30 horas de vuelo, y si fuera desde la India, Aeropuerto Internacional Indira Gandhi-Nueva Dehli, a 15.793 km, que implica unas 20 hs. de navegación. En ambos casos el AirBus 330-200 de Aerolíneas deberá hacer una, imprescindible, parada técnica.
También, deberían considerar los funcionarios del gobierno, que tal como hoy está configurado el AirBus 330-200, de Aerolíneas, su capacidad de carga en bodega es de 23 pallets, dependiendo de la dimensión de los mismos. Operadores, de carga aérea, señalan que en las actuales condiciones eso permitiría transportar unas 600 mil dosis de Sputnik V, y se plantean si no resultaría conveniente, en el caso de tener que volar a Seul o Nueva Delhi, alquilar un avión carguero que facilite aumentar el volumen de dosis a transportar.
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Sputnik V. Rusia confirmó que está demorada su producción, el plan oficial de vacunación masiva se diluyó
