Beijing. Las directrices prohíben “interferir en la opinión pública” o “poner en peligro el desarrollo económico”. Las autoridades argumentaron que el objetivo es establecer “un mecanismo de supervisión sólido”. Datos obtenidos en estudios, que efectúa la agencia de noticias Xinhua, ha permitido elaborar un centro de data de reacciones emocionales ante la difusión de determinadas informaciones que con el uso de algoritmos permitirá al gobierno chino un firme control del pensamiento de los ciudadanos.
Cinco ministerios chinos publicaron conjuntamente unas directrices para la regulación de “los algoritmos de los servicios de información de Internet” que plantean “desafíos para salvaguardar la seguridad ideológica y la justicia social”, informaron hoy los medios chinos.
Los ministerios (Educación, Ciencia, Industria, Seguridad Pública y Cultura), además de la Administración del Ciberespacio de China, reconocen que los algoritmos “han desempeñado un papel importante en la difusión de información, la prosperidad de la economía digital y la promoción del desarrollo social”.
Sin embargo, la “aplicación irracional de algoritmos también afecta al orden normal de la comunicación y a los derechos e intereses legítimos de los cibernautas”, advierte un comunicado conjunto de los cinco departamentos que recogen hoy los medios locales.
Por ello, las directrices se fijan como objetivo establecer “un mecanismo de supervisión sólido” que dé como fruto una aplicación “justa, abierta y transparente” de los algoritmos. “Promoverá vigorosamente la investigación sobre innovaciones de algoritmos (…) y mejorará la competitividad central de los algoritmos de China”, agregó el regulador.
Las normas prohibirán a los algoritmos “interferir en la opinión pública, reprimir a los competidores o poner en peligro el desarrollo económico y la gestión social”. Las directrices, de momento sujetas a consultas, se publicaron el pasado día 17 pero no se habían comentado a gran escala en los medios chinos.
Los algoritmos son ampliamente usados por las empresas de tecnología chinas, incluidos los de recomendación utilizados por el mercado de comercio electrónico de Alibaba, Taobao; la aplicación de videos cortos Douyin de ByteDance; Kuuaishou, respaldado por Tencent; y los de entrega, como los utilizados por las plataformas Meituan y Ele.me, propiedad de Alibaba.
En agosto, la Administración del Ciberespacio de China (CAC) emitió un amplio borrador de directrices para regular los algoritmos, que incluye propuestas de que las empresas no establezcan modelos que lleven a los usuarios a gastar grandes cantidades de dinero y que exista la opción de desactivar fácilmente los servicios.
Los algoritmos están en el punto de mira de los reguladores de todo el mundo. La Casa Blanca ha pedido a las empresas de tecnología que los modifiquen para eliminar la información falsa, mientras que la Unión Europea ha elaborado reglas que amenazan con multar a las grandes tecnológicas si no hacen más para abordar los contenidos ilegales.
En los últimos meses, los organismos reguladores chinos han puesto su mirada en las grandes tecnológicas del país, con sanciones para empresas como el gigante del comercio electrónico Alibaba por valor de 18.200 millones de yuanes (2.818 millones de dólares), la mayor multa antimonopolio en la historia del país.
La campaña ha afectado a compañías de transporte, al sector educativo, al de los videojuegos y al tecnofinanciero. El presidente chino, Xi Jinping, enfatizó en agosto que el Partido Comunista debe “guiar y supervisar a las empresas” y poner en marcha “regulaciones efectivas y normas precisas” con el objetivo de “servir a los intereses generales del desarrollo económico”.
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