La administración Fernández continúa en el camino del aislamiento internacional. Al celebrarse 30 años de la creación del bloque regional, en momentos en que Argentina ocupa la presidencia pro-tempore, Alberto Fernández invitó a sus socios del Mercosur a bajarse del barco si no coincidían con las políticas que pretende sostener desde la Casa Rosada. El encuentro de los mandatarios del bloque, que debió haber sido un festejo, terminó siendo calificada, por medios internacionales, como de enfrentamiento, de tensos cruces, de críticas, y tirantez.
El discurso de cierre, del jefe de Estado Argentino, dejó en claro que ha quedado poco espacio para un dialogo constructivo, las distancias con Bolsonaro, Lacalle Pou y Abdo Benites se han ampliado, y las palabras de Fernández han sido más que contundentes: «Que todos podamos sentirnos hermanos. Si nos hemos convertido en otra cosa, en una carga, lo lamento. No queríamos ser una carga para nadie. Eso hace que a uno lo tiren de un barco y lo más fácil es bajarse del barco si esa carga pesa mucho. Terminemos con esas ideas que ayudan poco a la unidad. No queremos ser lastre de nadie. Si somos un lastre, que tomen otro barco».
La reacción del Presidente de Argentina, surgió tras las críticas que escucho de sus pares. Bosonaro, pidió una revisión del arancel externo del bloque, y afirmó que quiere que esto se discuta pronto, y reforzó la necesidad de flexibilidad del bloque. «La regla del consenso no puede ser un arma de veto permanente. Brasil quiere contar con el apoyo de los demás miembros para ampliar la red de socios comerciales del bloque».
Entre tanto Abdo Benítez, también partidario de la flexibilización del Mercosur en línea con Brasil y Uruguay, propuso: «Las negociaciones externas que sean conjuntas y coordinadas, pero que no sean una barrera a nuestro desarrollo. Que las ideologías no contaminen. La pandemia socava nuestros crecimientos y nuestro suministro de vacunas es ínfimo».
Por su parte Lacalle Pou también reclamó una mayor flexibilización del Mercosur. “Uruguay necesita avanzar, nuestro pueblo nos exige avanzar en el concierto internacional y por eso vamos a proponer formalmente que se discuta en la mesa el tema de la flexibilización” y agregó: “Casi todos los presidentes que hablaron antes que yo hablaron de pragmatismo, me quiero subir a ese concepto, librado de ideologías. Obviamente que el Mercosur pesa, obviamente que su producción pesa en el concierto internacional, lo que no debe y no puede ser es que sea un lastre”. Estas últimas palabras del mandatario uruguayo son las que descolocaron a Alberto Fernández, que visiblemente ofuscado deslizó la posibilidad de la ruptura del bloque.
Los planteos de los mandatarios de Brasil, Paraguay y Uruguay mostraron que ya existe una coordinación entre ellos para avanzar hacia un libre comercio en el bloque, y reducir la tasa de los aranceles comunes. Alberto Fernández se manifestó en contra de todos sus colegas y dijo que no quiere ir a una baja del arancel común externo: «No creemos que la reducción lineal del arancel externo sea el mejor instrumento. Argentina propone preservar el equilibrio entre sectores agrícolas e industriales, con justicia social, en un contexto de incertidumbre global absoluta».
El clima denso de la reunión, motivo que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se retirara sin escuchar el cierre de Fernández. El escenario en el que ha quedado el Mercosur, luego de este “desencuentro” entre sus miembros, pone al bloque en una compleja situación. El riesgo es que los tres socios que tienen coincidencia de base rearmen otro acuerdo regional y Argentina quede afuera. Hoy Alberto Fernández se quedó solo.
Pero el inquilino de Balcarce 50, volvió hoy a sorprender con mensaje en las redes sociales al afirmar: “Hoy celebramos junto a los jefes de Estado del @mercosur los 30 años del Tratado de Asunción. Tres décadas después, podemos estar orgullosos de lo que logramos al dejar atrás viejas tensiones y optar por el camino de la unidad regional”. El jefe de Estado de Argentina, habrá comprendido lo que ocurrió en este encuentro virtual. El relato expuesto en Twitter, parece no corresponder con la realidad, advirtió un dirigente político de la oposición. A lo que la titular de Pro, Patricia Bullrich, agregó:“Mientras todos los países se suben al barco del desarrollo y el trabajo colectivo, nosotros nos quedamos solos en la isla desierta: sin agua, sin víveres y sin vacunas. Ya una vez cortamos los puentes con Uruguay. No lo hagamos de nuevo.”
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El Mercosur al borde de la ruptura, Fernández profundizó sus discrepancias con Brasil, Uruguay y Paraguay
