Pichetto aseguró que un ala de la Iglesia Católica ganó terreno en el Gobierno y no dudó en afirmar que la reciente incorporación de Julián Domínguez como ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca es un claro ejemplo de ello. “Parece un gobierno casi de ayatolá”, disparó.
El excandidato a vicepresidente le atribuyó una injerencia creciente del Papa Francisco en las cuestiones públicas a partir del rol de los curas villeros.
“La Iglesia cogobierna en Argentina, pone ministros, (como por ejemplo) lo puso a Julián Domínguez”, afirmó Pichetto en declaraciones a La Once Diez. Sin embargo, pidió tomar distancia. Este no es un gobierno de ayatolás. ¿Está claro? Este es un gobierno laico. Las cosas que son del Estado son del Estado. Las que son del espíritu, de dios, al templo. Y además eso es dogmático, no tiene debate”, expresó.
Asimismo, el actual auditor general de la Nación se permitió una ironía para cuestionar medidas del Gobierno. “Hay que rezar todos los domingos para que le devuelvan al campo la exportación de carne vacuna, para que pueda haber empleo en la industria frigorífica”, disparó.
Asimismo, apuntó contra “algunos curitas quieren hacer la revolución en las villas”. “Yo ya viví eso, que ha generado crisis, caos y muerte en Argentina”, manifestó y aprovechó para cuestionar al jefe del Estado Vaticano. “Cuando el Papa Francisco dice que la propiedad es un derecho secundario, está metiendo la cuchara en un tema muy complejo porque abre camino a los (Juan) Grabois de la vida para que tomen terrenos y hagan boludeces”.
Pichetto cuestionó que los líderes católicos estén “todo el tiempo bajando línea de política y economía”, recordó los casos de “pedofilia” que pesan sobre la institución, y remarcó que se va a salir de la pobreza “cuando la gente tenga trabajo, no repartiendo planes”.
Por si acaso, el auditor por la oposición aclaró que es “anticatólico” y “masón”, dijo que recibió la comunión y que se casó por Iglesia, pero aseveró que “el Estado es otra cosa”.
Por último, el excompañero de fórmula de Mauricio Macri en 2019 no se olvidó de plantear el interrogante respecto de por qué Francisco no volvió a pisar territorio argentino, desde que asumió el liderazgo de la Iglesia Católica. “¿Desprecia a los argentinos? ¿Cuál es la razón para que haya ido a Paraguay, a Perú, a Chile, a Bolivia, a Brasil y nunca haya venido a Argentina?”, se preguntó.
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